El cine que veremos con Donald Trump (6ª parte y final)

“¿Sobrevalorada? Es tan buena que la gente se refiere a ella para elogiar a otros en sus profesiones..."

20 de enero, 2017

 

“¿Sobrevalorada? Es tan buena que la gente se refiere a ella para elogiar a otros en sus profesiones. Por ejemplo, LeBron James es la Meryl Streep del baloncesto. O Donald Trump es la Meryl Streep de los susceptibles.” – Seth Meyers.

El odio hacia los mexicanos del ahora Presidente de los Estados Unidos debe tener una razón de fondo (se dice que fue porque unos empleados de este Laredo le robaron, que su ex esposa Ivana tuvo un romance con un lanchero acapulqueño y que su hija es bastarda, que fue porque tuvo malos negocios acá, que porque se enamoró de un chilango y lo abandonó por otro, que le da envidia el copete de EPN, etc.). El caso que “aiga sido como aiga sido” – Felipe Calderón dixit – el señor de la peluca de castor nos odia en serio.

Su llegada a la presidencia es una mala broma que terminó convirtiéndose en realidad. La derrota de los demócratas no lo fue sólo para ellos, sino para el mundo. Las políticas de Trump son bastante reaccionarias, machistas, neonazis y todo lo que gusten y manden. Hollywood y el cine serán unas de las áreas más afectadas, como lo fue durante el macartismo y la era de Reagan.

El primer vistazo a lo que puede pasar se da cuando visitó, en 1999, una exposición del Museo de Brooklyn, en el que se representaba con estiércol a la Virgen María. Inmediatamente, prometió que si algún día fuera presidente, recortaría el presupuesto estatal para las artes. Años más tarde, en 2015, Alejandro González Iñárritu gana el Oscar a mejor director. El hombre de piel naranja atacó al director y de paso a todos los mexicanos, diciendo que “Los Oscar fueron una gran noche para México y cómo no, si están estafando a los Estados Unidos más que cualquier otra nación”. Otro ejemplo se vio, también en 2015, cuando al comenzar su campaña, expulsó al periodista mexicano Jorge Ramos Zepeda de una conferencia por cuestionarlo sobre su postura antiinmigrante. Y el penúltimo capítulo de Trump contra el espectáculo y las artes, llegó hace un par de semanas durante la entrega de los Golden Globes. La actriz Meryl Streep criticó al hoy Presidente diciendo que “…Hollywood está lleno de extranjeros y foráneos, y si nos quieren correr a todos, se van a quedar sin nada que ver más que futbol y artes marciales mixtas (que no son artes)”. También lo criticó por haberse burlado de un periodista minusválido. Horas más tarde, por medio de su cuenta de Twitter, Mr. Trump reaccionó llamándola “sobrevalorada” y “lacaya de Hillary Clinton”. El tipo es un ignorante, lo cual se puede observar al saber que le ha ofrecido, sin respuesta positiva, dirigir el National Endowment for the Arts (NEA, algo así como la Secretaría de Cultura) a Sylvester Stallone. ¿Qué se puede esperar de alguien que cree que Rocky es arte?

Hay dos formas de seguir las políticas que va a imponer: Por convicción o por miedo. Hollywood, dice, está cerrando filas para evitar los ataques de Trump. Pero la experiencia dice que va a ser difícil. En 1998, la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas entregó un Oscar honorario al director Elia Kazan. El estimable director y maestro de actuación fue abucheado por haber denunciado a muchos durante el macartismo por miedo a la cárcel o a la deportación. Irónico, viniendo del director de Viva Zapata! (1952), la mejor película extranjera sobre la revolución mexicana y una precisa exaltación a una de las máximas figuras de los movimientos revolucionarios latinoamericanos. Hace unos días Ford Motor Company anunció que no construiría una planta en México, después de que Trump amenazó con subirles los impuestos de exportación hasta un 35%. Si logró doblegar a la Ford, ¿qué se puede esperar de las productoras de cine, que no son tan poderosas como la fabricante de autos?

Seguramente, gran parte del cine serán obras de denuncia directa o velada hacia el presidente del gorro de castor; muchos cineastas y productores de TV seguirán utilizando actores y temáticas mexicanas o latinas, y obviamente, el señor se indignará, twitteará su coraje y por miedo, poco a poco, se dejará de hacer. Los tres premios Óscar entregados a directores mexicanos serán un record olvidado, y también es probable que el destacado lugar que han ido ganando las mujeres y las minorías raciales se vayan perdiendo. Hay que recordar que el tipo es un misógino y racista que no respeta a nadie que piense diferente o que crea inferior a él.

Por lo pronto, como en los años de la guerra fría fueron los villanos los comunistas y en la de Bush Jr. los terroristas árabes, los nuevos villanos serán los narcotraficantes y los mexicanos, además de los terroristas árabes, los comunistas, los norcoreanos, los chinos, los extraterrestres… También puede pasar que haya cintas muy críticas que se difundan por internet y medios alternativos. Aunque el Presidente del pelo chistoso no es un iletrado en esto, por lo mismo, está urgido por poder generar leyes que limiten y censuren la red con el pretexto de “proteger a los niños de la pornografía”, aunque en realidad se trata de limitar la libertad de expresión, el mayor tesoro que presumen los norteamericanos. Y eso es lo menos que puede pasar. Ahora, además de la piratería, la televisión (de paga o abierta) y el internet, el cine se enfrenta a su peor villano, a su era más oscura, pero por experiencia se sabe que de esos momentos de miedo surgen las mayores obras norteamericanas, como ocurrió en los cincuentas con el macartismo y en los ochentas con Ronald Reagan. Eso hace que den ganas de ver el cine que vendrá.

 

Para mi querida amiga Ivonne Canellada, amante del cine, paisana y orgullosa norteamericana. Para Roberto Aguilar y todos los inmigrantes que trabajan por sobrevivir en EE.UU. Y para Gisela, Mariana y Marcita, mis mujeres que hacen soportable la vida.

Comentarios






Más de categoría

Festival de la canción de Eurovisión: la historia de Fire Saga y la decadencia de la comedia americana

Will Farrell es un tipo muy inteligente. Aunque no lo parezca, representa lo que queda de una tradición de...

julio 6, 2020

El presidente o ¿a qué diablos huele el fútbol?

El futbol no me gusta. Y no como deporte. Debo reconocer que tiene su dificultad y como todas las...

junio 29, 2020

Enmienda XIII o por qué Tenoch le puso el cubrebocas a Chumel

El 1 de junio, una vez que empezaron las protestas por la muerte de George Floyd en Estados Unidos,...

junio 22, 2020

20 años de amores perros parte 2: 5 lecciones que le dejó al cine mexicano (Y que les valieron m/%#”s a los cineastas)

El 16 de junio del año 2000, un mes después de su primer visionado en el Festival Internacional de...

junio 15, 2020