Estación Zombie: Tren a Busan (Train to Busan)
Corea del Sur, 2016
Director: Yeon Sang-ho
Guion: Park Joo-suk
Fotografía: Lee Hyung-deok
Intérpretes: Gong Yoo, Ma Dong-seok, Jung Yu-mi, entre otros
Duración: 118 mins.
1968 es recordado por muchas cosas: Los movimientos estudiantiles, la matanza de Tlatelolco, las olimpiadas de México, el asesinato de Luther King, los despegues Apolo de la NASA, etc. Pero quizá el evento que más ha trascendido hasta nuestros días fue el estreno de La noche de los muertos vivientes (Night of the living dead, George A. Romero), la primera producción en presentar a los zombis como una plaga que amenaza a la humanidad, misma que para sobrevivir saca lo peor de sí. Por desgracia, el espacio no da para poder profundizar en el tema y tendremos que conformarnos con un breve repaso a la influencia que ha tenido esta visión de la sociedad en el cine: Zombie Crónicas del Miedo (I, Zombie: A Chronicle of Pain, GB, 1998, Andrew Parkinson), El regreso de los muertos vivientes (Return of the Living Dead, EU, 1985, Dan O'Bannon), Tierra de Zombis (Zombieland, EU, 2009, Ruben Fleisher), Juan de los Muertos (España, Cuba, 2011, Alejandro Brugués) y Halley (México, 2011, Sebastián Hofmann), son algunos ejemplos de que el subgénero puede dar mucho más que lo que pensó Romero. Y ni se diga de la serie de televisión que ha viralizado el tema, al grado de volverlo un fenómeno de masas impresionante (los desfiles de “zombis” que tienen lugar en todo el mundo, por ejemplo); The Walking Dead, que retoma lo expuesto por George en su ópera prima y lo ha llevado a límites casi ridículos, pero atractivos.
Estación zombie es de esos filmes que sin duda serán recordados, amados, venerados u odiados por los necrófilos cinematográficos, pero que no faltará en sus “zombitecas”. En ella se cuenta la muy recurrida historia de un padre workahólico, cuya hija cumple años. De regalo, le pide ir a Busan a visitar a su mamá. Para quedar bien con ella, decide ir hacia allá en tren. Durante el viaje se suelta una infección zombie que destruirá a todo Corea en cuestión de horas. Curiosamente, parece que el único lugar que ha resistido a la pandemia es Busan; y ahí es a donde se dirigirán el papá, su hija, los sobrevivientes de un equipo de béisbol y una pareja, cuya mujer está próxima a dar a luz. Para colmo, el tren está repleto de infectados y viaja también en él un funcionario de la línea ferroviaria, más ojete que el video de #LadyWuuu.
Corea es un país cuyo cine llega a cuentagotas al nuestro. Sólo se han visto muy pocos de sus filmes en la cartelera, por lo que es una novedad el que este filme se haya estrenado con bombo y platillo, y en 4XD. Esto debido a que se ha vuelto un fenómeno mundial, debido, entre otras cosas, a sus aparatosos y bien realizados efectos visuales (y su extraordinaria factura). Y es una muy buena cinta, muy bien realizada, con una correcta dirección de actores, un guión que si bien retoma prácticamente todos los lugares comunes del género (familia o familia de elección en peligro, sobrevivientes buscando un lugar seguro, personajes importantes infectados, antagónicos muy elementales, etc.), los maneja con la suficiente solvencia para volverlos disfrutables. Y aunque no es tan compleja como otros trabajos coreanos vistos en nuestro país, como El huésped (Gwoemul¸ 2006, Bong Joon-ho), Old boy, cinco días para vengarse (Olduboi, 2003, Pak Chan-uk), Shiri (Swiri, 1999, Kang Je-gyu), 3 iron, el espíritu de la pasión (Bin-jip¸ 2004, Kim Ki-duk) y Una chica fuera de serie (My Sassy Girl, 2001, Kwak Jae-yong), entre otros, hay que reconocer que tiene lo suficiente para hacerle ruido a cualquiera de las mejores cintas del país del norte.
Si bien hay muchas referencias a cintas americanas (las que gusten y manden, y no sólo del género de zombis, sino de desastres en general), también es cierto que se levanta sobre sus predecesoras de forma espectacular, solamente porque llega a donde ellas no pudieron. La comparación más directa es sin duda, Guerra mundial Z (World War Z, 2013, Mark Foster), en la que, al igual que en esta, un padre debe hacer frente a una invasión de no muertos, para proteger a su familia. Mucho se le criticó a la cinta el que su productor y actor principal, Brad Pitt, decidiera conservar sólo el título de la novela original, desperdiciando el potencial de crítica sociopolítica del escrito, y transformándolo en un espectáculo de efectos y poca sustancia. Estación zombie parece ser algo por el estilo, pero el debutante Yeon Sang-ho, que ya tenía experiencia en la animación, la transforma en algo más, al permitirse momentos de ternura, de crítica social, de suspenso hitchcockteano, de comedia y efectos visuales manejados de forma magistral. En resumen, una de esas películas que hacen ver que hay algo más allá de las colinas de Hollywood. Y en tiempos de Donald Trump, nos hará falta mucho material así.
Para Gigi, ya falta poco para volver a vernos.
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