Ante la llegada de Donald Trump en su segundo periodo como Presidente de los Estados Unidos nos hace recordar que “No hay plazo que no se cumpla ni deuda que no se pague”, al iniciar Trump con una serie de acciones que ya había venido vertiendo, prometiendo y amenazando desde su campaña electoral, entre las que destaca el expulsar a más de 11 millones de ilegales.
Muchas personas comentaban que era puro blof de Trump y que no llevaría a cabo sus promesas, pero en cuanto asumió el cargo este 20 de enero del 2025, inició firmando los documentos para que se hagan efectivas.
Y ahora a enfrentar la cruda realidad que en cuanto a los millones que saldrán de los Estados Unidos, y de ellos, una buena parte llegarán a México, lo cual será un difícil y caótico problema.
En ese tenor, El Colegio de la Frontera Norte (COLEF) a través de sus expertos en el tema, calculan que siete de cada 10 mexicanos han permanecido viviendo ilegalmente en Estados Unidos al menos 10 años, lo que nos indica que alrededor de 2.5 millones podrían salir y llegar a México. Además, de cada 10 mexicanos ilegales, seis nacieron en 10 estados de nuestro país como: Veracruz, Guanajuato, Oaxaca, Michoacán, Jalisco, Guerrero, Chiapas, Hidalgo, San Luis Potosí y Puebla. Sumándose la advertencia de que 4.9 millones de paisanos con esta clasificación están en riesgo de ser deportados.
Sobre el tema. el doctor José Francisco Barraza, del COLEF, aseveró que, los estados de México deben estar preparados con políticas que garanticen los derechos humanos y laborales para una calidad de vida para estos mexicanos que se podrían ver afectados en próximos días por las amenazas del presidente Donald Trump.
De igual manera, Christopher Kerosky abogado migratorio colaborador de medios latinos en los Estados Unidos, señaló que ese país nunca ha deportado a más de medio millón de inmigrantes en un año, y muchos de ellos fueron deportados cuando intentaban ingresar al país; eso es muy costoso para la nación que expulsa y quien recibe, en este caso México y Estados Unidos.
Agregando que en la actualidad existen alrededor de 2.5 millones de personas en proceso de deportación y su proceso suele tardar entre cinco y siete años. Y para repatriar cinco veces ese número, se requeriría un aumento masivo y costoso en el número de jueces, tribunales y abogados del gobierno.
En la misma línea, Aidé Martínez, antropóloga y especialista en movimientos migrantes, aseveró que México históricamente ha sido un país de trasiego, pero de igual manera de decenas de expulsados, siempre en búsqueda de mejoras de vida. Desatacando que la mayoría de los migrantes mexicanos construyen, no destruyen; trabajan en la obra. Las mujeres son cuidadoras o trabajan en espacios para la salud; son una fuerza importante de ese país. Por lo que para EEUU será una situación preocupante, en caso de quedarse sin este sector, ya que 72% de las personas no autorizadas para vivir allá, están dentro de la fuerza laboral. El resto son menores de edad, estudiantes o personas dedicadas a las labores del hogar.
Y de acuerdo con los datos contenidos en el estudio del Colegio de la Frontera Norte, quienes trabajan, están principalmente en los sectores de construcción y servicios, y si se dan las deportaciones masivas, serían los principales sectores económicos afectados en la economía estadounidense.
Por otra parte, Aidé Martínez, destacó que los mexicanos que laboran en Estados Unidos son una fuerza importante de ese país, si los deportan, a donde lleguen, los estados que podrán recibirlos, desde su perspectiva, no están preparados para darles los salarios que ellos buscan. Ya que dos mil pesos no sirven de mucho; por el contrario, eso sería lo que ellos ganan muchas veces en medio día de su empleo.
Sumándose entre los primeros impactos sociales para los migrantes mexicanos, la deportación de familias completas, que su vida se ha desarrollado en Estados Unidos, resultando que muchos de ellos ya no tienen parientes en México. De igual manera, está la separación de familias de los hogares mixtos, con principal afectación para los menores de edad, quienes estarían en riesgo de quedar en orfandad.
Grave y muy problemático será el regreso de lo que podrían ser varios millones de mexicanos que vivían en los Estados Unidos, pero ilegalmente, dado que, si bien se habla de que el gobierno mexicano está preparado para recibirlos y apoyarlos, la gran duda es ¿podrán ayudar y apoyar a todos los que lleguen? ¿Por cuánto tiempo?
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