La idea de iniciar y hacer crecer un negocio exitoso se ha visto alterada en los últimos 15-20 años. Hoy en día todo el mundo quiere convertirse en el próximo Facebook, Instagram, Twitter, Uber o Airbnb, etc. Esto puede suponer una gran presión para la mayoría de las personas, al poner las expectativas demasiado altas. En última instancia, la gente se está preparando para el fracaso debido al hecho de que hay muchos factores y variables fuera de su control.
En el mundo del emprendimiento es muy común escuchar sobre startups, crecimientos exponenciales, capital de riesgos, y algunos otros temas. Dependiendo de su enfoque y resultados, cada emprendimiento puede recibir una denominación con lo que parece que nos estamos metiendo en un zoológico, ya que se ha dado por calificarlos con nombres de animales, ya sea reales o mitológicos.
Dependiendo de las circunstancias de cada emprendimiento, hoy podemos encontrar desde empresas “cucarachas”, hasta empresas “dragón”, “burro” o “dinosaurio”, pasando por una amplia fauna. Pero seguramente las más conocidas son las empresas Unicornio, aunque empiezan a cobrar mayor relevancia las empresas “Cebra” una forma de hacer negocios que figura como una alternativa más viable en el mundo del emprendimiento.
Es cierto que de lo que más se habla en el mundo aspiracional es de los Unicornios, ese nivel que sueñan alcanzar la mayoría de los emprendedores. El problema es que tal categoría puede quedar, justamente, en un sueño. Por eso hoy se empieza a hablar cada vez más de las Cebras, que son empresas que están fundadas sobre valores que les permiten crear soluciones en el largo plazo, que son sustentables, y financieramente sanas. Su razón de ser es solucionar problemas detectados en comunidades o ecosistemas, además de tener utilidades.
UN POCO DE CONTEXTO
Desde el nacimiento de la categoría Unicornio, en 2013, de mano de Aileen Lee, fundadora de Cowboy Ventures, las empresas, entre las que se encuentran aquellas que alcanzan el valor de mil millones de dólares durante sus procesos de levantamiento de capital, se convirtieron en el nuevo paradigma del universo de las startups y en el modelo a seguir de emprendedores de todo el mundo. Lee utilizó a esta criatura mitológica como metáfora para este tipo de compañías ya que, según creía, era prácticamente imposible que, además de sobrevivir a los dos primeros años de vida, una empresa llegara a alcanzar este valor monetario. Un Unicornio también representa la destreza financiera de determinadas empresas respaldadas por empresas.
Los Unicornios empezaron a crecer rápidamente, se promueven a través de las redes sociales, trabajan bajo modelos de B2C y se apalancan en la inversión, aunque su modelo de negocio no siempre se encuentre estructurado en un 100%. Las empresas Unicornio intentan perturbar el mercado general introduciendo algo nuevo e innovador como Uber. La cuestión es que las startups que intentan convertirse en empresas Unicornio suelen morir rápidamente, y sólo un pequeño número lo consigue.
Las Unicornio pueden inspirar a las siguientes generaciones, pero sus notables negocios también pueden ahogar la innovación debido a que la gente empieza a buscar soluciones que cambien la vida y que una gran población global pueda utilizar. La aspiración de convertirse en Unicornio en realidad impide ver los problemas a menor escala.
Cuatro años después de la popularización de esta tendencia, y como una respuesta al creciente interés por estas empresas, Aniyia Williams, emprendedora, creadora, e inversionista, y un grupo de emprendedoras de Sillicon Valey dieron inicio a un nuevo paradigma: el de las Cebras.
Las empresas Cebra surgen observando las tendencias del mercado y adaptándose a las demandas de los consumidores. ¿Por qué Cebras? Estas empresas tienen alto potencial de crecimiento no siendo ni totalmente negras ni totalmente blancas.
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¿En qué se traduce esto? En que no se centran solamente en ser rentables por encima de todo, ni en poner objetivos irreales que nadie vaya a poder sustentar económicamente. Tienen ánimo de lucro, pero también una causa: buscan mejorar el mundo trabajando porque sus metas hagan que las cosas estén mejor de como las encontraron. Por eso es necesario hacer las cosas diferentes, pensar diferente y sentir diferente.
Dado que la mayoría de los emprendedores se esfuerzan por convertirse en empresas Unicornio, suelen ignorar la mina de oro que está justo delante de ellos si afinan su enfoque para ayudar a mercados objetivo específicos.
