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El Hipódromo de las Américas: una historia de impunidad y corrupción

Enrique Rodríguez-Cano comenta los acontecimientos más relevantes de la industria hípica mexicana.

13 de octubre, 2023

Hace algún tiempo publiqué un libro que contiene algunos de los artículos que he escrito en referencia a la Industria Hípica, desde 2014 ─vaya, casi 10 años─. En concreto muchos de ellos se refieren a las carreras que ofrecen los caballistas en el Hipódromo de las Américas y caray, revisándolo las cosas están peor. Bien les haría a los nuevos caballistas darle una leidita. Sobre todo, al presidente del Comité, el licenciado Mauricio Ayala para que tenga conceptos claros de lo que la actividad que, por lo pronto, dice regular y vigilar. Lo pueden adquirir en amazon.com.mx en esta liga o con gusto, al servidor público, periodista o caballista interesado les mando una versión en pdf. Probablemente sea mejor visitar el sitio de Ruiz Healy Times en esta liga y allí, pueden leerlos todos.

Enclavado en un bien del dominio público ─52 hectáreas y en una zona privilegiada─ en donde cabe preguntarse: ¿habrá un mejor terreno en la ciudad de México? El Hipódromo de las Américas ha sido blanco de abusos, corruptelas y falta de interés en el propio sector.

Desde que el anterior permisionario, el veracruzano Justo F. Fernández le revocaron el permiso y la concesión, el gobierno federal lanzó en 1996 una licitación para la operación del Hipódromo cuyo objetivo era “rescatar la industria”. En la liga anterior se puede leer la historia, publicada en septiembre de 2015.

Participaron empresas y personajes importantes, Germán Larrea entre ellos; don Víctor Resk, representante de una empresa italiana y Maxxam, que en aquel tiempo era propietaria de Sam Houston Race Park, que en asociación con un hijo de Claudio X. González padre, quien en ese entonces era consejero de la Presidencia de Ernesto Zedillo, obtuvo el permiso, pero por causas que desconozco, no quiso seguir en el proceso. La Dirección de Juegos de aquel entonces le otorgó el permiso a la actual permisionaria. ahora Administradora Mexicana de Hipódromos de Alejandro Soberón, ahora Codere, que explota el permiso en forma muy irregular e ilegal.

La historia, en efecto, es de escándalo. La corrupción sin duda genera impunidad y de ello, en todos estos años la hemos padecido, con la consecuente pérdida de empleos que genera esta actividad.

Hasta que el nuevo director de Juegos y Sorteos de la Secretaría de Gobernación, el licenciado Leonardo Manuel Figueroa Martínez, ponga orden, las carreras de caballos en las Lomas de Sotelo están condenadas a desaparecer.

Me parece que si el lector de este artículo lee las ligas de los vínculos, se va a entretener.

En cuanto a las carreras de caballos a la empresa “ya le gustó” que los caballistas contribuyan con los premios. La segunda carrera del sábado ofrece una bolsa total de 142 mil pesos. La condición dice: “Para potros de dos años que nunca han ganado. Pagarán 7,000 pesos por inscribir y participar”. Y los caballistas como borregos aceptan. ¡Esa es nuestra hípica…!

Y en los Clásicos que se corren el sábado, los dosañeros, todos americanos, se disputan dos carreras importantes. En el Clásico Anáhuac, Liam’s Crown (USA), de la Cuadra Los Agaves luce un montón, por lo que si gana ese potrillo debería de ser considerado para exportación. Digo, es mi recomendación. Costó en subasta 1,500 dólares y me pregunto, quién le comprará a don César Corona sus caballos. Ese hombre, gran promotor, debería estar activo en la planta hípica, pero a alguien no le cae.

¡¡Suerte…!!