A la gente no la engañan, dicen los políticos. ¿Será esto una verdad? ¿Será veraz la afirmación?
¿Por qué la gente no acudió a votar en la consulta popular impulsada por nadie más que el presidente de la República?
En cada una de las personas que conformamos el padrón electoral hay una razón, una causa, un motivo, una disculpa, un pretexto, una verdad que defender; no obstante, no sea veraz, es su verdad.
El tema del inicio de semana debe de ser eso mismo: el desprecio que la ciudadanía hizo a la tan cara consulta que don presidente se empeñó en llevar a cabo este fin de semana. Ésta costó más de 500 millones de pesos. Un capricho muy caro. Pero así son los nuevos ricos y millonarios. Compran todo lo que se les antoja, sin importar el gasto.
Sabíamos de antemano que sería así, que la gente no iría a votar, que no participaría en un ejercicio tan burdo, tan sin sentido, con una pregunta más complicada al entendimiento general que ni el arzobispo de Constantinopla podía entender y menos “desarzobispoconstantinopolizar”.
Es falso de toda falsedad que se haya hecho una campaña para que la gente no participara. La iniciativa de la consulta nació muerta. Ni don presidente ni la gente de Morena tuvieron la capacidad para atraer a los votantes.
Seguro estoy que en el ego de uno y de otro está y quedó muy lastimado. Nunca consideraron que la gente, su gente, los despreciara de la manera como sucedió. Los mentados 30 millones de votos no se vieron reflejados en las urnas por la consulta, como sí sucedió hace tres años que los obtuvieron.
Votó solo el 8% del padrón electoral. Algo así como 7.6 millones de votantes en el país. Un número que se antoja ridículo. Un número que les expone ante la opinión pública. Ante propios y extraños.
Ahora vendrán los pretextos, las disculpas, los “asegunes”; la guerra abierta contra el INE, contra Lorenzo Córdova, su presidente consejero, principalmente, cuando se sabía de antemano que ese sería el resultado de tal capricho político.
Los datos oficiales del INE son como siguen: la primera consulta popular de alcance nacional registró un rango de participación de entre 7.07 y 7.74 por ciento, equivalente a aproximadamente 7.2 millones de ciudadanos.
De acuerdo con el conteo rápido, los ciudadanos que respondieron “Sí” fueron entre 89.36 y 96.28% de los que participaron. En tanto, los que respondieron “No” se ubicaron entre los rangos de 1.38 y 1.58%.
Para que la consulta ciudadana fuera vinculante y tuviera un efecto oficial requería la participación del 40 por ciento de los 93.6 millones de mexicanos registrados en la lista nominal, que equivalía a 37.4 millones de ciudadanos.
Antes de las 21:00 horas, de acuerdo a nota periodística, “el consejero presidente del INE, Lorenzo Córdova, dio a conocer los resultados del conteo rápido, que incluyó los rangos correspondientes a la opinión de los ciudadanos que participaron.
“El presidente consejero del INE, Lorenzo Córdova dijo que, (Fue un éxito porque) es la primera consulta de carácter nacional que se desarrolla con los mismos estándares de calidad técnica, imparcialidad e integridad con las que se llevan a cabo las elecciones”.
Y agregó algo que deja ver el sentimiento que alberga en referencia a la consulta: “La gente no fue a votar porque se sintió engañada. Ustedes no necesitaban una consulta para aplicar la ley, el mandato se le dieron 30 millones de mexicanos hace tres años y no han hecho nada”, enfatizó. (La Razón, 02/08/21).
Eso debe de haber calado hondo en la víscera de don presidente y de los dirigentes de Morena. Es algo para lo que buscarán cómo cobrarle al consejero presidente.
Es así como hacen los hombres y las mujeres que se dedican al arte de la política, donde se sabe que se tiene amigos de mentiras y enemigos de verdad.
Lorenzo Córdoba tiene muchos enemigos. Ahora tiene más.
¿Qué sigue? Que Morena, a través de sus diputados y con gente de su partido forme lo que se pueda llamar una “comisión de la verdad”. Lo que iban a hacer, en caso de haber sido el resultado contrario a lo obtenido.
Pero qué necesidad de gastar dinero que no es de ellos.
Con una consulta de igual forma, don presidente canceló la inversión del NAICM, que ya tenía un avance del 32-35%. Y el proyecto se está pagando actualmente con dinero del pueblo. Lo que la gente no sabe ya no se acuerda y no ha tomado en cuenta.
¿Qué necesidad tenía don presidente de este ridículo?
A menos que haya querido mostrar una fuerza que cree aún tiene su administración y su movimiento. Y si eso era, qué domingo tan triste debe de haber pasado al darse cuenta de la realidad. No llegaron ni a 10 millones de votos.
Mario Delgado y su tribu debe de estar sin dormir y difícilmente va a conciliar el sueño durante la semana. Ricardo Monreal, con el resultado, enfilará sus intereses hacia otros lares y Marcelo Ebrard y Claudia Sheinbaum andarán de cara larga ante los nefastos y negativos resultados de la consulta para “enjuiciar a los expresidentes”. Ahí El Meollo del Asunto.
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