Los Unicornios pueden ser revolucionarios para la sociedad en general, pero las empresas Cebra pueden superarlos y tener un mayor impacto en las comunidades locales
¿CUÁLES SON LAS DIFERENCIAS FUNDAMENTALES?
Un emprendimiento Unicornio tiene como objetivo crecer y crecer para ser valorado en más de mil millones de dólares; por eso busca continuamente financiamiento para poder consolidarse. Su mayor enemigo es la velocidad con la que debe crecer y la capacidad que tenga disponible para financiarse. Son compañías que piensan en el ahora y en cómo encontrar más inversionistas para subsistir.
Las empresas Cebra buscan ser rentables pero, en lugar de perseguir a los clásicos Unicornios, también tratan de mejorar a la sociedad; generan ingresos anuales de entre 5 y 50 millones de dólares, requieren un capital de crecimiento de entre 100 000 y 1 millón de dólares, y tienen 5 o más flujos de ingresos para servir a un cliente dentro de un nicho específico. Pueden no ser empresas puramente tecnológicas, pero sí son empresas con tecnología.
Las empresas Unicornio pueden satisfacer un mercado mucho más amplio, pero las empresas Cebra pueden ofrecer más opciones a los emprendedores en mercados desatendidos fuera de los principales mercados de capital de riesgo de Nueva York y Silicon Valley. Además, los fundadores de empresas Cebra infrarrepresentadas pueden tener un mejor acceso al capital y, aunque a veces su ejecución puede ser más lenta que la de las empresas Unicornio, las empresas Cebra pueden ofrecer más oportunidades a más emprendedores.
Aunque las empresas Unicornio pueden aparecer en diferentes medios de comunicación y generar mucho revuelo, las empresas Cebra están bien representadas en la lista Inc. 500/5000, que enumera las empresas privadas de más rápido crecimiento cada año; se trata de empresas que han desarrollado propuestas de valor y soluciones únicas que deleitan a un grupo muy específico de clientes y se ven recompensadas con ingresos superiores a los 5 millones de dólares anuales.
La mayoría de los emprendimientos Unicornio florecen gracias a un financiamiento de capital riesgo, en tanto los emprendimientos Cebra buscan otros tipos de financiamiento como pueden ser el de financiar la deuda (lo que puede obstaculizar el crecimiento de una empresa para devolver el préstamo), o el financiamiento basado en los ingresos, es decir, un préstamo con algo de dinero cada mes; lo único que tiene que hacer la empresa es pagar mensualmente con un determinado porcentaje de sus ingresos, lo que ayuda a impulsar el crecimiento necesario para que estas empresas se conviertan en Cebras.
Los Unicornios tienen una curva de ingresos con forma de palo de hockey: una curva corta y plana que se inclina hacia arriba en un giro largo y empinado; la curva de ingresos de las Cebras es como una subida lenta y ascendente hasta la cima, semejante a la paloma de Nike.
Los Unicornios, con impresionantes cubiertas de ventas, gastan su energía en atraer a los inversionistas de capital riesgo, su meta es el crecimiento exponencial, y una oferta pública inicial (OPI) suele ser su objetivo final.
Las empresas Cebra tienen barajas de ventas igualmente impresionantes, pero utilizan sus recursos para encontrar otros esfuerzos de financiamiento aparte del capital riesgo tradicional. En lugar de tener la vista puesta en una OPI, la mayoría de las Cebras se centran en la prosperidad sostenible, y, en lugar de competir con otras empresas, las Cebras suelen fomentar un espíritu más colaborativo.
Pero indudablemente algo que define a los emprendedores de empresas Cebras es el hecho de ver a sus organizaciones como un instrumento que agregue valor a un determinado grupo de personas, algo que les es posible ejecutar mediante inversiones sistemáticas, siendo fieles a sus valores y basándose en el bienestar de las personas y su entorno.
HACIA DÓNDE DIRIGIRSE
La pandemia ha cambiado la forma en que trabajamos, aprendemos, nos reunimos, viajamos, compramos e invertimos. En tanto la economía de los gigas creció rápidamente a lo largo de la pandemia (y continúa la tendencia), el ritmo de la inversión de capital de riesgo se desaceleró a partir del 2020 y no ha podido alcanzar los niveles anteriores. Ello puede implicar que empecemos a ver la desaparición del mítico Unicornio para dar paso a un ser real: las Cebras.
Durante la pandemia, muchas pequeñas empresas comenzaron a encontrar nuevas formas de adaptarse al cambiante entorno que se generó con el incremento del comercio electrónico. No obstante, muchas no lo lograron y tuvieron que cerrar: Según Yelp, el 60% de las pequeñas empresas que cerraron temporalmente en marzo de 2020, para el mes de septiembre habían cerrado definitivamente.
