Caso Río Virgen: todo se reduce al sureste

A raíz de la detención de José Manuel del Río Virgen se ha especulado cómo afectará este hecho a la sucesión presidencial de 2024.

29 de diciembre, 2021

Ginés Sánchez

Estar implicado en un caso de asesinato no es cosa menor, y es precisamente en lo que está metido el Secretario técnico del Senado, José Manuel del Rio Virgen. Se trata de alguien de toda la confianza de Ricardo Monreal y de Dante Delgado (dueño del “partido rémora” y, por ende, el oportunista más grande y cínico de nuestra transición democrática). Especulaciones van y vienen, pero el que esto escribe puede entender que se trata de una jugada política maestra urdida desde Palacio Nacional y las oficinas de Bucareli (SEGOB). El objetivo sería incidir en la sucesión de 2024; también pudiera ir ahí, en combo, el tema de la Reforma eléctrica, muy importante para el rumbo correcto de la Nación en las siguientes décadas.

El temple de acero mostrado por el presidente López Obrador cuando se abordó el espinoso tema en la mañanera con total tranquilidad a la hora de responder, dice mucho. Y es que todo el merequetengue sucede y tiene como protagonistas a actores políticos de las mayores confianzas y lealtades al presidente López Obrador en el SURESTE del país: Cuitláhuac García, gobernador veracruzano (como se asume también AMLO, porque la Constitución del estado le da ese gentilicio, al ser su Padre oriundo de Veracruz); y el nuevo Secretario de Gobernación, Adán Augusto López (también Gobernador con licencia), paisano del presidente. No es nada improbable que Río Virgen realmente tenga alguna responsabilidad en el homicidio por el cual está detenido, y eso dejaría muy pero muy mal parado a Ricardo Monreal, y de paso al Canciller Marcelo Ebrard quien ya se montó abiertamente en el caso.

De ser acertado lo anterior, quedarían solo dos contendientes con posibilidades reales al 2024: Claudia Sheinbaum y Adán Augusto López Hernández, y (quien sabe) pudiéramos ser testigos, después de varias décadas, de una sucesión presidencial entre políticos de altos vuelos originarios del Sureste, como ya lo fue el caso de Miguel Alemán y Adolfo Ruiz Cortines, ambos veracruzanos. El presidente busca una sucesión exitosa, virtuosa en cuanto a la continuidad del RUMBO DE NACIÓN se refiere, y en eso nuestra Historia nos puede ilustrar con ejemplos que van desde los sexenios del General Cárdenas, hasta el de Gustavo Díaz Ordaz.

Ahora bien, en caso de no existir los elementos suficientes para procesar penalmente a Río Virgen, todo este escándalo político navideño (casualmente, como el incidente de los Moreno Valle en Puebla, tres años atrás), resultaría una suerte de ensayo, de hipotéticos escenarios, reacciones y reagrupamientos. Esto afectaría tanto a la Presidencia como a Ebrard y Monreal. A Dante Delgado, por su parte, ya “le midieron el agua a los camotes” y vieron que fuera del lopezobradorismo no tendría vida ni futuro políticos.

Bien haría el presidente en ir de una buena vez tomando todos los hilos, sin dejar cabos sueltos, con miras a una sucesión presidencial sin sorpresas desagradables de último momento. Cabe recordar que México pagó muy caro cuando menos en dos procesos sucesorios que se le salieron al presidente en turno de las manos: 1968 a Don Gustavo Díaz Ordaz y 1994 a Carlos Salinas de Gortari. En ese delicado tema, más vale prevenir hasta con exceso de precaución, que lamentar.

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