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La carretera de la tempestad

El inamovible, inatacable y todopoderoso corazón agro exportador de la economía argentina, hará que, después del 10 de diciembre de 2023, la tempestad se reduzca a una tormenta.

29 de noviembre, 2023

Fernando Jeannot

En este artículo utilizamos el vocablo tempestad en el sentido de una gran agitación en el estado de ánimo de la colectividad argentina; sin embargo y, por otra parte: las palabras tormenta y llovizna son alegorías del mismo estado de ánimo.

El corazón de esta economía nacional, lo constituye la posición preponderante y el atributo hegemónico de la oligarquía agro exportadora. El predominio de estos terratenientes está ubicado en una posición estratégica de los mismos en la estructura artefactual, la cual les permite prevalecer en la orientación de la dotación institucional hacia la captura de rentas formal o informalmente; en especial la fundiaria y la cambiaria.

A su vez, la hegemonía nacional los faculta para imponer un orden institucional y organizativo en función de la lógica comportamental de este solo jugador agro exportador. La hegemonía representa la supremacía de una relación de dominación cultural (en el sentido antropológico), con respecto a la economía nacional. Dado que la dominación/subordinación colectiva constituye un proceso cultural de la nación, la hegemonía se ejerce en función del modelo mental dominante y compartido del populismo de izquierda o de derecha gobernante desde 1945 hasta el día de hoy y después de diciembre de este año, a veces bajo un cielo tempestuoso y otras tormentoso o lluvioso.

En estos días de rondas electorales, es muy demostrativo del predominio y la hegemonía agro exportadora que entre los miles de comentarios televisivos, artículos o comentarios periodísticos y redes sociales; nadie haya mencionado que la posición preponderante y hegemónica de la oligarquía nativa agro exportadora indica la nómina de los que mandan realmente en la Argentina gobernada por quien sea; al mismo tiempo que de la inflación causada por las especulaciones de estos primeros tenedores de dólares. En general, la pirámide del poder argentino en manos de los terratenientes expedidores se basa en el rezago tecnológico y organizativo de una economía argentina víctima del modelo primario exportador que no desarrolla la ventaja competitiva nacional.

La actualidad de la tempestad tuvo lugar hasta el balotaje del domingo 19 de noviembre de 2023. Tempestad de insultos proferidos por Milei con respecto a sus adversarios electorales {casta, corrupto, estafador, panqueque (alguien que cambia de opinión constantemente) y otros}, así como abundancia de demagogia por parte de todos los candidatos a presidentes (Massa derrochando recursos públicos con el programa Platita), incluida las descalificaciones de contrincantes (Milei acusando a Patricia Bullrich de terrorista juvenil o José Mujica calificando a Milei de demente).

Desde el 20 de noviembre y antes del 10 de diciembre reina una escampada ornamentada por el jolgorio de los triunfadores afanosamente dedicados a formar un staff de gobierno. Escampe que tiene al sector industrial paralizado porque no hay insumos disponibles en el incompleto mercado interno argentino; lo cual prologa un alto desbalance comercial cuando llegue la tormenta.

Calma chicha que no debe engañar a nadie creyente en que se acabaron las precipitaciones de distinta intensidad en la economía nacional, porque después del 10 de diciembre y no sabemos hasta cuándo, la tormenta será duradera y contendrá la recesión estanflacionaria.

Durante la tormenta, y en primer lugar (1), los peronistas K se empeñarán en ganar en las calles lo que perdieron en las urnas. Como anuncio de lo anterior, el primer piquete (bloquear el tránsito vehicular), lo hicieron activistas K el 241123; o sea, antes de que Milei empuñe el bastón de mando.

(2) Despertará la Confederación General del Trabajo (CGT) oportunamente dormida para conveniencia del saliente Aníbal Fernández, al cual no le hicieron ni un solo paro.

(3) El jefe del sindicato de Aerolíneas Argentinas prometió literalmente matar a Milei si privatiza Aerolíneas Argentinas.

(4) Según los liberales al vapor apoyadores de Milei, las empresas públicas son las únicas culpables de los números rojos en sus balances contables; por lo que hay que comenzar inmediatamente después que se sienten en el sillón presidencial, por privatizar a 10 empresas del Estado: Aerolíneas Argentinas, Aysa, Trenes Argentinos, Energía Argentina, Yacimientos Petrolíferos Fiscales (YPF), Arsat, TV Pública, Radio Nacional, Télam, y Correo Argentino.

(5) La tormenta será estanflacionaria, particularmente con recesión en U o en V, pero, de todas maneras, recesión preñada del desempleo creciente durante el anarquismo de mercado cebado con mate. Si Milei cumple con su delirio cuantitativista de dolarizar a una economía dolarizada de hecho desde hace mucho tiempo atrás, esta pérdida de soberanía monetaria a favor de los EEUU achicará más la oferta de trabajo y comprimirá drásticamente el poder de compra de las familias asalariadas.

(6) Con base en su fuerza parlamentaria, los peronistas K pueden celebrar una asamblea legislativa para destituir a Milei o lograr atarle las manos al nuevo Poder Ejecutivo.

(7) Dudamos que Milei haya entendido a cabalidad que no es lo mismo gobernar que ser influencer en las redes sociales devoradoras de excentricidades novedosas despeinadas en la abundante cabellera.

(8) Después del 10 de diciembre, Milei deberá definir qué se propone con el cambio capciosamente prometido hasta el hartazgo, y con la ¡Libertad carajo! multicitada en todo el mundo por los demagogos de cualquier pelaje… y también los calvos. En todo caso y coherentemente con la doctrina correspondiente; dentro de un proceso anarquista de mercado que abolirá al Estado presidido por Milei o por Juan de los Palotes.

Concluimos: el inamovible, inatacable y todopoderoso corazón agro exportador de la economía argentina, hará que, después del 10 de diciembre de 2023, la tempestad se reduzca a una tormenta; al mismo tiempo que el pragmatismo oportunista de un Milei populista moderado, desfogará en una llovizna.