EDUARDO TAMBIÉN ESTÁ EN:

Ebrard y Movimiento Ciudadano

El futuro de Ebrard fuera de Morena no es prometedor, aunque logre postularse por MC a la Presidencia, no tiene la fuerza necesaria para provocar una desbandada.

14 de septiembre, 2023

Israel Aparicio

Marcelo Ebrard Casaubón está muy cerca del rompimiento con el partido político Morena, al no haber sido favorecido en el proceso interno que dejó como virtual candidata presidencial a la exjefa de gobierno, Claudia Sheinbaum. La ganadora por amplio margen, en una muy vigilada encuesta nacional, llamó a la unidad, aunque estas palabras compartidas por el presidente Andrés Manuel López Obrador(AMLO) no conmovieron al alicaído suspirante que siempre se quejó del piso disparejo en el largo proceso.

Como se recordará el excanciller se bajó del proceso y pretendió dinamitar el ejercicio demoscópico horas antes de su culminación, previo al conteo de las boletas circulares con los datos, aseguró que el ejercicio estaba viciado de origen y debía reponerse. Ordenó a sus representantes salir del salón donde se realizó el recuento, para no volver a vérsele en la presentación de la ganadora ni cerca de sus compañeros competidores morenistas.

Si bien Ebrard aún no hace oficial su salida del partido, pues da como fecha definitiva el día de la respuesta que le den los órganos internos de Morena a sus denuncias, parece casi imposible que se reponga la encuesta. El también ex jefe de gobierno va pateando el bote de su salida y trata de ganar espacios en los medios de comunicación que le permitan no apartarse de la agenda política, de cara a lo que parece ser su inminente candidatura presidencial mediante el partido Movimiento Ciudadano (MC).

Por su parte, en el instituto político dirigido por Dante Delgado, se viven tiempos de caos y división, debido a la insurrección del polémico gobernador de Jalisco, Enrique Alfaro, quien busca una alianza, al menos estatal, con el frente amplio opositor. En Jalisco, donde MC tiene sus fuertes bastiones electorales y donde gobierna en torno a su verdadera naturaleza derechosa, las encuestas muestran que sin alianza, las probabilidades de que Morena gane la gubernatura son muy altas.

Conocedor de esta realidad Alfaro entiende que su escasa popularidad ya no le da para buscar ser candidato presidencial, pero al ser el pequeño cacique de MC en Jalisco, sabe reunir las voluntades para concretar una alianza con el PRIAN, le dará mejores dividendos. No en vano le importó poco las formas en que se reunió con Xóchitl Gálvez, antes de ser ungida como virtual candidata presidencial de la oposición.

Con la renuncia a ser candidato presidencial de Luis Donaldo Colosio, hijo del candidato presidencial asesinado en 1994, el camino a una posible postulación por MC para Ebrard resulta más claro. El propio suspirante ha mencionado que se ve a sí mismo en la boleta electoral, por lo que al finalizar el periodo de registro para una candidatura independiente, ya solo le queda la opción de MC para una eventual postulación. El exsecretario de relaciones exteriores ya tenía vínculos en el pasado con el partido naranja.

Para justificar los pasos de su salida de Morena, Ebrard acusó que el proceso estuvo viciado desde el inicio con acarreos y movilizaciones a favor de Claudia Sheinbaum. Dichas denuncias las presentó ante los órganos internos del partido, después de su conferencia al concluir la interna y dados los resultados donde perdió por más de dos dígitos en la encuesta.

A pesar de los intentos por evitar el desprendimiento del aspirante presidencial, los ánimos parecen más caldeados y las primeras reacciones del político fueron de confrontación al trascender que mencionó que no se sometería a la ganadora del proceso interno. Las diferencias entre Ebrard y Sheinbaum parecen irreconciliables después de la tragedia del metro en 2021.

El futuro de Ebrard fuera de Morena no es prometedor, aunque logre postularse por MC a la Presidencia, no tiene la fuerza necesaria para provocar una desbandada en el partido oficialista que le haga ganar la contienda presidencial. Su candidatura bajo las siglas de MC podría ser solo testimonial, sin grandes posibilidades ante la maquinaria aceitada de morena, que podría volver a arrasar en los estados y ganar de forma holgada en la primera magistratura.

El proceso electoral del 2024 apenas inició de forma oficial en el INE, por lo que la fecha de la elección es aún distante, pero las encuestas recientes con cierta credibilidad, demuestran que la candidata Gálvez, está aún muy lejos de la favorita Claudia Sheinbaum.

Aunque el sisma provocado por Ebrard es aún difícil de evaluar en sus consecuencias al interior de Morena, difícilmente será el factor que defina la elección que seguramente será más competitiva de lo que se esperaba. Los largos meses de desgaste para las principales candidatas traerán nuevas vicisitudes, sobre todo en el caso de la senadora Gálvez a quien ya le apareció otra acusación de “la casa chueca”, que parece hasta un karma, cuando ella explotó el tema de la casa gris, rentada por el particular primogénito del presidente AMLO, pero que sirvió para la grilla y el golpeteo barato.

MC al negarse a ir en alianza apuesta a ser la tercera vía que se consolide rumbo a la lejana elección de 2030, Ebrard podría ser el relevo de Dante Delgado al frente del partido, donde se buscaría consolidar a figuras como el gobernador de Nuevo León, Samuel García y el alcalde Colosio. Si bien García ha declarado sus intenciones de contender por la presidencia de la república, es muy factible que se negocie a favor de la candidatura de Ebrard que le haría aumentar el poder político del partido naranja, sin importar mucho que su triunfo en la elección presidencial resulta casi imposible. Su postulación podría ser solo una revancha personal que opaque la gran labor que hizo el excanciller en tiempos álgidos de la pandemia, dejando su papel en el basurero de la historia como ocurrió con Ricardo García Bermeja en Coahuila.