Realidades y mitos del ‘gasolinazo’

Impacto político y socioeconómico del incremento de los combustibles

5 de enero, 2017

Impacto político y socioeconómico del incremento de los combustibles

Como es de conocimiento público, a partir del 1 de enero se liberaron los precios de la gasolina, de acuerdo con la reforma energética y la miscelánea fiscal del presupuesto de ingresos para 2017, aprobada por la Cámara de Diputados. También se anunciaron la liberación del precio del gas e incrementos a las tarifas de la energía eléctrica. En este breve documento intentaré aclarar las implicaciones reales del aumento de los combustibles y distinguirlas de los principales mitos que circulan en las redes y en algunos medios de comunicación.

Realidades

Los factores que inciden en el precio de la gasolina son los siguientes:

  1. México importa entre 64 y 70% del consumo nacional de gasolinas;
  2. Las importaciones se hacen en dólares y su precio en esa divisa subió 18%;
  3. En pesos, por la devaluación, el incremento de la gasolina es de casi 41%;
  4. El año pasado las gasolinas subieron apenas 17.8%, así que el aumento de este combustible era inevitable, toda vez que ahora Pemex, en virtual quiebra, no puede subsidiar, con más exportaciones de petróleo, la importación de gasolina, puesto que su producción ha caído alrededor de 20% y los precios del barril mexicano de exportación bajaron más de 60%;
  5. Pemex es incapaz de abastecer el mercado interno porque los gobiernos de Miguel de la Madrid, Carlos Salinas y Ernesto Zedillo descapitalizaron a la empresa para sufragar la deuda externa y el gasto público corriente;
  6. Los gobiernos de Vicente Fox y de Felipe Calderón decidieron no invertir en refinación de petróleo porque arguyeron que era más barato importar las gasolinas que producirlas en México, desdeñando los riesgos para la seguridad nacional y la estabilidad económica por depender del extranjero;
  7. Los dos gobiernos panistas obtuvieron ingresos por petróleo de 1.2 billones de dólares. Para comparar su monto basta decir que a dólares actuales el Plan Marshall para reconstruir Europa es cercano a 300 mil millones. Es decir los panistas dilapidaron la riqueza que pudo transformar al país;
  8. El impacto del alza de las gasolinas en la inflación general será cercano a 1% anual, aunque tendrá un mayor impacto en la canasta básica, tal vez en un promedio anual de 5%, aunque en casos específicos será mayor;
  9. Los precios de diversos productos básicos, como son el maíz (para tortillas), el trigo (para el pan), la leche y en menor medida el huevo, serán impactados tanto por el alza de las gasolinas como porque un alto porcentaje de estos productos se importan y se pagan en dólares. Así que la espiral de aumento de precios a la canasta básica está lejos de terminar.

Mitos sobre el ‘gasolinazo’

  1. El incremento de las gasolinas no es recaudatorio ni es para pagar los gastos suntuarios de las burocracias, ni de los políticos ni de sus partidos;
  2. Este año la recaudación por IEPS a la gasolina será de alrededor de 11 mil millones de pesos menos que en 2016, a precios constantes: bajará de 263 mil millones obtenidos el año pasado a 252 mil millones, estimado para 2017. En términos porcentuales la disminución será superior a 4% real;
  3. Tampoco son medidas recaudatorias las alzas al gas: México importa más de un tercio del gas que consume y su precio refleja las fluctuaciones del mercado internacional. Aunque en este rubro son manejables los aumentos;
  4. En el caso de la luz, su variación responde a que la mayoría de las plantas de la CFE dejaron de consumir combustóleo, altamente contaminante, para sustituirlo con gas, así que los incrementos reflejan la subida del gas;
  5. Es demagógica la propuesta de algunos partidos de cancelar el ‘gasolinazo’. Si prosperara su propuesta, debería hacerse un ajuste general al gasto público para cubrir el costo de la factura petrolera. Así, habría que preguntar a legisladores y políticos qué partidas presupuestales están dispuestos a sacrificar para cubrir ese hueco a las finanzas públicas.

