En los últimos dos días, se han dado pasos importantes en los que serán los dos temas que más van a marcar la economía mexicana, no solo en el cierre de 2021, sino en los próximos años.
El primero tiene que ver con la inflación. El jueves pasado, la Junta de Gobierno del Banco de México votó casi unánimemente por continuar su tendencia al alza en materia de tasas de interés, dada la preocupación que está levantando el incremento generalizado de los precios en el país.
Con el incremento de un cuarto de punto en la tasa de referencia por parte del Banco de México, para dejarla en 4.75%, presenciamos la tercera vez consecutiva que se opta por aumentar la tasa para tratar de hacer mella a la inflación.
En agosto de este año, la Junta de Gobierno estimaba un cierre de año con una inflación anual de 5.7%, pero dos meses después, sus previsiones de inflación alcanzan el 6.2%.
La mayoría de los analistas especializados en los incrementos de la tasa del Banco de México, consideran casi un hecho que cerraremos el 2021 con una tasa de 5.25%, al estimar que las siguientes dos sesiones se estará incrementando un cuarto de punto en cada una.
El segundo tema que nos va a marcar económicamente es el de la iniciativa de reforma constitucional en materia eléctrica presentada el viernes por el Ejecutivo, apenas un día después de la decisión de tasa de Banxico.
Esta iniciativa pretende reformar los artículos 25, 27 y 28 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos en materia energética, con el propósito de favorecer a la Comisión Federal de Electricidad (CFE), limitando la participación de la industria privada y desmantelando la estructura institucional regulatoria del mercado eléctrico actual.
Iniciativa de reforma constitucional al sector eléctrico: una bomba que hace tic-tac
De este segundo tema, me quiero ocupar en esta ocasión, pues se trata de una iniciativa que, de prosperar en el Congreso, encarecerá de manera muy importante los costos de producir y distribuir energía eléctrica en México.
La iniciativa persigue, fundamentalmente, que la Comisión Federal de Electricidad (CFE) vuelva a jugar un papel monopólico en la generación y en la distribución de energía eléctrica, sin importar que los participantes de la iniciativa privada sean más eficientes para producir y que, aunado a ello, lo hagan principalmente a través de las vías renovables.
Mientras los países buscan ganar competitividad mediante una mayor competencia en los mercados y menor concentración, en México el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador le sigue apostando a la conformación del México de la década de los años setenta, sin importar que en ello nos vaya la competitividad, que de por sí no es buena.
El Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO) acaba de publicar hace poco los resultados de su Índice de Competitividad Internacional 2021 (ICI). El Índice está compuesto por 85 indicadores, categorizados en 10 subíndices.
En la edición 2021, México descendió dos posiciones en el ranking, ocupando el lugar 37 de 43, y se ubicó dentro del grupo de competitividad baja.
De acuerdo con el IMCO, los países más competitivos son más productivos, atraen más inversión y son menos desiguales en sus ingresos, mientras que en los países menos competitivos es al revés.
De los 10 subíndices que engloban el Índice de Competitividad Internacional 2021, México retrocedió en cinco:
- Medio Ambiente
- Sociedad
- Sistema político
- Relaciones Internacionales
- Innovación
El monopolio no es lo peor
Por si no fuera suficiente despropósito el regresar a un monopolio del Estado que con el paso del tiempo ha ido acumulando enormes áreas de ineficiencia, la iniciativa de reforma al sector eléctrico busca eliminar de golpe a los organismos reguladores; la Comisión Reguladora de Energía (CRE) y la Comisión Nacional de Hidrocarburos (CNH), así como incorporar a la CFE el Centro Nacional de Control de Energía (CENACE).
Esto tendría como resultado, en la práctica, desaparecer el mercado eléctrico mayorista, el cual beneficia de entrada a la propia CFE. Por ejemplo, el IMCO señala que en 2020 la generación privada a partir de energías renovables tuvo un costo promedio de 401 pesos por megawatt-hora, mientras que el costo promedio de la producida por CFE fue de 1,413 pesos.
