La historia de la que hablaré en esta ocasión será sobre una tienda departamental que hoy consideramos como parte de nuestro cotidiano y de nuestra modernidad. Pero que en realidad, y es algo que muchos no saben, es una historia que inició desde otra modernidad, la del siglo XIX y que ha perdurado en la Ciudad de México desde hace 174 años. Esta es la historia del Palacio de Hierro, tienda que ha crecido y se ha transformado junto con la urbe. Y a partir de su relato, planos, anuncios, fotografías y demás registros podemos rescatar aspectos de la vida cotidiana del siglo XIX en México.
Este artículo por lo extenso de su historia se dividirá en dos partes dejando para la siguiente publicación la transformación del edificio, el incendio que sufrió el inmueble y demás detalles de la tienda a inicios del siglo XX.
La leyenda del Palacio de Hierro
La leyenda cuenta que en el centro de la Ciudad de México en 1888, cuando se inició la construcción del primer edificio de la tienda departamental “A las Fábricas de Francia”[1], la gente en la calle que admiraba dicha obra decía “¡Parece un palacio. Un palacio de hierro!”. Ya que al apreciarlo desde las banquetas lo que se veía era un cascaron de hierro ensamblado de cinco pisos de altura abarcando la cuarta parte de una manzana.
El título de “palacio” se entiende por la monumentalidad de la obra y el de “hierro” debido al material de construcción visto previamente a ser recubierto.
Como no cuento con fotos de aquella construcción cuando estaba en cascarón de hierro usaré una foto de 1910 del Monumento a la Revolución cuando aun estaba en construcción para dar una idea de lo que la gente veía, claro en un edificio con una forma muy distinta.
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Anónima, Palacio Legislativo en construcción, fotografía, tomado de internet, ca. 1910[2]
Hoy en día cinco pisos y la cuarta parte de una manzana nos parecen irrelevantes. Incluso el hierro y las varillas ensambladas también. De hecho jamás lo catalogaríamos como un palacio. Pero hay que saber que para el México de finales del siglo XIX un edificio de cinco pisos se consideraba un “rascacielos”. De hecho en su momento este fue de los edificios más altos en la ciudad, además que fue una de las primeras obras construidas con hierro fundido por lo que llamaba mucho la atención de la gente.
Se dice que la expresión “¡Parece un palacio. Un palacio de hierro!” fue tantas veces escuchada y dicha por las calles que a los dueños de la empresa “A las Fábricas de Francia” les gusto cómo sonaba y fue de ahí que cambiaron su nombre a “Palacio de Hierro”.
Difícil saber si esto fue solo un mito o si esta historia es cierta, lo que sí sabemos es que llega hasta nuestros días como un lindo relato acerca del nacimiento de una empresa que lleva existiendo y funcionando en México desde 1841, claro, si no contamos con que cambió de nombre en 1891.
De cajón de ropa a un palacio de hierro
La historia del Palacio de Hierro inicia en 1841 cuando dos socios franceses, Gassier y Reynaud, abren un cajón de ropa (es decir un local de venta de ropa, pero así se le decía entonces) en el Portal de la Flores del centro de la Ciudad de México, bajo el nombre “A Las Fábricas de Francia”.
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Anónimo, Gran cajón de ropa. A las fábricas de Francia, litografía, Tomado de interent. Ca. 1850-1880
En la siguiente imagen se puede apreciar un plano comercial de 1883 de la Ciudad de México, donde aparece el Cajón de Ropa “A las fábricas de Francia” en el Portal de la Flores.[3]
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Popper Ferry, Julio, Plano del perímetro central de la Ciudad de México. Directorio comercial, 1883[4]
A continuación presento el mismo plano pero con un acercamiento para que se pueda apreciar la ubicación del Portal de las Flores.
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Y aquí un acercamiento mayor del Portal de las Flores, en el que ya se puede ubicar en el primer local, de izquierda a derecha, “A las fábricas de Francia” con los nombres de los socios Gassier y Reynaud.
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En 1864 llegan Joseph Tron y Joseph Léautaud, comerciantes franceses barcelonnettes[5], quienes como muchos otros extranjeros llegaron en el siglo XIX a México, después de la Independencia, buscando una fuente de empleo e incluso de crecimiento en negocios y fortunas.