Ahora no solo la pandemia: la guerra en Europa está generando inflación en muchos países y los emprendedores -y muchas empresas grandes- deben trabajar en forma más inteligente, cubriendo una necesidad y ofreciendo valor. Es ahí en donde cobran impulso las Cebras.
¿Por qué? Porque este tipo de empresas se caracterizan por hacer negocios de verdad, sin pretender perturbar los mercados actuales, logrando rentabilidad y demostrándola durante un tiempo, y ayudando a resolver un problema de la sociedad. Se centran en aliviar los problemas sociales, medioambientales o médicos, al tiempo que se ocupan de su propia rentabilidad.
Algunos ejemplos de ello:
- El sector de los juegos digitales ha carecido históricamente de contenidos para mujeres y niñas, o los ha limitado a una definición muy estrecha de la feminidad basada en la belleza. Toya, una plataforma de juegos diseñada para motivar e inspirar a las jóvenes para que alcancen su máximo potencial, fundada por Anat Shperling y Yifat Anzelevich, está desafiando y cambiando esas normas al proporcionar juegos que ponen a las niñas en el papel de héroe, y al ofrecer juegos sin ataduras de género (centrados en la naturaleza, los misterios y la historia, por ejemplo). Aunque es una entidad con ánimo de lucro, Toya sigue cumpliendo un objetivo social muy importante: promover la igualdad de género a través de sus productos.
- La empresa de Mara Zepeda, Switchboard, en los Estados Unidos, ofrece una plataforma para hacer comunidad y ayudar a los alumnos y ex alumnos universitarios a conectarse entre sí sobre las oportunidades de trabajo bajo un innovador modelo de “pedir/ofrecer”, y colabora con las universidades para hacer un seguimiento de la información de los donantes. Sus múltiples fuentes de ingresos incluyen evaluaciones, asesoramiento y formación, y acceso a la plataforma.
- Una empresa llamada Hearken, dirigida y cofundada por la periodista Jennifer Brandel, pretende “dar la vuelta al modelo tradicional de periodismo”, ayudando a las redacciones a dar forma a su cobertura en función de las preguntas más importantes de su público. Junto con Zepeda, lanzaron DazzleCon, un agrupamiento de empresas Cebra para aprender y debatir sobre todo lo relacionado con las Cebras (al igual que un grupo de lobos es una manada, un grupo de Cebras se llama dazzle).
DOS DATOS A TENER EN CUENTA
- Cuando First Round Capital analizó las inversiones que realizó en 300 empresas a lo largo de 10 años, descubrió que aquellas con una mujer emprendedora superaban en un 63% a las que tenían equipos formados exclusivamente por hombres, y descubrió que la inversión en empresas dirigidas por mujeres mejoraba el rendimiento de las empresas de riesgo.
Está verificado que la naturaleza de las empresas Cebra está muy alineada con la perspicacia empresarial característica de las mujeres. Una vez que consiguen el financiamiento inicial, las empresarias tienden a preferir más seguridad y asumir menos riesgos y, en consecuencia, a hacer crecer negocios rentables y sostenibles, aunque a un ritmo más lento y, potencialmente, a menor escala.
- Las empresas Cebra pueden mejorar sus comunidades locales creando puestos de trabajo con salarios elevados y utilizando al mismo tiempo los recursos de su mercado local.
El 35% de los puestos de trabajo de Estados Unidos son creados por las empresas Cebra y otras pequeñas empresas. Las empresas Cebra proporcionan libertad tanto a los fundadores como a sus empleados, ya que no tienen que sucumbir a la lucha de trabajar bajo un gran conglomerado que te trata como un número.
Los empleados de las empresas Cebra suelen ser más felices y se sienten más realizados, ya que pueden utilizar sus talentos de forma útil. Sienten que son importantes para la empresa, lo que aumenta la satisfacción laboral.
Las ventajas de trabajar en una empresa Cebra incluyen entornos de trabajo más pequeños e íntimos con diversos grupos de personas que trabajan juntos hacia un objetivo común.
- Un análisis realizado por CB Insights, empresa dedicada al análisis de negocios que brinda inteligencia de mercado, revela que el 67% de los emprendimientos que buscan ser Unicornios acaban muriendo o convirtiéndose en autosuficientes y que algunas siguen dando tumbos como empresas zombi durante años antes de abandonar. “Menos del 1%, 10 (0,91%) de empresas de nuestra cohorte de semillas acabaron convirtiéndose en Unicornios valorados en más de 1000 millones de dólares. Algunas de estas empresas son las compañías tecnológicas más publicitadas de la década, como Uber, Airbnb y Slack”, revela el análisis.
