El consumo privado en México revela debilidad en la recuperación económica

José Luis Romero Hicks analiza los datos del consumo privado en el mercado interno dado a conocer recientemente por el INEGI.

9 de febrero, 2022

Jose Luis Romero Hicks

Se acaba de dar a conocer el reporte sobre el estado del indicador mensual del consumo privado en México. Este importante indicador, nos permite conocer la trayectoria del consumo privado en el mercado interno del país, por lo que gracias a que contamos con esta herramienta, podemos conocer si los hogares en lo general están incrementando o disminuyendo sus dotaciones de consumo, el cual se compone de una gama amplísima de bienes y servicios. Al observar la evolución del indicador del consumo privado en México, uno puede constatar dos cosas muy relevantes que han ocurrido en los últimos tres años y medio;

En primer lugar, la trayectoria del consumo en México, que venía siendo ascendente, se aplanó. Coincidentemente o no, desde el último trimestre de 2018, cuando se da la decisión de la cancelación del aeropuerto de Texcoco, el consumo se estancó. Como todos sabemos, la pésima decisión de cancelar un megaproyecto del sexenio anterior mandó un mensaje muy negativo sobre lo que vendría hacia delante en las decisiones de política económica del gobierno del presidente López Obrador.

En segundo lugar, hace exactamente dos años, en el terrible confinamiento de marzo de 2020 con la llegada de los primeros embates del SARS-COV-2 en nuestro territorio, se derrumbó el indicador del consumo de una manera nunca antes vista desde que éste se contabiliza.

Indicador Mensual del Consumo Privado en el Mercado Interno
(Índice base 2013 = 100)

Una buena y una mala del consumo en noviembre

Las cifras que se acaban de presentar del indicador del consumo privado en México corresponden al mes de noviembre, y la buena noticia es que en noviembre de 2021 y con cifras desestacionalizadas, el indicador registró un aumento en términos reales de 0.7% a tasa mensual. En línea con el dato mensual, el indicador del consumo tuvo un incremento anual de 6.1%. En otras palabras, en noviembre del año pasado el consumo aumentó 0.7% con respecto a octubre y 6.1% con respecto a noviembre del 2020.

La mala noticia es que, en noviembre, el indicador del consumo se encuentra muy por debajo de los niveles previos a lo deseado. De hecho, el indicador del consumo se encuentra en niveles comparables con los que se tenían hace cuatro años. Es claro como el golpe de la pandemia del Covid-19 se dejó sentir de manera muy importante en la disposición y posibilidades de los hogares para gastar.

Viendo un poco más a detalle, el consumo en bienes de origen importado creció 1.2% respecto a octubre y el de bienes y servicios de origen nacional avanzó 0.2%.

A su interior, el gasto en bienes de origen importado ascendió 11.6% y el gasto en bienes y servicios nacionales tuvo un alza de 5% (el de los servicios subió 8.8% y el de bienes lo hizo en 1.6%).

Desglose general del Indicador Mensual del Consumo Privado en el Mercado Interno
(Cifras desestacionalizadas)

Revisión de la teoría económica y el consumo agregado hoy

El consumo de bienes y servicios por parte de los habitantes de una nación (consumo agregado) ha sido ampliamente estudiado desde hace siglos, y fue visto como un signo de la fortaleza económica y bienestar general de un pueblo.

Pero el economista John Maynard Keynes, ya en la década de los treinta del siglo XX, hizo el planteamiento formal del modelo bajo el cual hemos estudiado el consumo a lo largo de generaciones.

Conviene revisar lo que planteó Keynes, sobre el consumo y hacer un análisis con la coyuntura macroeconómica actual para comprender mejor la trascendencia de este importante indicador y el lugar en el que nos encontramos actualmente.

De acuerdo con Keynes, el consumo depende primero y fundamentalmente del ingreso de un país. Del total de los ingresos del país, los cuales medimos como Producto Interno Bruto o PIB, una fracción muy importante se destina al consumo. En algunos países se ha documentado que esa fracción llega a ser del orden del 90 por ciento o más.

La primera hipótesis subyacente al estado actual del consumo en México es que, al derrumbarse el producto interno bruto como resultado de la pandemia y mantenerse en un estado de estancamiento, es perfectamente normal que esto se refleje en el consumo.

