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El impacto del plan de deportaciones anunciado por Trump

El gobierno mexicano tiene que abordar el problema con una visión multilateral, en coordinación con el gobierno de EEUU.

28 de enero, 2025

Juan Kaye

El impacto del plan de deportaciones anunciado por Trump

El número estimado de migrantes en situación irregular que pudieran ser deportados podrá llegar a los 11 millones. Instrumentar estas acciones, será una tarea compleja, con enormes desafíos logísticos y costos altísimos.

El plan referido, será sin duda catastrófico para los indocumentados afectados, pero también tendrá un impacto negativo en la economía estadounidense particularmente en los sectores agrícola, de la construcción y de servicios y cuyo origen, aunque mayoritariamente mexicano (75%) viene también de países como Venezuela, Nicaragua, Guatemala, Honduras, Haití y Ecuador.

Llama la atención que en el año 2024 se alcanzó un récord histórico con 360,146 deportaciones, de los cuales el 60% fueron adultos y el restante 40% son niños, niñas y adolescentes. Cabe señalar que las deportaciones desde 2022 se mantuvieron bajas, en relación al número de ingresos, equivalentes a un 15% del total de estos según la oficina de ONU y su boletín de estadísticas migratorias para México.

Respecto a las deportaciones impulsadas por las administraciones anteriores, el récord de expulsiones lo tiene Obama con 2.5 millones de indocumentados entre 2009 y 2015 con rangos del orden de 400 mil anualmente. Hay que decir que el criterio en el gobierno de Obama priorizó la expulsión de personas que hubieran sido señaladas por la comisión de algún delito.

Curiosamente en el primer mandato de Trump, en el año 2019 se alcanzó el de mayor número de expulsiones de su gobierno con 267 258, cifra considerablemente menor a los de cualquier año de Obama.

En la administración del presidente Biden las deportaciones alcanzaron en total a 1.2 millones de personas, cifras anuales que se asemejan en lo general a los del 1er mandato de Trump.

Las entidades federativas de donde sale el mayor número de migrantes de nuestro país son Michoacán, Guerrero, Oaxaca, Guanajuato y Puebla. En estos estados se registran los mayores índices de pobreza, violencia y falta de empleo. Obviamente, en el caso de ser repatriados no querrán volver a sus comunidades de origen.

Ciudades que se verán seriamente afectadas con los planes de deportación de indocumentados:

Tijuana, Baja California Norte. Hoy es uno de los puntos principales de entrada y salida de migrantes.
Mexicali, Baja California. Al igual que Tijuana, se ve impactada por el paso en ambos sentidos de población migrante.
Ciudad Juárez, Chihuahua. Tradicionalmente una ciudad fronteriza que recibe en forma permanente a un gran número de deportados.
Nuevo Laredo, Tamaulipas. Desde hace muchos años punto clave del cruce de migrantes.
Reynosa, Tamaulipas. Otro punto clave de movilidad de población migrante.

El común denominador de nuestras ciudades fronterizas es que carecen de recursos para operar albergues sobre todo en materia de dotación de alimentos; necesitan incrementar sus niveles de dotación de agua, vivienda, servicios de salud y empleo.

Hoy, un alto nivel de ocupación (cercano al 65%) de los albergues existentes por personas desplazadas por la violencia en nuestro país, extranjeros que esperan una cita para cruzar a EEUU y muchas personas que han sido regresadas, lo que prácticamente los inhabilita en la atención de quienes habrán de llegar.

Las instalaciones a cargo del Instituto Nacional de Migración con su “red” de estaciones, son estancias diseñadas con carácter temporal en tanto se resuelve su situación administrativa o legal de las personas.

De estas estaciones (hay 15 ), la de mayor capacidad es para 100 personas en la cd. de Tijuana de un total de 590 espacios con que cuenta la red , que para lo que se viene, no es ni cercano a lo que se necesita.

No olvidemos los niveles de inseguridad, abandono y carencias que caracterizan esta “instalaciones” donde el 27 de marzo de 2023 en la Cd. Juárez murieron al menos 40 personas en un trágico incendio, provocado en protesta de los migrantes por las condiciones en que habitaban.

El reto es enorme y las acciones a emprender por el gobierno implican:

Decisión política.
Capacidad de negociación con el gobierno de E.U. y con los gobiernos de los países de origen de los casi 3 millones de migrantes.
Muchos recursos financieros.
Un gran plan de absorción de la población repatriada que obviamente no quiere regresar a sus lugares de origen, plan que incluya:

Vivienda
Empleo
Equipamiento para educación, salud y recreación.

El gobierno de Claudia Sheinbaum plantea un plan denominado “México Te Abraza” que considera:

Construir centros de atención primaria en los municipios colindantes a los puntos de repatriación.
Habilitar medios de transporte para llevar a los deportados de los puntos de repatriación fronteriza a los centros de atención.
Apoyarlos con documentos y servicios, de modo de que puedan contar con su constancia de repatriación, CURP, acta de nacimiento.
Dotar de seguridad a los centros de atención (la Guardia Nacional tendrá una tarea enorme).
Impulsar programas sociales y de empleo

De entrada, afiliarlos al IMSS (?), buscar acuerdos con el sector privado.

Alimentación temporal con el apoyo de SEDENA y Marina, instrumentando un plan de alimentación con cocinas móviles y servicios de intendencia.

Conclusiones

Repatriar ese número de personas es un problema humanitario de grandes proporciones. El solo anuncio trae ya una situación de incertidumbre, dolor y agobio a esos millones de personas que a partir del día 20 dejan de mandar a sus niños a la escuela por temor a las redadas.
El gobierno mexicano tiene que abordar el problema con una visión multilateral, en coordinación con el gobierno de EEUU, pero con el respaldo de todos los gobiernos de donde los migrantes son originarios.
La situación de violencia y pobreza en los estados que expulsan población merece un plan serio de atención, el origen del problema está en casa.
Disponer de un plan logístico ordenado y recursos financieros a lo largo de la administración para atender a los repatriados no es cosa menor.
Lamentablemente es de suponerse que ningún plan de contención funcionará y los repatriados de la mano de la delincuencia organizada, volverán a intentar su reingreso a EEUU.
Si conservadoramente solo fueran repatriados la mitad, el plan de vivienda nueva del gobierno de un millón de unidades tendría que al menos duplicarse.
Absorber a 3 millones de trabajadores (60% de esos 5) en una complicada economía que en los últimos 10 años solo creó 1.6 millones de empleos en el sector formal, condena a la inmensa mayoría a ubicarse y acrecentar la economía informal del país.
Dar educación en sus distintos niveles a otros 2 millones de niños (en 6 años) implica absorber a otros 330 mil anualmente…
El ya presionado sistema de salud ¿cómo lo atenderá?

Esta acción del gobierno norteamericano está secundada por quienes lo eligieron, no es una ocurrencia… sino una consecuencia.