Política de comunicación fallida

  1. La política de comunicación social, en el tema de la reforma energética, ha sido irresponsable y demagógica. A sabiendas de la dependencia del exterior de la importación de las gasolinas y de la fragilidad del peso ante el dólar, el presidente Enrique Peña la promovió y vendió como el fin de los gasolinazos;
  2. No se ha explicado a la población las causas del incremento y lo que han dicho algunos funcionarios es de una torpeza proverbial. Tal es el caso del secretario de Hacienda José Antonio Meade, quien explicó el alza de las gasolinas como una política para que “ganen nuestros hijos”. ¿Ganen qué?;
  3. No ha habido una narrativa que explique la reforma energética: los tiempos de maduración y la supuesta cosecha que podría obtenerse al final;
  4.  El gobierno federal ha sido incapaz de contrarrestar la idea de que el aumento de la gasolina es para pagar privilegios de las burocracias y de los políticos: salarios, bonos, viáticos y servicios varios de los altos mandos;
  5. Es una franca burla la campaña de comunicación social de que lo bueno no se cuenta, pero cuenta mucho, cuando la prensa publicita los bonos y aguinaldos millonarios que se pagan los diputados y consejeros del INE.

Crisis económica, política y social

  1. Ninguna política de comunicación social es eficaz para contrarrestar la crisis económica, política y social en cierne, cuando el país padece una oleada de crímenes que se traduce en sensación de inseguridad; cuando no ha habido consecuencias para los múltiples casos de corrupción de los tres niveles de gobierno y de los legisladores; cuando a diario se dan a conocer los diversos privilegios de los políticos y que usan los cargos públicos como si fueran propios (patrimonialismo); cuando los partidos gastan millonadas que no tienen justificación, y aún así corre a raudales el dinero de procedencia dudosa e ilícita en los procesos electorales…
  2. La implementación del alza de las gasolinas pudo haberse diferido en el curso del año para evitar que tuviera un alto impacto psicológico y político;
  3. Al mal manejo de los asuntos económicos y políticos se suma la guerra declarada de Trump contra México: Ford Motors tomó nota de sus amenazas y canceló una inversión de 1,600 millones de dólares para este año. Es posible que a la brevedad General Motors también siga su ejemplo;
  4. El anuncio provocó una caída de 1.5% del peso. Algunos analistas prevén que a mediados de este año el peso llegue a cotizarse en 25 por dólar;
  5. La inversión extranjera directa podría caer 15% en 2017, de acuerdo con estimaciones de Banco Base. Las amenazas trumpianas de gravar y restringir las exportaciones harán caer las inversiones de todos los países;
  6. La caída de esta inversión extranjera directa ampliará el déficit de la cuenta corriente (mercancías y servicios), lo que debilitará aún más al peso;
  7. A la menor inversión extranjera seguirá una caída de la inversión privada nacional, toda vez que muchas empresas mexicanas son parte de las cadenas productivas extranjeras, que a su vez arrastran a otros sectores;
  8. Los incrementos a los combustibles y de alimentos como el maíz y el trigo serán mayores a medida que continúe la devaluación del peso;
  9. La caída de la moneda mexicana impulsará alzas en las tasas de interés, lo que frenará el crédito a la inversión y al consumo, y detendrán el crecimiento;
  10. El alza del dólar dificultará el pago de la deuda en esa divisa de diversas y grandes empresas privadas, cuyo monto es de 93 mil millones de dólares;
  11. Ya hay diversas voces que prevén una recesión económica en este año, e incluso de una crisis financiera por el alto endeudamiento en dólares;
  12. En el contexto del mundo actual cobra sentido la idea de que la seguridad energética y alimentaria de México nunca debió depender del extranjero;
  13. En este sombrío panorama hay riesgo de una crisis política, toda vez que la clase gobernante está muy desprestigiada, tanto por su codicia, avaricia y corrupción, como porque está divorciada del sentir y de la vida popular;
  14. Simultáneamente asoma una crisis social: las protestas contra el gasolinazo son el primer síntoma, que podría evolucionar a un boicot al pago de impuestos a los gobiernos, llamado que ya es viral en las redes sociales;
  15. Si se controla la crisis, el PRI podría perder todas las próximas elecciones.

Qué puede hacerse

El descrédito y la desconfianza popular en la clase gobernante, así como el gran y justificado enojo por los excesos de los políticos hacían necesario que el presidente Peña anunciara medidas de alto impacto político y psicológico para atemperar los ánimos sociales e impedir una crisis política, en aras de favorecer la gobernación. Desaprovechó la oportunidad. Algunas medidas habrían sido:

  1. Amplio programa de austeridad del gobierno, que incluya fin a todo tipo de privilegios (autos, celulares, viajes innecesarios, viáticos, salarios, etc.), que podría generar un ahorro cercano a los 300 mil millones de pesos anuales;
  2. Llamado al Congreso y a la Corte para acabar con todo tipo de privilegios;
  3. Pedir perdón a los mexicanos por los excesos y corruptelas de su gobierno.
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