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Aplican primeras vacunas AntiCovid-19

31 de diciembre, 2020

La enfermera María Irene Ramírez, jefa en la Unidad de Terapia Intensiva del Hospital “Rubén Leñero” de la ciudad de México fue el primer miembro del heroico personal médico mexicano en ser inoculado con la vacuna contra el Sars-cov2, el pasado 24 de diciembre. Esta es la única imagen esperanzadora del tormentoso 2020 que ha costado más de 122 mil muertes y millón 300 mil contagios por la pandemia, según cifras oficiales. En ese histórico día se aplicaron 2 mil 795 dosis a médicos y enfermeras de la Ciudad de México, el Estado de México y Querétaro.

En el Hospital General de México se dio inicio a la campaña nacional de vacunación, que coincidió con la Navidad. Ahí el personal médico preseleccionado se dijo agradecido y dispuesto a seguir trabajando de forma comprometida, ahora sin el estrés del temor a contagiarse. Con el semáforo rojo en la ciudad de México y el estado de México, contingentes de médicos y enfermeras de otros estados han llegado a auxiliar a los hospitales saturados del área conurbada por casos de Covid-19, en la denominada Operación Chapultepec del IMSS.

La pandemia por el nuevo coronavirus ha transformado al mundo y desnudado las carencias históricas del sector salud nacional diezmado por los gobiernos neoliberales. La antinacional e irracional estratégica de renunciar a la independencia en materia de producción de vacunas orilló a México a comprar de emergencia a los todopoderosos laboratorios trasnacionales, las dosis que se requieren para empezar a inmunizar a su población, en medio de la demanda internacional donde los países más poderosos tienen acceso privilegiado.

Si bien los primeros embarques del antígeno son insuficientes para los más de 120 millones de mexicanos que requieren ser inoculados, sí representa un paso adelante en brindar una herramienta sólida al exhausto personal de salud que enfrenta la pandemia desde la primera línea de batalla. El largo y complejo camino para lograr la denominada inmunidad de rebaño requiere que más del 80% de la población desarrolle defensas biológicas ante el catastrófico nuevo coronavirus.

México es de los primeros países de Latinoamérica que logró obtener las primeras dosis del antídoto, gracias a las buenas gestiones diplomáticas del canciller Marcelo Ebrard quien ha negociado con diferentes laboratorios la compra de varios millones de distintas vacunas. En su mensaje del 24 de diciembre explicó que se pidieron las primeras dosis para empezar perfeccionar la logística de la compleja cadena de frio que requiere la vacuna.

El histórico primer embarque arribó el pasado 23 de diciembre en un avión de una conocida empresa de paquetería a las 9:00 de la mañana. Fue transportado desde las inmediaciones del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México por un convoy militar a las instalaciones del Instituto Nacional de Cancerología. El segundo embarque con 42 800 vacunas llegó el pasado 26 de diciembre a los aeropuertos de Monterrey y de la Ciudad de México.

La vacuna de Pfizer es el primer antígeno autorizado por la COFEPRIS para su aplicación en el combate a la terrible pandemia que azota al país. Se informó que se espera en entregas paulatinas se llegue a 1.4 millones de dosis antes de finalizar el presente año, el segundo día de aplicación fue el pasado domingo 27 de diciembre en la ciudad de México y de Coahuila.

El presidente Andrés Manuel López Obrador se congratuló del inicio de la campaña de vacunación y se comprometió a que fuera de carácter universal y de acceso gratuito. En un mensaje días después, aseguro que no habría problema si empresas particulares compraban por su cuenta la vacuna anticovid-19. No obstante, esta acción podría trastocar los planes de hacer llegar el antígeno a las clases menos favorecidas, privilegiando a los poderosos emporios nacionales de la salud.

Por su parte el casi inexistente secretario de Salud, Jorge Alcocer, señaló que el acceso a la vacuna no debe relajar las medidas de distanciamiento social y uso del cubre bocas, pues el proceso de inmunización será muy largo y se deben mantener por meses las medidas de contención de la enfermedad.

Existe el peligro real de que los países más poderosos de América del norte y la Unión Europea acaparen la vacuna en números que les permitirían inocular dos y hasta tres veces la capacidad total de su población. El mundo requiere que millones de pobladores sean vacunados, la inmunidad de rebaño solo se logra con la aplicación universal, pero como siempre, los intereses nacionalistas parecen querer imponerse.

La buena noticia del inicio de la vacunación anticovid-19 no fue compartida por eso que llaman oposición y el coro de nado sincronizado de la comentocracia tan alicaída en estos tiempos. Minimizaron el número de vacunas aplicadas y se atrevieron a señalar que la inoculación era un engaño. Exhibidos ante su propia politiquería, el nuevo travestismo aliancista alimentado de traumas y resentimientos, paseó su falta de empatía con el personal médico que es el beneficiado principal de la primera etapa de aplicación.

La aplicación del medicamento llega en medio del posible desbordamiento del sistema nacional de salud en las próximas semanas. El oxígeno medicinal se cotiza como mercancía de lujo. La pandemia ha demostrado que existen mexicanos poco solidarios, inconscientes ante el peligro real, sin distingos de clase social, que continuaron realizando eventos sociales cual negacionistas de la pandemia. Esto conjugado con los “confusos” mensajes de las autoridades sanitarias han provocaron una situación de alarma epidemiológica.

En el largo proceso de vacunación nacional aún restan miles de desafortunadas muertes y contagios, muchos mexicanos podrían no alcanzar a beneficiarse del antígeno de continuar los alarmantes niveles de infección. Es cierto que se ha iniciado el camino hacia el final de la pandemia, pero éste es aún largo, demandante, tortuoso, seguirá costando dolor, recursos y muerte en la población menos favorecida económicamente.

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