11 : 10 : 55  HRS ABRIL 10, 2025

El fanatismo: un peligro para la democracia

La diversidad de opiniones y la libertad de expresión son el aire que mantiene viva a una democracia.

12 de abril, 2023 popularidad de obrador

Recientemente, he leído diferentes opiniones (y me he enfrascado en conversaciones) acerca de la existencia de algún dios (o, en su caso, dioses). En estos mismos días, también me he enfrascado en charlas acerca del presidente López. En este rango de discusiones, noté, sin sorpresa alguna, que muchas personas que defienden la idea de un mundo sin dios y que incluso llegan a ofender a las personas que sí creen en un ser supremo, sea cual sea, muestran una devoción casi religiosa al líder de Morena y actual presidente de México. Esto me llevó a pensar en cómo el fanatismo, sin importar de qué tipo sea, es un peligro para la democracia, especialmente para una incipiente, como la nuestra.  

El fanatismo religioso y el fanatismo político son dos formas de extremismo que comparten muchas similitudes. Ambos se basan en creencias dogmáticas y absolutistas, suelen estar asociados con una falta de tolerancia hacia los que piensan de manera diferente y pueden llevar a la violencia. Recuérdense actos que han llevado a cabo los seguidores de López, cómo la quema de la efigie de la ministra Norma Piña en la plancha del Zócalo capitalino. Este fanatismo político puede ser explotado por líderes carismáticos con la finalidad de socavar la democracia.

Te podría interesar:

México: un futuro robado por el presidente López (ruizhealytimes.com)

Juntas, la diversidad de opiniones y la libertad de expresión son el aire que mantiene viva a una democracia. El fanatismo puede limitar estas libertades y hacer que la democracia sea menos efectiva. Los fanáticos pueden ser más propensos a apoyar líderes autoritarios que limitan la libertad y la democracia en nombre de sus propias creencias o ideologías, sin importar si arrollan los derechos de los “herejes”. 

El fanatismo político puede impactar en la democracia a través de la polarización política. Cuando los fanáticos tienen creencias absolutas e inamovibles, pueden tener dificultades para encontrar puntos en común con aquellos que piensan de manera diferente. Esto puede llevar a la división y a la polarización en la sociedad, lo que puede hacer que sea más difícil llegar a acuerdos y compromisos políticos. En resumen, esto es lo que el presidente López ha promovido en lo que lleva de sexenio. La polarización, división y el autoritarismo, a diferencia de la democracia, son el aire que mantienen vivo a su partido y a su gobierno.  

Este fanatismo político impactó negativamente en la capacidad de las personas para participar en la política y en la toma de decisiones. Los fanáticos pueden estar menos dispuestos a escuchar y debatir puntos de vista diferentes, lo que puede limitar la capacidad de la sociedad para resolver los problemas que nos aquejan a todos. Piénselo usted, estimado lector, ¿cuántas discusiones ha escuchado o leído cuya única finalidad es defender o atacar lo que dijo o hizo el presidente López y no en buscar soluciones a los problemas que todos los miembros de la sociedad (sin importar si pertenecemos al equipo “fifí” o al equipo “pueblo”, esos grupos que el presidente ha creado de manera artificial) experimentamos día a día?

Si buscamos continuar con la democracia joven, de la que aún gozamos (socavada, sí, pero en resistencia), debemos dejar atrás ese fanatismo político del que se nutren los líderes carismáticos. Sin importar cuánto nos agraden, debemos empezar a verlos como simples mortales, con todas sus falencias y virtudes, y no como seres supremos e infalibles que conocen exactamente lo que necesitamos y queremos. Porque de continuar así, pronto viviremos en una república teocrática.   

Antes de irme, estimados lectores: 

La lluvia cae sin cesar, pero la esperanza también. Acompaña a Fidel en su lucha por la libertad y el amor perdido en “El blues de Tláloc”.

Te podría interesar:

Somos la corrupción (o una triste crónica de la vida oficinista) (ruizhealytimes.com)

Comentarios


Eddy Belleguele y las creencias

En la novela Para acabar con Eddy Belleguele, el francés Édouard Louis cuenta lo que fue su vida desde la infancia hasta...

abril 4, 2025
Cuando hablamos de polarización hablamos de, al menos, tres procesos sociales que se retroalimentan. Voy a detenerme en cada uno de ellos con los datos más recientes sobre España.

Sociedades polarizadas: la nueva normalidad

Luis Miller Investigador Científico, Centro de Ciencias Humanas y Sociales (CCHS – CSIC) No hace mucho tiempo, proliferaban los debates académicos y...

abril 9, 2025




Más de categoría
Cuando hablamos de polarización hablamos de, al menos, tres procesos sociales que se retroalimentan. Voy a detenerme en cada uno de ellos con los datos más recientes sobre España.

Sociedades polarizadas: la nueva normalidad

Luis Miller Investigador Científico, Centro de Ciencias Humanas y Sociales (CCHS – CSIC) No hace mucho tiempo, proliferaban los...

abril 9, 2025
Se habla ya, en lo económico, de poscapitalismo; en lo político, ¿para cuándo hablaremos de posdemocracia liberal?

Se habla ya, en lo económico, de poscapitalismo; en lo político, ¿para cuándo hablaremos de posdemocracia liberal?

Se han venido escuchando voces que hablan del advenimiento indiscutido de una era poscapitalista en lo económico, y es...

abril 9, 2025
Ni siquiera hay que ser abogada

Ni siquiera hay que ser abogada

El plagio de tesis viola la Ley de la UNAM y la Ley de Profesiones, que son disposiciones de...

abril 9, 2025
El término puede remitirnos a un tema ecológico o algo así. Pero no. Este nuevo término da significado a algo mucho más delicado e importante de atender aunque si es una especie de subdivisión entre sexos e identidades.

La Manosfera: el odio a las mujeres

La manosfera es machismo y misoginia  con la diferencia que vive y tiene origen en las redes sociales e...

abril 8, 2025