POR QUÉ CREAR CEBRAS
Dado el contexto descrito, el portal solve.earth, organización cuya misión es inspirar y apoyar a emprendedores para construir empresas emergentes ecológicas basadas en un nuevo modelo regenerativo, expresa algunas de las razones por las que los emprendedores deben dejar de aspirar a ser Unicornios y empezar a alimentar su potencial de Cebras.
Entre ellas: Una startup Cebra con una valoración de 1000 millones de dólares también tiene un propósito social o medioambiental en su núcleo y, por lo tanto, es mucho más valiosa que el precio que se le asigna; una Cebra escala de forma holística, cuidando a todas las partes interesadas, incluyendo sus fuentes de financiamiento, y, dado que tienen un propósito social en su núcleo, están mucho mejor alineadas con la sostenibilidad medioambiental y, por lo tanto, están mejor situadas para aprovechar la ola de oportunidades de las startups ecológicas que están surgiendo en esta década. Son un vehículo para detener el cambio climático.
Otra razón es que una Cebra no sólo se preocupa por su entorno medio ambiental, sino también por sus empleados, proveedores y por todos sus grupos de interés, dándoles una participación en la riqueza y el poder utilizando nuevas estructuras empresariales. Por otro lado, en tanto los Unicornios están sujetos a los caprichos del inversionista, las estructuras de las empresas Cebra asumen un perfil de cooperativas y se convierten en un vehículo para crear lugares de trabajo felices, satisfactorios y dinámicos en donde los empleados prosperan y en el que las decisiones complejas se toman a la velocidad del rayo dado que su sistema es ajeno a las jerarquías de las máquinas de control de las empresas del siglo XX.
Pero quizá dos de las razones más poderosas son las siguientes: las Cebras son el comienzo de un nuevo mundo empresarial que sitúa la riqueza financiera al mismo nivel que la riqueza natural, humana y social; un mundo que cuida de todas las partes interesadas, incluida la naturaleza, al alejarse del consumo material y acercarse más a la riqueza generada a través del bienestar humano holístico. Asimismo, las Cebras tienen una resistencia a las crisis económicas (que probablemente aumentarán en frecuencia e intensidad en el siglo XXI, a medida que nos enfrentamos a los desafíos globales); una manada de Cebras en un ecosistema comparte recursos y tiene grabadas en su ADN tanto la competencia como la colaboración, lo que significa que, como grupo, son muy resistentes a los choques económicos y son capaces de adaptarse rápidamente a circunstancias comerciales cambiantes y caóticas.
COMO CONCLUSIÓN
Las empresas Cebra son empresas que mejoran el mundo, pero de verdad; aportan una visión diferente al ecosistema y a los nichos más tradicionales, y en ellas se habla de Impacto positivo tanto social como económico o ambiental, lo cual no son sólo palabras sino su principal distintivo de acción. Su impacto en nuestra sociedad no debe ser ignorado en la era de innovación empresarial de los Unicornios.
Si eres emprendedor, es importante que tomes notas del éxito económico y medioambiental que están teniendo las Cebras. Cualquiera puede convertir su afición o pasión por el fitness, la salud, los vehículos de motor, la música, la educación, etc. en un emprendimiento categoría Cebra. No es necesario tener una formación empresarial completa para destacar; sólo hay que convertirse en un experto en su campo y abordar los problemas a los que se enfrenta la gente de ese sector. Si eres capaz de proporcionar y satisfacer las necesidades de tu base de clientes, puedes triunfar rápidamente.
Ahora piensa en estas preguntas:
¿Sueñas con perturbar el mercado actual con innovación y nuevas tecnologías, por ejemplo? ¿O prefieres contribuir a un mercado seguro, haciéndolo mejor para todos los que participan en él?
¿Eres de los que piensan que el fin justifica los medios con tal de crecer, o mejor te ocupas en la calidad de tu producto o servicio?
¿Qué te inquieta más: conquistar nuevos clientes o conquistar nuevos inversionistas?
Responder a estas preguntas te ayudará a decidir el enfoque que quieres dar a tu empresa. Considera que en tanto los Unicornios suelen ser temerarios y les gusta el riesgo y la emoción de la caza, los Cebras valoran la seguridad y el equilibrio, alcanzando sus objetivos de forma lenta pero constante.
Sólo ten presente que las Cebras son los cimientos de un mundo futuro mejor, que en última instancia dejará a la humanidad mucho más rica.
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