Desde hace varios meses ya, se ha venido dando la noticia de que por instrucciones de Andrés Manuel López Obrador se va a construir un hospital del ISSSTE en los terrenos del Centro de Convenciones de Acapulco, QUE SE ENCUENTRA UBICADO EN LA ZONA DORADA DE LA BAHÍA, CUYO USO DE SUELO ES ESENCIALMENTE TURÍSTICO Y RESIDENCIAL.
La ocurrencia de plantar un hospital federal en el corazón de la bahía de Acapulco no solamente implica una aberración urbanística y un inminente desastre para la vocación turística de esa zona del puerto, sino que además, CONSTITUYE UNA VIOLACIÓN DIRECTA DEL ARTÍCULO 26º DE LA CONSTITUCIÓN FEDERAL, YA QUE LA DECISIÓN DE PLANTAR ESE HOSPITAL DEL ISSSTE EN PLENO CORAZÓN DE LA ZONA TURÍSTICA MÁS IMPORTANTE DE ACAPULCO, NO HA SIDO SOMETIDA A LA CONSULTA QUE ORDENA LA CONSTITUCIÓN EN EL ARTÍCULO MENCIONADO.
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La decisión UNILATERAL impulsada por el Presidente de la República, viola la Ley General de Asentamientos Humanos en lo correspondiente a la competencia del Municipio de Acapulco, SEGÚN EL ARTÍCULO 11º, FRACCIÓN II EN MATERIA DE USOS DE SUELO.
VIOLA LA FRACCIÓN XXII, PORQUE ES UNA DECISIÓN IMPUESTA POR ENCIMA Y EN AUSENCIA DE LA CONSULTA CIUDADANA OBLIGATORIA para poder modificar los usos de suelo vigentes en la zona turística y residencial donde se ubica el Centro de Convenciones.
Los planes municipales de desarrollo urbano NO PUEDEN IMPONERSE POR ENCIMA DE LA VOLUNTAD CIUDADANA cuyos derechos deben respetarse obligatoriamente.
La imposición presidencial viola asimismo el artículo 19 de la ley que a la letra dice:
Artículo 19. “PARA ASEGURAR LA CONSULTA, OPINIÓN Y DELIBERACIÓN DE LAS POLÍTICAS DE ORDENAMIENTO TERRITORIAL Y PLANEACIÓN DEL DESARROLLO URBANO Y DESARROLLO METROPOLITANO, CONFORME AL SISTEMA DE PLANEACIÓN DEMOCRÁTICA DEL DESARROLLO NACIONAL PREVISTO EN EL ARTÍCULO 26 DE LA CONSTITUCIÓN Política de los Estados Unidos Mexicanos, las entidades federativas Y LOS MUNICIPIOS, en el ámbito de sus respectivas competencias, CONFORMARÁN LOS SIGUIENTES ÓRGANOS AUXILIARES DE PARTICIPACIÓN CIUDADANA Y CONFORMACIÓN PLURAL:
- Los consejos estatales de ordenamiento territorial y Desarrollo Urbano;
- Las comisiones metropolitanas y de conurbaciones, y
III. Los consejos municipales de Desarrollo Urbano y vivienda de ser necesarios.
Corresponderá a los poderes ejecutivos de las entidades federativas, los municipios y las Demarcaciones Territoriales LA CREACIÓN Y APOYO EN LA OPERACIÓN DE TALES CONSEJOS, EN SUS RESPECTIVOS ÁMBITOS TERRITORIALES.”
No se ha dado intervención al Instituto Nacional de Bellas Artes ni se ha escuchado a la Facultad de Arquitectura de la UNAM, a pesar del valor artístico que representa la construcción original del Centro de Convenciones de Acapulco.
La instalación de un hospital público o incluso privado en el corazón de la zona turística más importante de la bahía de Acapulco, y justo a la entrada de la zona residencial de Costa Azul, colindante con la zona hotelera de más alto nivel en el puerto, CONSTITUYE UNA ARBITRARIEDAD Y UNA EQUIVOCACIÓN MÁS GRAVE AÚN, QUE LA IMPOSICIÓN DE LOS TRIBUNALES EN PLENA ZONA DE CALETA.