Ellos dos venderán sus mercancías en el Mercado del Volador en un cajón de ropa pequeño cerca de la calle de Portacoeli. No aparecen sus nombres ni su cajón de ropa en el plano ya que no tenían gran renombre en ese momento, a diferencia de A las fábricas de Francia quienes ya habían posicionado su nombre a lo largo de los 23 años de venta.
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Después de unos años Tron y Léautaud se harán socios de Gassier y Reynaud. Unirán fuerzas, fortunas y mercancías provocando que el nombre de “A las fábricas de Francia” adquiriera aún mayor fama ofreciendo mercancía europea de la mejor calidad, siendo esta francesa en particular. Sus artículos destacados eran los productos de Barcelonnette, es decir ropa de seda y lino, entre otros. También traían de diferentes partes de Europa loza (vajillas), cristalería e incluso hasta muebles.
El local fue cada vez más popular entre las clases sociales altas de México y con ello la mercancía crecía generando cada vez menos espacio de almacenamiento por lo que para 1888 deciden construir su propio local. Una tienda muy grande con capacidad de almacenamiento, de vitrinas que lucieran todos los artículos, en fin, una tienda como jamás había conocido México.
Juntando el dinero de los cuatro socios se adquirieron los terrenos que ocupaban 4 diferentes negocios ubicados entre las calles 1ª de Monterilla y Callejuela, hoy 5 de Febrero y 20 de Noviembre, los cuales estaban junto a la calle de San Bernardo, hoy Venustiano Carranza, tal como se pueden apreciar en el acercamiento del plano que muestro a continuación.
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En esta parte de la historia es donde entra la leyenda que mencioné al inicio del artículo. La construcción de la primera tienda departamental de México, la cual debido a su hierro y monumentalidad cambiará de nombre a esta tienda, es decir de “A las fábricas de Francia” por “Palacio de Hierro”.
Este idea de tienda departamental no fue inventada por ellos, en realidad se inspiraron en el modelo europeo surgido en 1847 en Inglaterra y consolidado y copiado un año después en Paris, Francia con la tienda departamental que aun hoy día existe llamada “Au Bon Marché”. De la cual todo Europa replicará en los siguientes años y décadas.
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Anónimo, Anuncio de la tienda departamental Au Bon Marché. Litografía, ca. 1850[6]
Dichas tiendas concentraban todo tipo de artículos en un mismo edificio, cambiando la manera en que la gente estaba acostumbrada a adquirir productos. En vez de tener que ir de tienda en tienda para comprar artículos, ahí se podía encontrar todo en un mismo edificio, dividido por departamentos.
El aguardar a que la mercancía llegara en barco desde Europa con “tan solo”[7] un mes de espera ya no era necesario. Estas grandes tiendas podían almacenar miles de artículos sin que se terminaran pronto abasteciendo a muchos clientes durante varios meses.
Bajo este concepto innovador es que se construye el edificio que albergaría a toda la mercancía y más del nuevo “Palacio de Hierro”.
La construcción de la tienda estuvo a cargo del arquitecto e ingeniero civil Eusebio de la Hidalga, quien instruido a su vez por ingenieros que habían participado en la construcción de la Torre Eiffel (recientemente inaugurada en 1889), llevó a cabo el ensamblaje con la misma técnica francesa del ingeniero Gustave Eiffel, generando con hierro traído desde Europa los “Almacenes del Palacio de Hierro”.
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Anónima, Arquitecto Eusebio de la Hidalga. Fotografía, ca. 1890[8]
A continuación se puede apreciar el proceso de construcción de la Torre Eiffel para darnos una idea de la técnica innovadora empleada en aquellos años para el ensamblaje de hierro, la cual se utilizó para el nuevo edificio del Palacio de Hierro (con esta imagen también podemos darnos una idea de la leyenda del nombre y el porqué del término “Palacio de Hierro” al ver solo el ensamblaje de hierro).
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Anónima, Construcción de la Torre Eiffel. Fotografía, octubre de 1888 a marzo de 1889[9]
Esta foto muestra al ingeniero Alexandre Gustave Eiffel, famoso a nivel mundial a finales del siglo XIX por dicha técnica.
