Mejorar nuestra productividad en la producción de trigo y otros granos resulta estratégico frente al conflicto Rusia-Ucrania

Con más crédito bancario, más tecnificación, más vínculos entre el sector científico-tecnológico y los productores agrícolas, podríamos robustecer aún más al campo mexicano.

25 de marzo, 2022 Mejorar nuestra productividad en la producción de trigo y otros granos resulta estratégico frente al conflicto Rusia-Ucrania

Uno de los problemas más agudos a los que nos enfrentamos globalmente a raíz de la guerra entre Rusia y Ucrania es a la escasez de granos básicos para la producción de alimentos, tales como el trigo y la soya. Se dice ya en algunos círculos que, si Biden puede ahogar a Rusia en inflación por las restricciones económicas que ha impuesto sobre Rusia, Putin puede matar de hambre al mundo.

Suena a chiste, pero en realidad no lo es tanto. Rusia y Ucrania, al ser verdaderos graneros del mundo, pueden ser factores decisivos para el incremento del hambre y la privación alimentaria para millones de personas en la tierra. Tan solo Rusia produce 37% del trigo que se produce a nivel mundial, y Ucrania no se le aleja demasiado, pues produce cerca del 18% del trigo en el mundo.

El incremento de los precios de commodities como la el trigo, la soya o el maíz, representa para muchos países un escenario de espiral inflacionaria contra el que vienen luchando desde hace poco más de un año por la escasez de mano de obra e interrupción en cadenas de suministro que generó la pandemia del SARS-COV-2.

Conviene recordar que cuando hablamos de incrementos en los precios del trigo o del maíz, por mencionar algunos granos, no solo se hablamos de incrementos en el precio del pan o la tortilla, sino también de la carne y sus derivados, pues los granos también son un insumo muy importante para la alimentación de aves, cerdos, reses y otros tipos de ganado.

Desafortunadamente, México es uno de los países altamente vulnerables a la inflación en la actualidad, que en principio era una inflación que venía del exterior (iniciando hace un año), pero que ahora es una inflación que se está generando dentro de nuestras fronteras, en palabra de un subgobernador del Banco de México que hizo hace poco una declaración en esa dirección.

Pues bien, dado este panorama de incrementos de precios en los commodities agrícolas, los gobiernos en todas partes del mundo deben comenzar a establecer estrategias y directrices claras en torno a un incremento de la producción interna de los granos como el trigo, la soya y el maíz, para compensar al menos en parte los efectos de la escasez de granos que se avecina este año si el conflicto entre Rusia y Ucrania continúa.

Lo anterior no significa que sea sencillo pasar de un cultivo al otro de manera inmediata, pues además de factores como el clima y el tipo de suelo apto para ciertos cultivos, se requiere conocimiento para que las personas que producen en el campo puedan adaptar sus cultivos hacia esos granos.

Este escenario donde en lugar de alfalfa, por ejemplo, comencemos a cultivar más trigo del que ya cultivamos, es un escenario hasta cierto punto hipotético y poco realista en el largo plazo. Desde una perspectiva muy ortodoxa, lo que deberíamos hacer es incrementar nuestra productividad de lo que ya somos muy buenos y especializados para producir (por ejemplo, tomates, berries y hortalizas), en aras de poder lograr un mejor intercambio por granos con el resto del mundo.

Sin embargo, la escasez de granos puede llegar a ser tal, que por más que tengamos confianza en nuestra productividad en otros sectores y subsecuente generación de riqueza para comprar granos, podríamos no encontrarlos en suficiencia en el mercado internacional.

Potencial en puerta

Más que encontrarnos en México en total indefensión ante el incremento en el precio de los granos, tenemos ventajas que debemos saber no solo aprovechar sino potencializar con mucha mayor velocidad, pues recordemos, son tiempos de guerra. 

En México contamos con el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT), ubicado en Tulantongo, Estado de México. Desde México se innova y se genera en campos de los productores, pero también en laboratorios. Aproximadamente un 70% de los trigos a nivel global provienen de las investigaciones hechas en México y también la parte del maíz proviene del CIMMYT, y 50% de los maíces a nivel global, lo que permite que las nuevas variedades de granos desarrolladas en México alimenten al resto del mundo con una mejor dieta y más accesible.

En este búnker de tecnología alimentaria, se resguarda la biodiversidad del mundo de maíz y trigo; más de 28 mil maíces y más de 150 mil diferentes granos de trigo.

En palabras del COO del CIMMYT, Bram Govaerts, México debe sentirse muy orgulloso porque no solo cuenta con la panadería más grande (Bimbo), sino con el centro de estudio de investigación en granos más grande del mundo (CIMMYT).

¿Por qué empresas como Bimbo o Minsa son fortalezas para México ante esta problemática de la escasez de granos por el conflicto entre Rusia y Ucrania? Porque son empresas que de la mano con los laboratorios como el CIMMYT han buscado permanentemente garantizar la sustentabilidad de los granos que utilizan, o como se dice en la jerga, la sustentabilidad de su insumo verde.

La competitividad internacional de Bimbo, no solo se basa en la apuesta de inversiones físicas y tecnológicas a lo largo y ancho del planeta, sino en la apuesta a las inversiones en agrotecnología.