El estado de abandono en que se ha mantenido a Acapulco por sus diversas autoridades municipales, estatales y federales, parece encaminado a abandonar la bahía a su suerte, y alejar de ahí cualquier apoyo oficial, en la creencia errónea de que “ACAPULCO” es únicamente la zona diamante.
LAS AUTORIDADES ACTUALES, PARECEN DISPUESTAS A RENDIRSE ANTE EL CRIMEN ORGANIZADO Y ENTREGARLE LA BAHÍA DE ACAPULCO PARA QUE LA DEPAUPERATE COMO OCURRIÓ CON EL OTRORA LUJOSO FRACCIONAMIENTO DE MOZIMBA POR LOS RUMBOS DEL CAMINO A PIE DE LA CUESTA.
Mozimba fue en su tiempo equiparable al fraccionamiento Las Brisas, pero la irresponsabilidad y el caos gubernamental permitieron las invasiones de terrenos y casas, hasta sepultar aquella urbanización que hoy es zona de delincuentes, narcomenudistas, y madriguera de toda clase de criminales.
Para construir el hospital del ISSSTE, debe respetarse NO SOLAMENTE LA VOLUNTAD DE LOS AFECTADOS INMEDIATOS, sino los planes de desarrollo urbano y las disposiciones legales que claramente hacen improcedente plantarlo en plena zona turística y residencial.
Es más que sabido que donde quiera que se instalan hospitales públicos, llegan los puestos de fritangas, los vendedores ambulantes y con ellos, los extorsionadores que cobran derecho de piso, y que tendrían una verdadera “mina de oro” para delinquir en agravio de los vecinos de Costa Azul y demás colonias inmediatas, además de extender sus delitos a la zona hotelera más importante de la bahía.
La sociedad acapulqueña, en su calidad de ciudadanía debe hacer valer sus derechos constitucionales en contra de la imposición ilegal de un hospital del ISSSTE en las instalaciones del Centro de Convenciones de Acapulco, QUE NO PUEDE DARSE POR MUERTO, simplemente porque la corrupción que sigue imperando, prefiere lucrar con una obra perjudicial, que reactivar un polo de atractivo turístico y cultural que nos costó a todos los mexicanos pagar con nuestros impuestos.
LAS OBRAS PÚBLICAS NO PUEDEN SER FRUTO DE OCURRENCIAS NI DE IMPOSICIONES, VIOLANDO DISPOSICIONES CONSTITUCIONALES Y NORMAS LEGALES.
Los acapulqueños deben elevar su voz de la única manera en que las autoridades tendrán que escucharlos: MEDIANTE DEMANDAS DE AMPARO para detener la imposición arbitraria de esta obra destructiva, incompatible con el uso de suelo y la vocación turística y residencial de la zona en que se pretende imponer.
La bahía de Acapulco tiene que recuperar su esplendor; no debemos permitir que las autoridades municipales y estatales sigan descargando aguas negras, dañando la salud y alejando al turismo.
No podemos permitir que se impongan obras públicas sin la debida planeación, sin los estudios de impacto urbano y ambiental y todos los protocolos aplicables para preservar el valor de la propiedad y la calidad de vida de los habitantes.
Acapulco no puede ser un pueblo fantasma a merced de las bandas criminales.
No es “LA CALOR” la causa de la delincuencia que azota a Acapulco y a todo México.
La improvisación y la imposición arbitraria de decisiones como la de plantar el HOSPITAL DEL ISSTE en una zona cuyo uso de suelo NO LO PERMITE, es lo que propicia que la delincuencia encuentre nuevos territorios para hacer presa de los residentes y de los turistas.
Al gobierno no le importan las marchas multitudinarias ni las protestas ciudadanas. Lo único que puede lograr que las autoridades cumplan la ley, es que acudamos ante la Justicia Federal en demanda de amparo contra la arbitrariedad y la ilegalidad.
Solamente con la Constitución en la mano puede salvarse Acapulco y de la misma forma, todo México.
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