Las instituciones más importantes de México son el Gobierno Federal constituido por los poderes ejecutivo, legislativo y judicial y todas las dependencias o instituciones que dependen de ellos. También los gobiernos de los 31 estados y el del Distrito Federal igualmente integrados por los tres poderes locales y las organizaciones dependientes de las mismas.
Además, los organismos públicos autónomos que cuentan con personalidad jurídica y patrimonio propios que han sido creados para no depender del ninguno de los poderes del Gobierno Federal y así actuar de manera independiente, imparcial y objetiva. Entre estas están el Banco de México, el Instituto Nacional Electoral (INE), la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TRIFE), el Instituto Federal de Acceso a la Información y Protección de Datos (IFAI), los tribunales agrarios, las 32 universidades autónomas, y los partidos políticos.
Las instituciones deben estar por encima de las personas que trabajan en ellas y sobre todo de quienes las encabezan. Esto es evidente en la mayoría de los países altamente democráticos de Europa Occidental y de la región angloparlante de América del Norte.
Y si bien nunca dejan de ser perfectibles, las instituciones en las regiones mencionadas en el párrafo anterior no son sujetas a constantes modificaciones o dejan de existir cada vez que cambia el partido que controla el gobierno nacional o se modifica la realidad política, económica o social.
En países como el nuestro, en donde la democracia sigue siendo un tema inacabado y el nivel educativo de sus habitantes es bajo, la fuerza de las instituciones depende más de las personas que de las instituciones mismas. Peor aún, instituciones que en un momento son vigentes dejan de serlo porque cambian las circunstancias.
¿Recuerdas el desaparecido Instituto Federal Electoral (IFE) que era un ejemplo para el mundo? Bastaron 24 años para que, según la clase gobernante de nuestro país, esta institución quedara rebasada por la realidad, se declarara su disolución y se creara el INE. Piensa también en la Comisión Federal de Competencia Económica que fue refundada en 2013 después de 22 años de existencia o en la Comisión Federal de Telecomunicaciones creada en 1996 y substituida 16 años después por el Instituto Federal de Telecomunicaciones.
Recuerda la manera en que han sido transformadas las dos cámaras legislativas que conforman el Congreso de la Unión. El Senado, por ejemplo, dejó de representar a los estados como originalmente determinó la Constitución y hoy es una institución que quién sabe a quien representa.
México sigue siendo un país en proceso de construcción, una obra inacabada que no ofrece ninguna certeza institucional a sus habitantes.
Que las cosas no marchen bien no es casual. Es el resultado de 193 años de vida independiente que han resultado insuficientes para crear instituciones sólidas y permanentes.
Caen delitos de alto impacto, otros suben y la cifra negra persiste
El gobierno federal ha catalogado a varios delitos como de alto impacto porque afectan gravemente a la sociedad mexicana....
octubre 30, 2024México en caída libre: La triste realidad del Estado de Derecho
El Índice de Estado de Derecho 2024 del World Justice Project (WJP), difundido la semana pasada, muestra la desastrosa...
octubre 29, 2024Faltan 8 días para la impredecible elección presidencial en EEUU
El próximo 5 de noviembre, en Estados Unidos se realizará una de las elecciones presidenciales más reñidas en su...
octubre 28, 2024BRICS y FMI: dos visiones enfrentadas
Esta semana, dos grandes eventos globales se desarrollaron en paralelo, pero con objetivos y visiones muy diferentes. Por un...
octubre 25, 2024