EDUARDO TAMBIÉN ESTÁ EN:

Al Rescate de una Industria…

La industria hípica puede generar muchos empleos dignos y fortalecer la economía del país. Para lograrlo es necesario que se presenten condiciones dignas.

18 de febrero, 2022

Enrique Rodríguez-Cano Ruiz

La eterna discusión que tengo con un amigo muy querido es que me pregunta “¿A quién realmente le importa la Industria Hípica de carreras de caballos?”. La respuesta es sencilla: a los que trabajan en ella. Todas las actividades que producen empleos deben ser prioridad para un gobierno democrático. Nuestra mermada actividad puede producir un montón de empleos bien pagados siempre y cuando existan las condiciones adecuadas. Para lograrlo se debe erradicar la impunidad y corrupción del pasado como lo tiene claro el presidente de todos los mexicanos.

De acuerdo con una serie de entrevistas que hicieron el año pasado, en la Hípica Uruguaya, la actividad produce entre siete y ocho empleos por caballo estabulado en un Hipódromo. En la liga se puede ver este interesante video que deberían ver principalmente las autoridades involucradas y claro, todos los miembros de nuestro gremio hípico.

En mi opinión ―la cual comparten los miembros de nuestra asociación civil―, el rescate de nuestra Industria debe empezar por tres etapas. Comenté en el artículo de la semana pasada que la autoridad reguladora ―la Secretaría de Gobernación― a través de la Dirección de Juegos y Sorteos ya dio el primer paso: está empezando a escuchar a los principales actores, es decir, propietarios y criadores, por un lado, y por el otro los directivos de la empresa permisionaria Administradora Mexicana de Hipódromo, S.A., ―subsidiaria de la Nueva Codere―. De esta manera se busca conocer las razones por las que Codere no ha cumplido con las condiciones de su permiso y sus posibles soluciones.

Una segunda etapa ―la cual consideramos que es la única forma con que nuestra actividad crezca aceleradamente― es que los premios que ofrece AHM se incrementen sustancialmente ―al doble― y a su vez, se forme un organismo para darle certidumbre al espectáculo. Una autoridad hípica independiente de la empresa, no el organismo de facto que crearon para “controlar” su negocio, equivocadamente.

Es evidente que es un negocio particular y tengo la evidencia de que Truesdail Laboratories, la cual supuestamente hace las pruebas de dopaje, no está acreditado ante la RMTC desde 2021 (Racing Medication & Testing Consortium) para hacer las pruebas antidoping. Interesante es su slogan: For the health of the horse. Integrity. For the health of the sport. En fin…

El incremento de premios implica que la nueva holding de la permisionaria ―si es que convence a la SEGOB a que siga con el permiso― invierta una buena cantidad para premios y entienda que el Hipódromo es una casa de juego, la cual se debe promover como tal.

Como información les comparto que la primera semana de la nueva temporada el viernes 11 se apostaron cacahuates: un total de 580 mil pesos y el sábado y domingo 970 mil pesos por función, lo cual prueba mi dicho. La empresa está empeñada en que los asistentes bailen cumbia en vez de promover las apuestas, como lo hacen los hipódromos del mundo.

Sin que la permisionaria ofrezca excelentes premios para quien hace posible el espectáculo, ésta seguirá en el lento proceso de su desaparición. Todos los representantes de criadores y propietarios coincidimos con ese pronóstico. Si la permisionaria no puede rescatar la actividad, que se vaya. Tenemos suficientes argumentos para demostrar que no han cumplido con su permiso.

Una tercera etapa es que se dé continuidad a la propuesta de la creación de una nueva Ley de Juegos para que se contemple el verdadero rescate a toda la Industria Hípica. Con esto no me refiero solo al Hipódromo de las Américas, sino al impulso que se debe dar a todos los “escenarios temporales” que existen en el país, como por ejemplo el Hipódromo de Hermosillo (como puede verse en la foto de la portada). Me refiero a las carreras coloquialmente conocidas como “parejeras” que se corren en el interior de la República sin una regulación verdadera. Debemos convencer a la autoridad reguladora que esta propuesta se aplique a la brevedad posible.

En la ponencia que presentamos en marzo de 2014 en el foro que organizó la Cámara de Diputados, cuando se discutió la posibilidad de crear una nueva Ley de Juegos, hicimos saber a los interesados cómo se rescató la Industria Hípica de los Estados Unidos (USA) ante la gran modalidad de juegos que se permitían; casinos, máquinas tragamonedas, apuestas deportivas y en línea como también se permiten en nuestro país, sin duda, es una competencia desleal. En Nuevo México las tragamonedas participan con un pequeño porcentaje a los premios de las carreras de caballos y la consecuencia es que la hípica ha crecido de manera exponencial. Es un esquema que bien se puede aplicar en nuestro país. No solo, como he dicho, para la planta hípica de las Lomas de Sotelo.

Esa es la labor que todas las asociaciones civiles que participamos en la hípica, especialmente la Asociación de Criadores de Caballos Cuarto de Milla, debemos volver a proponer al gobierno federal.

Así pues, lo que urge es una Nueva Ley que regule la materia y que haga crecer toda la Industria del Juego con Apuesta para que produzca, muchos empleos especializados y bien remunerados, impuestos, derechos, entretenimiento y con todo ello se garantice la “Rectoría Económica del Estado” sobre la actividad.

Para el público interesado en estos temas, pueden leer en la liga todos los artículos que he publicado en este portal desde 2014.

En esta liga se explica lo qué es la Industria Hípica.

Gracias por sus comentarios.

Comentarios