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El sindicato del Hipódromo de las Américas versus La Permisionaria

“Cuando el río suena es porque piedras trae” (Refrán popular).

2 de septiembre, 2022

El sábado pasado (27 de agosto) los trabajadores sindicalizados del Hipódromo de las Américas: cajeros, cocineros, “valerianos” (los que se encargan de ayudar a los entrenadores a ensillar y a cuidar el equipo de los pequeños grandes hombres: los jinetes), personal del arrancadero, etcétera, se rebelaron y no quisieron trabajar ante el pésimo trato de la empresa permisionaria, como falta de buenas condiciones para hacer su trabajo, bajos salarios y constantes amenazas de despido. Me comentan que el personal de cocina tiene que llevar sus utensilios para desempeñar sus labores… ¡a ese extremo!

En su defensa, la permisionaria emitió un comunicado alegando que: “No obstante, los grupos de la Confederación que llegaron decidieron aún, sin el apoyo mayoritario de los colaboradores del Hipódromo, introducirse en las instalaciones para evitar la operación del Hipódromo, también desalojaron de manera totalmente ilegal a los visitantes del casino Royal Yak, del Sport Book y del restaurante Bárbaro.

“La política definida por la empresa, fue la de no sostener una confrontación, a fin de evitar destrozos materiales o, aún peor, daños personales. A pesar de esta situación de agresividad, mantuvimos pláticas con los líderes de la CROC, haciéndoles ver que el personal con el que estaban haciendo la toma de las instalaciones, no eran trabajadores del Hipódromo, ya que los sindicalizados de nuestra empresa decidieron no apoyar esta acción.

“Les comentamos que en todo momento el Hipódromo de las Américas ha manifestado su voluntad de mantener estas conversaciones, tanto así, que ya habíamos alcanzado la resolución de un aumento del 6% y retroactivo al primero de diciembre del 2021”.

Debo decir que tengo otros datos. Otras fuentes me han contado que eso no es cierto. ¡Los sindicalizados están pidiendo un aumento del 15%…!

Los que hemos vivido y sufrido este tipo de situaciones sabemos que esto pone en situación de alerta a los que ofrecen el espectáculo, de por sí ya muy deteriorado. Cuando el aguerrido sindicato Alba Roja, que tenía la titularidad del contrato colectivo en el Hipódromo de Tijuana ―Caliente― estalló en una huelga, se acabó con las carreras de caballos en esa planta hípica. ¿Será esa la intención de esta empresa? ¡Los caballistas tendremos que poner las barbas a remojar!

En mi opinión, conociendo el nivel de corrupción e impunidad con que se ha manejado la empresa permisionaria en los sexenios anteriores, tuvo que llegar la Cuarta Transformación para empezar a poner orden, en especial con la magnífica disposición del licenciado Manuel Marcué Diaz, titular de la Dirección General de Juegos y Sorteos, que está empeñado en cambiar las cosas.

La pregunta que me hace un lector asiduo de mis artículos, quien hasta ha osado comprar mis dos libros en www.amazon.com.mx se cuestiona, porqué se ha dejado que la permisionaria siga explotando el negocio cuando no ha cumplido con una larga serie de condiciones del mismo. ¡Creo que tiene razón!

Quince días antes de que terminara el nefasto sexenio de Enrique Peña Nieto, el director de Juegos y Sorteos ―Eduardo Cayetano Cacho Silva― otorgó una prórroga del mentado permiso por 15 años, ante la promesa que la empresa iba a construir un hotel, que era su obligación desde el principio y con ese pretexto recortaron la pista de carreras, provocando la protesta de los caballistas. Hoy día, un tabique no se ha colocado para construir el mentado hotel. ¿No es motivo suficiente para su revocación?

Es claro que, para que la permisionaria siga gozando de este permiso y su respectiva concesión va a tener que incrementar los premios, cuando menos al doble, y así el sindicato pueda intervenir con sus agremiados que trabajan en la zona de caballerizas, que por de pronto no contribuyen con cuotas al mismo y para que se puedan cuidar los caballos como lo merecen. Hoy en día un caballerango cuida siete u ocho caballos con lo que es imposible que haga una buena labor. Anteriormente un caballerango cuidaba tres caballos o un caballerango y un paseador cinco. Esa es la principal función social de la Industria Hípica: crear muchos empleos especializados y bien remunerados.

¿Qué no hay quién pueda operar dicho negocio? Es clamor dentro del hipódromo, que el licenciado Germán Larrea Mota Velasco quisiera interesarse en transformar el Hipódromo. Él fue uno de los “tiradores” cuando se licitó en 1996 el permiso de operación del Hipódromo que se le otorgó a un grupo que conformaban ECE-Maxxam que sí conocía del negocio pues Maxxam operaba el hipódromo de Houston. (ECE con uno de los hijos de Claudio X. González a la cabeza). Ya teniendo el permiso en sus manos, ECE se arrepintió y no quiso seguir con el compromiso; los gringos se fueron enojados. Por “extrañas maniobras” el permiso se le otorgó al grupo CIE. El resultado está a la vista. La Hípica quebrada…

¿Qué no se podría invitar a una empresa como Stronach Group que opera muchos hipódromos y otros negocios relacionados con la hípica en la Unión Americana, para participar de alguna forma? ¿Qué no habrá un grupo de empresarios mexicanos que tomen este negocio? Luego de incumplir muchos de los términos de su permiso y dejar a la hípica mexicana en quiebra, CODERE y CIE podrían ser invitados a visitar el rancho del presidente en Palenque (Chiapas).

Allí están los tristes resultados de la subasta de caballos Cuarto de Milla que se acaba de llevar a cabo la semana pasada.

Así pues, ¡O la permisionaria cambia su operación o que se vaya…!

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