Para entender a Trump y el ensayo de guerra con México

El 26 de enero el presidente Donald Trump canceló, de facto, la invitación del presidente Enrique Peña a visitar la Casa Blanca...

27 de enero, 2017

 

El 26 de enero el presidente Donald Trump canceló, de facto, la invitación del presidente Enrique Peña a visitar la Casa Blanca, programada para el 31 de enero, pues en esa mañana amenazó, en su cuenta de Twitter, que si México no está dispuesto a pagar el muro, “sería mejor cancelar la próxima reunión”. Peña más tarde rechazó la invitación. He aquí, pintado de cuerpo entero, el estilo de negociar del mandatario de Estados Unidos, que describe en su libro El arte de negociar.

Para entender a Trump

Tres ideas centrales del libro, coescrito con Tony Schwartz, ayudan a comprender su estilo, a la vez audaz y duro, a la hora de negociar, a saber:

1) Ser persistente, hasta niveles tercos. El azar no te llevará a alguna parte. Sólo ser tozudo e insistente ayuda a alcanzar resultados sustanciales en cualquier tarea. Hay que tener un objetivo claro y no doblegarse nunca ante las adversidades, que las va a haber. Muchas veces, el plan que uno tiene puede demandar largo tiempo, por lo tanto, mucho esfuerzo y paciencia para alcanzar el objetivo.

2) No mirar el problema, sino la solución. Siempre van a haber inconvenientes. Por tanto, se debe enfocar en solucionar los problemas… No sirve quejarse. Lo útil es utilizar las herramientas y el material disponible para avanzar con eso, hasta que las condiciones mejoren. Pero quedarse quieto y estancarse, no sirve para nada.

3) No rendirse jamás. Hay que grabarse a fuego que sólo los perdedores abandonan. Los ganadores son los que siguen adelante. Y muchos de ellos, ganan [solamente] por no haberse rendido jamás… Persistir es una gran virtud.

¿Nueva ideología, nuevo orden mundial?

Al mismo tiempo, ayuda a entender el fenómeno Trump una serie de ideas que ha desarrollado el movimiento ultraconservador aglutinado en el Tea Party:

1.- Estados Unidos está en decadencia, y ya nadie en el mundo los respeta.

2.- La culpa del desastre son las elites políticas, económicas y financieras.

3.- Los tratados comerciales no son libres sino administrados, de modo que solamente ganan las elites económicas, a costa de la deslocalización de las empresas, el desempleo y la caída de los salarios, por lo que deben ser abrogados.

3.- La Reserva Federal (Banco Central) es un fraude: sólo sirve a los banqueros, y llevó a la deuda pública a niveles impagables, la cual empobrecerá al ciudadano.

4.- El papel moneda debe ser sustituido por el oro y la plata para restituir la libertad económica individual y evitar los abusos y excesos de gobierno-banqueros.

5.- Las ideas liberales degeneraron al grado de pervertir el valor cardinal: la vida.

6.- Los derechos humanos sólo tienen sentido y aplican a los hombres de bien.

7.- La libertad de expresión fue corrompida: los grandes medios, en especial la prensa escrita, son mendaces y venales. Hay versiones alternativas a los hechos.

8.- Las instituciones del orden liberal actual, la ONU, la OMC, el FMI, la OTAN, la OIT, OMS, etcétera son manipuladas por las élites y un cáncer para la grandeza y las libertades individuales y de EUA, razones por las cuales hay que repudiarlas.

Estas ideas ya tienen consecuencias prácticas (el verbo se hizo carne, para seguir en la línea de pensamiento ultramontano). En la orden ejecutiva donde firmó la construcción del muro también incluye más agentes a la frontera con México y faculta a investigar todo tipo de faltas y delitos de los hispanos e inmigrantes, además de dar poderes discrecionales a las policías para actuar en su contra. Se configura así una persecución a ultranza contra los no blancos. Hay ecos de la era hitleriana, cuando se estigmatizó y persiguió a los judíos. Tal vez este entorno explique las ventas récord de 1984, la gran novela de George Orwell.

Además, desde principios de este mes hay un proyecto de ley en la Cámara de Representantes para retirar la membresía de Estados Unidos de la ONU.