Dicho de otra manera, con menos PIB, menos empleo y menores ingresos para los hogares. Por lo tanto, hay menos posibilidades de mantener un nivel de consumo agregado como antes de la pandemia del Covid-19.

Otro aspecto de la política económica del Estado que llega a influir demasiado en el consumo son los impuestos que se cobran, tanto a los ingresos que obtienen las personas, como a los propios productos y servicios.

Comprender el papel de los impuestos en el consumo ha hecho posible que ahora los gobiernos no solo establezcan impuestos con fines meramente recaudatorios, sino también para incentivar o desincentivar el consumo de ciertos productos. Por ejemplo, la gasolina, el tabaco, las bebidas alcohólicas o excesivamente azucaradas, por mencionar algunos.

Aquí resulta relevante como los subsidios a las gasolinas (un impuesto a la inversa) no han sido suficientes para frenar el aumento de los precios de los hidrocarburos, lo cual ha aportado su granito de arena en el incremento de la inflación que hemos estado viendo desde el año pasado.

La hipótesis subyacente con respecto a este punto, es que, con un estado cada vez menos ingresos para paliar el estancamiento económico, se deberá seguir incurriendo en los próximos años en más deuda pública, y con ello, es normal observar que los hogares sean más cautos a la hora de gastar. No son buenas noticias para el indicador del consumo en el futuro próximo.

Y el otro componente importante de la teoría para comprender el consumo es la necesidad de ahorro de los hogares. Aquí se asume que dada cierta percepción que tengan los hogares de obtener menores ingresos en el futuro, éstos tenderán a ahorrar más en determinados periodos, y por ende, a consumir menos.

Aquí resulta muy evidente que la inflación, y en especial el aumento de los precios de los bienes alimentarios de carácter básico, es un factor que manda un mensaje directo a los hogares: “hoy la vida cuesta más y por lo tanto no podemos darnos el lujo de comprar como lo veníamos haciendo.”

Al comparar de manera interanual (2021 vs 2020) con las cifras más recientes del indicador del consumo privado en México, nos podemos dar cuenta que hay un descenso muy importante en el consumo de bienes duraderos y semiduraderos en el país.

Este tipo de bienes son por ejemplo, automóviles, casas, aparatos electrodomésticos, y en general, bienes con esas características.

En noviembre de 2021, el consumo de los bienes duraderos de origen nacional cayó 4.1 por ciento con respecto a noviembre de 2020, y el de los semiduraderos se contrajo 5.3% con respecto a ese mismo mes.

Pues bien, el encarecimiento de la vida en términos alimentarios no es el único aspecto en el que se ha dejado sentir la inflación, pues también los bienes duraderos y semiduraderos han experimentado alzas importantes.

Por mencionar un ejemplo, hoy un auto seminuevo cuesta alrededor de 20 por ciento más que lo que costaba hace un año.

Indicador Mensual del Consumo Privado en el Mercado Interno
(Variación porcentual anual)

Últimos comentarios

A pesar del ascenso constante del consumo privado en México de los últimos meses, especialmente en 2021, la recuperación completa de este indicador macroeconómico aún está lejos.

Con base en la tendencia mostrada por el indicador, sería hasta mediados de 2023 cuando podríamos estar observando niveles del indicador del consumo privado similares a los que se tenían antes del comienzo de la pandemia del Covid-19.

Naturalmente, esta recuperación y la continuidad de la marcha ascendente del consumo, dependerá de que la economía salga de la estanflación en la que se encuentra actualmente.

El impacto de Ómicron, que si bien no se tradujo en demasiadas muertes en este invierno, sí dejó cientos de miles de trabajadores incapacitados por contagio del Coronavirus, aletargando más la recuperación en el producto interno bruto, y por lo tanto, del consumo.

Comparativamente con otros países de la región, Brasil, Estados Unidos, Perú, Colombia y Chile, nuestro país es el que tiene el peor desempeño económico reflejado en el producto interno bruto.

Desempeño comparativo de México con países del hemisferio
(PIB y tendencia desde el 2016 al 2019)