En la novela Los caníbales, Jean Teulé nos cuenta cómo, en la Francia de 1870 un pueblo entero, por amor a la patria, toma a uno de sus habitantes y debido a un malentendido lo destrozan vivo, lo matan y se lo comen.
No es difícil relacionar este acontecimiento con la toma del Capitolio en Washington ocurrida en 2020 por una turba azuzada por el el propio presidente. Quizá ese evento, comparado con el ocurrido en la Francia parezca una caricatura, pero contiene el germen de lo que puede ocurrir en cualquier lugar y en cualquier momento si se continua alimentando el odio y el resentimiento como instrumento de manipulación para hacerse del poder.
La semana pasada te hablé de la novela Los caníbales, de Jean Teulé. Como ya vimos, en ella se cuenta un hecho verídico que tuvo lugar el martes 16 de agosto de 1870 en el pequeño pueblo de Hautefaye, en el suroeste de Francia.
Por un malentendido, una turba de seiscientas personas insultó, golpeó, torturó, quemó y devoró a Alain de Monéys, de apenas veintiocho años, vecino de la localidad, y, a priori, querido por todos los habitantes del pueblo.
Si se tratara simplemente de una historia de ficción podríamos tomarla como una parábola acerca de los peligros de la polarización combinada con la injusticia, la precariedad creciente y la falta de oportunidades para el futuro. Sin embargo, al tratarse de un hecho que realmente ocurrió, no sólo permite esa lectura sino la advertencia real de que, cuando se ha creado un cierto caldo de cultivo exacerbado por un desmedido fervor patriótico o ideológico, las cosas pueden salirse de control con enorme facilidad y sin que sea posible prever cómo terminarán.
En la crónica recogida por Teulé «los prusianos» eran un ente abstracto –ninguno de los habitantes de la región había visto jamás a alguno– pero que ante las circunstancias desatadas por accidente esa mañana se habían convertido en «el mal encarnado», en este caso, encarnado por un joven burgués, de buena posición social y apreciado en la comarca. Sin embargo, el hecho de que todos llegaran a un acuerdo tácito y absurdo de que un «prusiano» estaba en la aldea llevó a que destruirlo –haciéndolo sufrir lo más posible–, se convirtiera en un acto de amor a la patria, que sabían a punto de caer en la guerra, aunque nadie se atrevía a reconocerlo.
Atacar a De Monéys sirvió como mecanismo para proyectar y liberar todas su frustración y odio, no ante lo que el joven había dicho, sino ante la situación de pobreza y desesperanza en que vivían. Crear enemigos simbólicos y polarizar los ánimos como mecanismo de atraer al pueblo a la causa propia puede funcionar en alguna medida, pero también puede convertirse en una bomba de tiempo que cualquier chispa, por pequeña que parezca, la puede hacer estallar, sin que sea posible prever la dimensión y profundidad de las consecuencias.
El sentimiento de rencor y hostilidad hacia el enemigo, verdadero o inventado, produce un enorme poder y cohesión en el corto plazo. Por eso se trata de una técnica utilizada con frecuencia. El propio presidente Trump no ha escatimado declaraciones donde afirma que deben luchar contra el enemigo interno –opositores y migrantes–, de los cuales una buena parte son tan estadounidenses como él. también ha dicho que odia a sus enemigos y no les desea bien, y esa clase de arranques resultan muy apreciados por sus seguidores.
Retomando el relato de Teulé, no es difícil recordar como hecho afín la toma del Capitolio en Washington por una turba azuzada por el el propio presidente. Quizá ese evento, comparado con el ocurrido en la Francia de 1870 parezca una caricatura, pero es tiene el germen de lo que puede ocurrir en cualquier lugar y en cualquier momento si se continua alimentando el odio y el resentimiento como instrumento de manipulación para hacerse del poder.
Instagram: jcaldir
Twitter: @jcaldir
Facebook: Juan Carlos Aldir
De Frente Y Claro | Pemex sigue en el ojo del huracán
Por más que el gobierno federal afirme que Pemex saldrá adelante, cada día está peor. Una pequeña muestra lo...
diciembre 4, 2025
Transiciones. En México hicieron falta más Suárez y Fernández Miranda, y menos Fox Quesada y Carlos Castillo Peraza
Las transiciones democráticas entre las de España y de México no pueden ser más disímbolas. De entrada y antes...
diciembre 3, 2025
Al rescate de la industria hípica. Nuestra solicitud a doña Claudia Sheinbaum Pardo, Presidenta de todos los mexicanos
La Industria Hípica de Carreras de Caballos merece un rescate y necesita urgentemente la atención de doña Claudia y...
diciembre 3, 2025
La Adelita
Adelita Grijalva, congresista del Partido Demócrata por el séptimo distrito de Arizona, es hoy todo un fenómeno en Estados...
diciembre 3, 2025