El resentimiento estadunidense en cifras

Paralelamente a este pensamiento están algunos hechos lacerantes:

1) Las clases medias en Estados Unidos se han adelgazado y crece la pobreza.

2) La riqueza se concentra en las clases altas: el ingreso de las clases altas pasó de 29% en los años setenta a 49% en 2014, mientras que el de las clases medias cayó de 62% a 42%. La distancia que los separa en riqueza pasó de 3 a 7 veces.

3) 1% de los ricos acaparan 80% del ingreso y 20% de pobres se queda con 4%.

4) Dos tercios de los nuevos empleos son precarios y con salarios muy bajos.

5) Varios estudios revelan que al menos un tercio de los trabajadores con empleo viven en albergues, porque sus ingresos son insuficientes para pagar una renta.

6) Más de 20% de los estadunidenses acude a cupones de alimentos para comer.

Hipótesis para entender el maremágnum

Tenemos entonces, un estilo de negociar, parcialmente inspirado en El Arte de la Guerra de Sun Tzu, y en mayor medida en un jugador de naipes; un pensamiento alterno fraguado por el sector ultramontano del partido Republicano, el Tea Party, y finalmente, una serie de hechos que revelan que una parte muy significativa de los estadunidenses vive en condiciones muy precarias, segmento donde se asienta el resentimiento e incuba un nacionalismo militante y agresivo. El resultado es Donald Trump, 45° presidente de los Estados Unidos de América.

En consecuencia, existe en cierne un ideario de transformar el capitalismo, el mundo y las instituciones liberales de la posguerra, que fue forjado a la medida del interés de Estados Unidos. Es un proyecto muy ambicioso y peligroso, que puede destruir las libertades políticas, el comercio, hoy claramente amenazado, y ocasionar una guerra monetaria y financiera que colapsaría el sistema de pagos internacional y provocaría una gran depresión y hasta graves conflictos armados.

Muchos se preguntan por qué Trump eligió a México para cebar sus planes. La respuesta tiene al menos varias partes: a) es el eslabón más débil de la cadena, dada su enorme dependencia y cercanía; b) el gobierno mexicano está muy desprestigiado y es lastrado por la corrupción y el repudio de los mexicanos: la última encuesta consigna que la aprobación de Peña cayó a 12%; c) siempre ha habido en Estados Unidos un sentimiento racista, encarnado en lo mexicano, que hoy aflora alentado por los arrebatos trumpianos; d) como buen negociador usa el chantaje a discreción, y elige su guerra para intimidar y ablandar a otros países e instituciones en la mira, con el fin de imponer su agenda; e) México es el conejillo de indias, en donde experimenta las estrategias para enfrentar, si llega a ocurrir, al enemigo principal: China y ablandar a la ONU, OMC, FMI y OTAN; f) si tiene éxito contra nosotros, es posible que venza algunas de las resistencias internas a su presidencia, lo que le asegurará mayorías en el Congreso y debilitará las protestas.

Los costos para México y para EUA

El presidente Peña decidió, por fin, cancelar su visita a Estados Unidos. El chantaje llegó a límites inaceptables y se vino abajo la estrategia trumpiana. Ahora empieza la guerra de verdad. Pero también el problema es de ambas partes: en una está la economía mexicana que será severamente golpeada. Algunos analistas en Estados Unidos calculan, de acuerdo con el diario The Wall Street Journal, que es posible una caída de menos tres por ciento del PIB nacional en este año, debido al freno de las inversiones, la incertidumbre, las posibles represalias comerciales y la devaluación del peso. Este hecho significa que el gobierno federal contará con menos ingresos y que, por tanto, deberá recortar el gasto público, así que inicia un periodo de sangre, sudor y lágrimas, como les dijo Winston Churchill le dijo al pueblo británico al inicio de la II Guerra Mundial.