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Anónima, Ingeniero Alexandre Gustave Eiffel. Fotografía, ca. 1889[10]
El edificio de los “Almacenes del Palacio de Hierro” se inauguró en 1891 resultando en este gran y detallado edificio de 5 pisos, que aportará como innovación además de la primera tienda departamental, el primer edificio con luz eléctrica en todas sus vitrinas y espacios, permitiendo con ello la venta hasta la noche y convertirse en el espacio de mayor modernidad de la Ciudad hasta ese momento.
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Anónimo, Anuncio de los Almacenes del Palacio de Hierro. J. Tron & Cía., litografía, ca. 1891
Entre varios aspectos innovadores que estos socios generaron con su nueva tienda, será la de pactar precios fijos en la mercancía. Este aspecto no era común en la época ya que la gente estaba acostumbrada a regatear por un mejor precio no solo en los mercados (como aún se hace hoy en día) sino que dentro de las tiendas. Es así que el Palacio de Hierro será quien marque la moda para que los artículos tengan un solo precio y esto provocará que las demás tiendas adopten dicha “moda”.
Otras de las innovaciones es que esta tienda contará con comedor para sus empleados, con un departamento de telas y mercería fina. Incluso con un departamento para la ropa de luto. Ofrecerá también el servicio de mercancía a domicilio, primero a finales del XIX llevada en carreta jalada por mulas y después entregada con los primeros automóviles importados, tal como se puede apreciar en la fotografía a continuación.
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Anónima, Transporte de los Grandes Almacenes del Palacio de Hierro. Fotografía, ca. 1915
El edificio sufrirá en los años posteriores a su inauguración varios cambios, mejoras e incluso hasta un incendio. Pero todo eso se relatará en el siguiente artículo quincenal, por lo que, continuará…
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[1] Acerca del nombre: era algo común en la época decir: “vamos a dónde, a las fábricas de Francia” y por ello los nombres de las tiendas siempre empiezan así. (Al Puerto de Veracruz, al Puerto de Liverpool, etc.)
[2] En realidad lo que hoy conocemos como Monumento a la Revolución iba a ser el nuevo Palacio Legislativo que Porfirio Díaz mandó construir en 1910 y que debido a la Revolución la obra quedo inconclusa. Fue hasta 1938 que se designó como Monumento a la Revolución.
[3] El Portal de las Flores y todos los edificios que se encontraban en esa manzana, a finales de 1930 fueron destruidos para crear la avenida 20 de Noviembre generando amplitud debido a la gran demanda automotriz que ya había para entonces.
[4] Tomado de internet: http://atlaszocalo.com/2014/02/06/1883-plano-del-perimetro-central-directorio-comercial-de-la-ciudad-de-mexico/
[5] Léase más acerca de los barcelonnettes en mi artículo anterior:
Arte para todos: De leyendas, vendedores ambulantes y regateos
[6] Tomada de la pagina de internet de la tienda: http://www.lebonmarche.com/decouvrir/histoire.html
[7] Para 1895 las tiendas anunciaban en carteles, como avance de modernidad, que la distancia en barco de Europa a América ya no era de 3 meses sino tan solo de 1, por lo que la espera para recibir mercancía era menor.
[8] Tomada de la pagina de internet: http://grandescasasdemexico.blogspot.mx/2014/04/la-casa-haghembeck-de-la-lama-en.html
[9] Tomada de la pagina de internet: https://www.google.com.mx/search?q=torre+eiffel+1889&espv=2&biw=1062&bih=855&tbm=isch&tbo=u&source=univ&sa=X&ei=H_0_VbDyLIrQtQXBrYGYDw&ved=0CBsQsAQ#tbm=isch&q=torre+eiffel+1887&revid=876036465&imgdii=OFC7zxFcb7f8dM%3A%3BOFC7zxFcb7f8dM%3A%3BjSZbBp2uGdlTVM%3A&imgrc=OFC7zxFcb7f8dM%253A%3B7xTb9oQOwp1zcM%3Bhttp%253A%252F%252Fwww.anselm.edu%252Facademic%252Fhistory%252Fhdubrulle%252FModernFrance%252F2013%252Fgraphics%252FEiffel%252520Tower%252520Construction.jpg%3Bhttp%253A%252F%252Fwww.anselm.edu%252Facademic%252Fhistory%252Fhdubrulle%252FModernFrance%252F2013%252Ftext%252Fgrading%252Ffood%252Ffdwk08b.htm%3B900%3B391
[10] Tomada de la pagina de internet: http://www.biography.com/people/gustave-eiffel-9285294
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