De hecho, en México el cultivo de trigo se puede decir que está más orientada a un tipo de productor grande y tecnificado, pues en la actualidad, 97.6% de la superficie sembrada de trigo es en proyectos de siembra de más de 5 hectáreas.

Porcentaje de la superficie sembrada por tipos de grano en México en 2019

Fuente: Encuesta Nacional Agropecuaria 2029. INEGI.

Fuente: Encuesta Nacional Agropecuaria 2029. INEGI.

A diferencia del maíz blanco, por ejemplo, donde la siembra en proyectos de más de 5 hectáreas solo representa 55.2%, o de maíz amarillo, donde solo el 67.6% se da en más de 5 hectáreas.

De tal manera que, a pesar del panorama adverso de la guerra y el inminente incremento de los precios en el corto plazo, México tiene un potencial importante para crecer y seguir apostando en un sector que lo más seguro va a presentar cambios en su composición estructural de manera acelerada en los próximos años.

Conociendo el campo mexicano

El INEGI realiza cada dos años la Encuesta Nacional Agropecuaria, cuya última versión es de 2019, pero que en probablemente menos de un mes estemos conociendo la del levantamiento de 2021.

La Encuesta Nacional Agropecuaria (ENA 2019), refiere que del volumen total de la producción agropecuaria, el 87.4% tiene como destino la venta de esa producción, y el 12.6% restante es para autoconsumo, del cual se deriva el consumo para el ganado, el consumo familiar y la siembra para semilla. 

Destino de la producción agrícola en México en 2019

De igual forma, la ENA 2021 arroja que, de la venta de la producción agrícola, 53.1% va a manos del intermediario;11.5% va a bodegas o almacenes; 3.8% va a manos de contratistas del campo con quienes se pacta la producción; 1.2% va a empacadoras de uso industrial y el 25.1% va directo al consumidor.   

Venta de la producción agrícola en México en 2019

Al interior de México también existen ventajas y potencial regionales

La ENA 2019, muestra una interesante realidad económica regional en México en relación con el trigo.

Del cultivo de trigo en proyectos de siembra de más de 5 hectáreas, el estado de Sonora abarca nada menos que el 72.9% de la producción nacional.

Le siguen los estados de Baja California con el 11.5% de la producción nacional y Sinaloa con el 8%. 

De tal manera que, tres estados concentran nada menos que el 92.4% de la producción de trigo en más de 5 hectáreas. El resto de los estados produce solamente el 7.6% del trigo en más de 5 hectáreas en el país. 

Porcentaje de la producción nacional de trigo en proyectos de siembra de más de 5 hectáreas en México durante 2019

Últimos comentarios

La amenaza global por la escasez de alimentos no es un asunto que deba tomarse a la ligera, y debemos reaccionar ante este riesgo global como lo que es, un asunto de guerra.

La pandemia del SARS-COV-2 nos enseñó que si dormimos en nuestros laureles en relación con la producción de bienes de la salud, como vacunas, cubrebocas o tanques de oxígeno, por mencionar algunos ejemplos paradigmáticos, podemos caer en total vulnerabilidad o dependencia ante otros países.

La carencia de tanques de oxígeno, un bien cuya producción por cierto no es nada del otro mundo, hizo que desafortunadamente miles de mexicanos murieran en sus casas a la espera de poder contar con oxígeno suficiente.

Es indudable que a estas alturas, estamos más que claros que tratándose de salud y alimentación, cualquier problemática global se puede convertir en un asunto de vida o muerte.

Fortalecer al campo debe ser una estrategia prioritaria de cualquier gobierno, pero en este en particular, el fortalecimiento del campo y de la producción cada vez más eficiente en granos y demás cultivos cobra una importancia inusitada.

Debemos comenzar por aceptar que el campo mexicano, a pesar de lo mucho que hemos avanzado en los últimos 30 años gracias a la apertura comercial, enfrenta todavía muchos retos que sortear.

Por ejemplo, de las unidades de producción que solicitaron y obtuvieron un préstamo en 2019, solo el 11.4% lo hicieron con un banco. Esto muestra claramente que a otros sectores relacionados, la banca por principio de cuentas, le sigue faltando un mayor impulso al sector agrícola. En la actualidad, son pocos los bancos comerciales que han hecho del campo un sector estratégico o de nicho para catapultar su crecimiento en el sector financiero.

Con más crédito bancario, más tecnificación, más vínculos entre el sector científico-tecnológico y los productores agrícolas, podríamos robustecer aún más al campo mexicano. Esto además de ser una necesidad apremiante, es una deuda histórica, pues no debemos olvidar que somos una sociedad agrícola desde tiempos ancestrales.

Twitter: @romero_hicks 

Facebook: José Luis Romero Hicks

Referencias

https://www.inegi.org.mx/contenidos/programas/ena/2019/doc/rrdp_ena2019.pdf

https://www.elfinanciero.com.mx/empresas/70-del-trigo-a-nivel-global-es-mexicano-segun-centro-international-de-mejoramiento-de-maiz-y-trigo/

https://www.statista.com/markets/

https://www.elfinanciero.com.mx/mundo/2022/03/06/la-guerra-en-ucrania-amenaza-al-granero-del-mundo-y-entregas-de-comida/

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