Es aquí cuando se va a poner a prueba el patriotismo y la unidad de los mexicanos. Si los recortes al gasto público se centran, como hasta ahora, en los renglones que afectan la calidad de los servicios y la inversión pública, se caerá el respaldo popular al gobierno y se corre el riesgo de revueltas sociales. El gobierno no tiene la calidad moral ni la habilidad política para pedir más sacrificios. Nuevos gasolinazos, como los programados para febrero, podrían ser caóticos y garantizarían que el PRI pierda el gobierno en el Estado de México, así que ese recurso para obtener ingresos puede descartarse por razones sociales y políticas. Así que los recortes idealmente deberían centrarse en los privilegios a la clase gobernante y en los partidos políticos para así pedir la solidaridad de los mexicanos. Parece ser la única vía para evitar un serio problema de gobernabilidad nacional.

Es importante resistir esta crisis y evitar que se desgarre el país porque del otro lado de la frontera también existen intereses que pueden ser dañados por una guerra comercial y la imposición de barreras al comercio.

Para la contraparte, Estados Unidos, también habrá daños, aunque menores. Menciono algunos: 1) los aranceles a las empresas automotrices pueden interrumpir la cadena de suministros, al menos por un tiempo, afectando severamente su producción y sus ganancias; 2) los precios de frutas y verduras pueden encarecerse significativamente en aquel país, tanto por la interrupción de los envíos desde México, como por la necesidad de mano de obra durante las próximas cosechas; 3) las ciudades fronterizas estadunidenses resentirán la interrupción de los flujos comerciales, financieros y de mano de obra, por lo que puede abrirse un frente que al menos atempere los planes de Trump; 4) el levantamiento del muro en Texas afectará propiedades privadas y complicará su construcción; 5) una guerra contra México socavará el prestigio global y el poder blando de EUA, lo cual complicará mucho las negociaciones con otros países.

No obstante, cabe esperar que Trump eleve la apuesta. Ya amenazó con incrementar entre 5 y 20% los aranceles a las exportaciones mexicanas para obtener ingresos tributarios por 10 mil millones de dólares y costear el muro. El vocero de la Casa Blanca explicó que se discute en el congreso una ley para grabar las exportaciones a Estados Unidos. No obstante, puede ir más lejos: una ley de 1974 permite al presidente subir los aranceles a discreción, aduciendo amenazas a su seguridad nacional. Ya se preparó para ello: se reunió con las automotrices para garantizarles menos impuestos y subvenciones, lo cual permitiría a esas empresas enfrentar tarifas de 35% a los productos mexicanos. La OMC establece que sólo puede subir entre 3 y 7% los aranceles, que serían compensados con creces por la devaluación del peso. Pero lo relevante de esta intimidación es que Trump parece dispuesto a romper las reglas comerciales.

El gobierno de México está contra la pared y está obligado a recuperar la autoridad moral para evitar la ingobernabilidad, mediante el combate a fondo de la impunidad y la corrupción, así como un giro en las políticas públicas, para alinearlas con el interés público. Esta última parte implica dotar de más recursos a los consulados en Estados Unidos y recortar el gasto corriente, con énfasis en los privilegios de políticos. A su vez cabe trabajar con los aliados naturales (hispanos) y potenciales (ciudades y gobiernos fronterizos) que se tiene en la nación vecina, así como tratar de coaligarse con los intereses empresariales afectados para frenar a Trump en el Congreso de Estados Unidos. Aun así, los costos inmediatos son ineludibles. A largo plazo, hay que diversificar los mercados, modificar la diplomacia y no olvidar la lección: el interés nacional siempre debe estar en primer plano, es decir, la teoría de las ventajas comparativas es una bella utopía entre naciones.

Y tal vez igual de importante sea que el gobierno mexicano realice una intensa labor diplomática en Asia, con énfasis en China Japón e India, y en Europa, en particular con Alemania, Francia y España para convencerlos de que la causa de México es la apuesta a favor de preservar las libertades políticas e individuales, el libre comercio, el libre tránsito de personas y un valladar contra el nacionalismo y el fascismo. El mundo debe entender que la guerra que emprende Trump contra México es el ensayo para escalar hacia China, Alemania, Japón (países con los que Estados Unidos tiene abultados déficit comerciales), la ONU, OMC, OTAN y… Sin duda el orden mundial requiere grandes ajustes, pues muchas de estas instituciones están rebasadas y no sirven al interés de todas las naciones y mucho menos de sus pueblos, pero no a la manera atrabiliaria y burda de Donald Trump.

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