Una economía que se evade

A Juan Buchanan El presidente suscribe un ensayo que difiere en esencia del planteamiento de las grandes economías en cuanto a la recuperación económica de...

18 de mayo, 2020

                                                                                                               A Juan Buchanan

 

El presidente suscribe un ensayo que difiere en esencia del planteamiento de las grandes economías en cuanto a la recuperación económica de México. Habría que distanciar las causas del colapso económico antes del Covid-19,  partir de las bases que pretende el documento mencionado y la visión del presidente para salir adelante de dos crisis en sucesión: la económica y la pandemia y sus efectos. 

La lectura del ensayo no deja ninguna duda, la recuperación económica no llegará en la adopción de las premisas que plantea la consecución de 38 puntos que seguirán orbitando en el presupuesto y gasto público, por ende: 35 pueden ser debatibles en su forma y contenido programático, pero tres condenan al inevitable fracaso de toda perspectiva de recuperación. Naturalmente se hace referencia a los tres grandes proyectos cuestionados de origen. Se mezclan en esa nebulosa llamada a la protección social y a una oferta creada sin demanda. 

Se enfrentan oportunidades y derechos con un argumento de predominio en el primero y una redención en el segundo. Nada más incongruente, las oportunidades se radican en la esfera de las finanzas y la economía y los derechos en lo jurídico. La secuencia de cobertura ya incluida en administraciones anteriores con esquemas de protección y continuidad no hubieran necesitado de un argumento demagógico al elevarlas a rango constitucional. 

La premisa de “primero los pobres” debería ser contemplada desde una visión integral en las facilidades para usar un término diferente, pero al fin reunir todo elemento de construcción en la cadena de empleo. El ensayo del presidente menciona una base piramidal apuntalada con los de “abajo” para significar que esa será una catapulta para la recuperación económica, ignorando que los mercados internos se nutren con el ingreso derivado de la cadena productiva. La dádiva del presidente cubre huecos dispersos de ingreso sin la retribución correspondiente al valor agregado. 

El fracaso de la economía es evidente y no merece ninguna adaptación al ambiente creado por la conciencia ciudadana y no por la guía gubernamental que existió somera y tarde. La reacción de la sociedad y la iniciativa mostrada por la clase empresarial dio una lección a la transición en turno, que pasmada vio resolución pronta a la posible apertura del orden económico. La salida al fracaso que señala el mundo y que absorbe el capital mexicano y el foráneo, pretende distorsionar una nomenclatura universal y situar condiciones de subjetividad como bienestar y felicidad para ocultar la ruta de la improvisación y la derrota.

Muchos quisieran ver un presidente con opciones, con inclinación a la formación de paneles y mesas de discusión para sortear la crisis de ahora y la anterior, la de la recesión creada por este gobierno. Muchos hacen énfasis en alternativas, las más, bien planteadas, desde la recomposición de la economía sin necesidad de la creación de un temido fideicomiso como FOBAPROA, simplemente usar con la debida proporción, deuda programática y sustancial para la empresa mexicana, elementos de captación fiscal y asumir un poco de riesgo en el camino de la recuperación. Esa sería una salida. Otra que han propuesto: adiós a los conceptos que traicionan todo precepto económico, caminar de la mano de la economía de mercado sin voltear atrás, adiós neoliberalismo, adiós a la denostación y la injuria. 

Todos quisiéramos ver voluntad política sin duda, todos quisiéramos ver una puerta abierta al entendimiento y a la experiencia en muchos órdenes, empezando por lo económico y la energía. También desearíamos ver a un presidente viajando, integrado a las mesas de discusión con ganadores. Muchas opiniones apuntan al fracaso; las más apuntan a la corrección de rumbo, pero la corrección de rumbo significa inclusión y hasta ahora la brecha que jamás imaginamos existiría en la división, se ha salido de contexto.

El camino trillado de las últimas cuatro décadas que menciona el documento, basado en lo que fuere, dejó un país con una economía que nunca dejó de crecer, situación que a pesar de los supuestos ahorros derivados de la corrupción, de 500 000 millones de pesos, esta transición no pudo recuperar. Su modelo de austeridad ha logrado un nivel de ineficiencia gubernamental jamás visto y una corrupción sin precedente en la asignación de contratos en forma directa y encubrimiento de personajes ligados a prebendas otorgadas desde el poder. La variable de los tecnócratas que menciona el ensayo, conocida como corrupción, no es paralela a la honestidad que pregona el documento. Es un pronunciamiento desvergonzado e hipócrita.

Menciona un éxito lo dispersado, su término favorito para equipar la dádiva con factura de voto, para significar el amparo y solventar necesidades básicas en el confinamiento que él mismo condenó. Así la congruencia. Aventura también, sin pruebas ni documentación de respaldo que la pandemia derrumbó el modelo neoliberal. Hasta ahora, las economías de mercado o economías de bloque no se han pronunciado a favor del modelo derrumbado que menciona el presidente. Quisiéramos un ejemplo porque la última revisión de las economías, las verdaderas, no como Venezuela o Cuba, todas sin excepción son de mercado. 

Los 38 puntos mencionados, que recibirán respaldo y para los que existirá presupuesto, son de infraestructura y hasta este día no existe absolutamente nada. Las 100 universidades no existen como tampoco los caminos, presas y canales, parques ecológicos, carreteras y un buen de enumerados. El punto 18 simplemente reza: producción petrolera. Lo que no menciona el rubro es la pérdida patrimonial de nuestra petrolera en un solo trimestre. Eso no.

Ignoramos si considerar una buena noticia que el documento es un ensayo y por definición académica está sujeto a discusión, está sujeto a enmendarse o a reprobarse y archivarse como sucede en los centros de enseñanza superior. Esperemos sea el caso. 

 

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