En la saga de los Nibelungos, una amistad entre hombres conduce a una siniestra alianza y, finalmente, al ocaso de todo un pueblo. Así son los hombres, parece.
Pero las mujeres tampoco salen bien paradas: una reina orgullosa ofende tanto a su igualmente orgullosa cuñada, que esta planea el asesinato del marido de su rival. La mujer se llama Krimilda, y el hombre, Sigfrido. Este es fuerte y valiente, y posee una espada muy especial, con la que mata a un dragón. La sangre de la bestia lo vuelve invencible. Pero ahí aparece Brunilda, reina de Islandia, y la cuestión se complica.
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El Cantar de los Nibelungos es un cantar de gesta germánico, de autor desconocido, que consta de 2 mil 400 estrofas y data de los años 1200 hasta 1205. Eso se sabe con bastante exactitud, ya que el texto contiene indicios claros de esa época. Y aun cuando la trama tiene lugar, en gran parte, a orillas del río Rin, referencias más precisas revelan que surgió probablemente en el valle del Danubio, entre Passau (Alemania), Viena (Austria) y Estrigonia (Hungría).
Hay diferentes versiones textuales del Cantar de los Nibelungos, así como poemas y narraciones en prosa que están presentes en todo el ámbito cultural germánico antiguo. Estas expresiones se diferencian, sobre todo, en los detalles, ya que la narración se basa en hechos históricos que no sucedieron en absoluto en el siglo XIII, sino ya en el siglo V, y que fueron transmitidas exclusivamente de manera oral durante 800 años.
En Alemania es común toparse con las huellas de la epopeya de los Nibelungos. En Hesse, por ejemplo, se puede viajar en el tren Nibelungenbahn, que une algunos de los pueblos mencionados en la saga. En Worms, Renania-Palatinado, donde se desarrolla la mayor parte de la historia, se realiza todos los años, desde 2003, el Festival de los Nibelungos. Pero esta temporada fueron cancelados debido a la pandemia del nuevo coronavirus. También muy lejos de Alemania, en algún lugar de la Antártida, hay un “Valle de los Nibelungos”, libre de hielo.
La agencia alemana de noticias DW explica que la leyenda de los Nibelungos también se eternizó en el lenguaje. En alemán existe la expresión “Lealtad de Nibelungo” (Nibelungen-Treue), es decir, la lealtad sin límites de un señor hacia sus vasallos.
La versión más conocida del texto épico es El anillo de los Nibelungos, del compositor Richard Wagner. Su obra narra nada menos que la historia del mundo, desde su nacimiento hasta su ocaso. Una nueva puesta en escena del ciclo wagneriano de cuatro óperas estaba planeada para el Festival de Bayreuth de 2020, pero una fuerza más poderosa que el anillo mágico se extendió por el planeta: el coronavirus hizo que se cancelara.
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