Nominados al Oscar 2019: Entre la segregación y el odio

Una cosa es cierta al hablar del premio de la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas de Hollywood ( AMPAS , por sus siglas en...

23 de enero, 2019

Una cosa es cierta al hablar del premio de la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas de Hollywood (AMPAS, por sus siglas en inglés) y es que parece que por fuerza deben seguir la tendencia del momento. Hay ejemplos desde hace muchísimos años, pero para entender esta situación podemos mencionar los más recientes. En el año 2016, debido a la falta de representantes de color entre los nominados, algunos actores y directores afroamericanos, comenzaron una protesta por medio de Twitter con el hashtag #OscarSoWhite, denunciando la falta de pluralidad en la entrega. Al año siguiente se subieron el número de candidatos a la Mejor cinta sólo para poder incluir más trabajos y representar la “diversidad”, aunque en el fondo esto provocó que se incluyeran trabajos que en realidad no tenían los mínimos parámetros de calidad, pero sí intérpretes de color y temáticas raciales. La ganadora fue la muy menor Moonlight (2016, Barry Jenkins) sobre las mil veces superiores Hacksaw Ridge (2016, Mel Gibson), Manchester by the Sea (2016, Kenneth Lonergan) y La La Land (2016, Damien Chazelle), con la que por cierto, ocurrió uno de los momentos más vergonzosos de las entregas de este tipo, cuando el presentador, Warren Beatty, recibió equivocados los sobres con el triunfador y se corrigió esto cuando Damien Chazelle estaba dando el agradecimiento por la estatuilla. El motivo del triunfo de Moonlight se debió a que era lo que se buscaba en ese momento para demostrar “solidaridad” porque contaba la historia de un chico negro de los guetos que además es homosexual.

En octubre de 2017 se suscitó un tremendo escándalo cuando un reportaje de The New York Times denunciaba abusos sexuales contra varias mujeres, la mayoría actrices, por parte del productor Harvey Weinstein, fundador del estudio Miramax y que fue considerado el “padre” del cine independiente comercial. El desmadre llegó al grado que nuevamente en redes sociales, comenzó una campaña pidiendo justicia e invitando a denunciar los abusos cometidos en Hollywood, con el hashtag #MeToo, el cual sigue estando vigente hasta la fecha y ha afectado a muchos que han perdido el trabajo, entre ellos Bryan Singer, Kevin Spacey y más. James Franco era uno de los actores favoritos para los premios Óscar por su excelente interpretación en su cinta The Disaster Artist (2017, Franco), por la que consiguió el Golden Globe en enero del 2018. Sin embargo, durante la premiación, fue acusado en Twitter (nuevamente) de haber acosado a un par de chicas. Eso provocó que su extraordinaria actuación no fuera tomada en cuenta en los premios de la Academia y en su lugar ganó Gary Oldman, con una sosa y sobreactuada representación de Winston Churchill. Nuevamente, las nominaciones a la mejor cinta estuvieron inundadas, pero ahora de temática femenina y, cómo no, también afroamericana. La ganadora fue The Shape of Water, del mexicano Guillermo del Toro, en la que el personaje principal es una mujer valiente y cargada de sensualidad, que hace todo por estar con su amor, que es un monstruo marino pero noble e inocente. La segunda favorita, Three Billboards Outside Ebbing, Missouri (2017, Martin McDonagh) y la gran perdedora, Phantom Thread (2017, Paul Thomas Anderson), así casi todas las restantes, también tenían personajes femeninos fuertes y determinantes, incluso más que los masculinos, quedando como excepción Dunkerque (2017, Christopher Nolan), la única cinta cargada de testosterona de las seleccionadas, pero que es un fuerte drama bélico, y Get Out (2017, Jordan Peele), cuyo protagonista era un hombre de color. Y el 2019, no se siente muy diferente.

Quizá tenga que ver con las violaciones a derechos humanos que ha provocado el gobierno de Donald Trump, así como sus estúpidas declaraciones y la amenaza del muro fronterizo para frenar el flujo migratorio, el que los grupos de odio racial están resurgiendo o las caravanas migrantes que amenazan con instalarse en E.U., pero este año, en todas las cintas nominadas, se siente un sesgo de racismo, intolerancia y clasismo.

La primera tendencia representan el odio racial y las que lo integran son Green Book (Peter Farrelly), BlacKkKlansman (Spike Lee) y de modo muy comercial y esquemático, Black Panther (Ryan Coogler). Todas ellas cuentan historias sobre la posición de las personas de color, en cómo son segregados y odiados. Una segunda tendencia habla de la situación de la mujer y el clasismo, en Roma (Alfonso Cuarón) y The Favourite (Yorgos Lanthimos). Tanto Bohemian Rhapsody (Bryan Singer) como A Star Is Born (Bradley Cooper) podrían estar empatadas por estar ambas ubicadas en el mundo de la música, sin embargo, también emparentan con las demás. Freddy Mercury genera empatía e identificación entre las personas que se sienten diferentes y marginadas, sean homosexuales, mujeres humilladas o consideradas inferiores o incluso, migrantes. Mercury se volvió la voz de esas personas (que en realidad, somos casi todos) por ser inmigrante y homosexual. El caso de la ópera prima de Cooper, sin embargo, es un muy sentido análisis sobre la decadencia de un artista y el nacimiento de otra, irónicamente, el primero es un hombre y la segunda, una mujer. Ella es una mujer que se hace fuerte gracias a él mientras que él encuentra en ella su mayor debilidad, misma relación que se encontraba con sus marcadas distancias en Phantom Thread. A Star Is Born es más cercana a las cintas de Cuarón y Lanthimos que a la de Singer.

Vice (Adam McKay) aparentemente no comparte nada con el resto, sin embargo, cuenta la historia de dónde viene todo y porqué es que sigue pasando. Ya profundizaremos en ello cuando se estrene, pero como adelanto, se cuenta en ella cómo el poder puede volver una bestia a cualquiera. Hay racismo, intolerancia tanto racial, de género y religiosa, y hay ciertos guiños de ojo al cómo una mujer puede no solo asumir un rol específico, sino que lo hace convencida de que así debe ser.

En las próximas semanas profundizaremos en las posibilidades que tiene de ganar cada una de las cintas.

Este año los premios Óscar van a hacer historia, seguramente, por muchos aspectos, tanto positivos como negativos, por haber nominado – quizá por el odio que le tienen al Presidente de los Estados Unidos los miembros de la Academia – a tantos premios a una obra 100% mexicana y a un largometraje de Superhéroes, pero también lo será porque es la primera vez en los años que se ha realizado la Ceremonia en que no será conducida por un solo presentador, sino por varios (ya hace un tiempo hubieron hasta 3 pero ahora no habrá titulares). Gane la cinta que gane, quien tendrá el honor de haber triunfado es la conciencia social. Y eso es lo mejor que pueden dejarnos.

Felicidades a Cuarón y a sus excelentes actrices nominadas. ¡Mucha suerte!

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