Si la iniciativa de reforma pretende atacar a los privados que llegan a producir con energías renovables a un costo de poco menos de un tercio que el costo de la CFE, está muy extraviado el rumbo de la Cuarta Transformación en materia de energía.
Golpe a las relaciones internacionales
Se avecinan litigios internacionales por los intereses privados que la supuesta reforma afectará.
Las empresas privadas que serían desplazadas y afectadas en sus inversiones no tendrán reparo en arbitrar nacional e internacionalmente los asuntos que se desprenden de la eventual reforma constitucional.
El IMCO señala que la cancelación de los permisos de generación afectará la certidumbre jurídica de los inversionistas al alterar retroactivamente las condiciones bajo las cuales realizaron sus inversiones, pero además, representa un desafío más para la CFE: la necesidad de construir, operar y mantener centrales eléctricas.
Esto se traducirá, sin lugar a dudas, en un boquete fiscal más para el gobierno, el cual no está dispuesto a incurrir en el costo político de una reforma fiscal de largo alcance, la cual le dote de los recursos para poder continuar subsidiando los costos de la electricidad para millones de familias mexicanas.
Golpe al medio ambiente
Otro gran despropósito de la iniciativa de reforma eléctrica es la eliminación de los Certificados de Energía Limpia (CEL).
La Ley de Transición Energética creó la figura de los CELs, con el propósito de incentivar la generación de energía eléctrica limpia y cumplir con los objetivos del Acuerdo de París de generar el 35% de la energía a partir de fuentes limpias (eólica, solar, etcétera).
Los CELs se otorgan por cada megawatt-hora de energía generada en centrales limpias que iniciaron operaciones después de agosto de 2014.
El IMCO advierte que, la desaparición de los CELs elimina el principal incentivo para expandir la capacidad instalada renovable en México.
Por otro lado, también advierte que la CFE no tiene capacidad instalada limpia para aumentar la participación de las energías renovables en la medida que el país lo requiere.
Ranking del Subíndice de Relaciones Internacionales en el Índice de Competitividad Internacional 2021 del IMCO
Últimos comentarios
La iniciativa de reforma al sector eléctrico es uno de los movimientos más arriesgados que ha hecho el gobierno del presidente López Obrador.
Es extraño que se impulse una reforma que tiene matices de expropiación a los particulares, los cuales por cierto han ayudado muchísimo a bajar los costos de generación de energía eléctrica en México en la última década.
Es extraño que el gobierno se aventure con todas sus naves, púes tendrá que negociar hasta con el PRI, a plantear una reforma que demeritará el papel que juega México en el exterior, en tiempos en los que la pandemia nos ha demostrado que necesitamos más que nunca poner por delante las buenas relaciones internacionales.
Es extraño que el gobierno quiera impulsar una reforma que elevará las presiones fiscales en los años por venir para el Estado, y que le pondría, aún con mayor énfasis, en la imperiosa necesidad de reformar también la forma de recaudar impuestos y eventualmente elevar las tasas impositivas.
Es extraño que en vez de buscar cómo incrementar nuestra competitividad internacional, por ejemplo a través de un impulso en el sector de manufacturas de alta tecnología, el gobierno busque nacionalizar el litio con el que contamos, haciendo de ello una mera aspiración extractiva, en lugar de buscar mecanismos basados en ganar-ganar para Estado y actores económicos privados.
Es extraño que el gobierno insista tercamente en dañar la competencia en los mercados, como si existiera un solo ejemplo en el mundo de que dañando la competencia se puede reducir la ineficiencia y los costos de producir.
Lo que no es extraño, y que este gobierno y la facción morenista ha dejado ver de manera muy clara, es que ya es una costumbre presentar iniciativas de reforma con aspectos sumamente controversiales.
Twitter: @romero_hicks
Facebook: José Luis Romero Hicks
Referencias
https://imco.org.mx/legislar-contra-la-competencia/
https://imco.org.mx/indice-de-competitividad-internacional-2021/
https://www.elfinanciero.com.mx/opinion/alejo-sanchez-cano/2021/10/04/traicion-del-pri/
https://www.cenace.gob.mx/Paginas/SIM/MercadoCEL.aspx
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