Ciertamente estamos viviendo tiempos difíciles. Parte de ello son los numerosos detalles que tenemos que conciliar en nuestra vida diaria y el ambiente tan brutal que se está gestando en nuestro entorno. Los últimos 70 años han sido el esplendor de la ciencia y la tecnología con avances impresionantes en la medicina, la alimentación, las comunicaciones, etc. Los anuncios de las nuevas tecnologías biomédicas, la logística de las redes de comunicación y la metodología de las nuevas formas del transporte son logros muy importantes que sin duda causarán un gran impacto en las generaciones futuras; sin embargo, existen todavía muchos detalles que aún no están muy claros en el negocio de los trasplantes de órganos y que pudieran ser un riesgo considerable para las futuras generaciones.
Para nadie es un secreto que existe una gran demanda de trasplantes de diversos órganos humanos, que cada vez es más difícil de satisfacer. Una de las alternativas posibles para solventar este déficit es recurrir al xenotrasplante que es la extracción del órgano de un cuerpo animal para insertarlo en el cuerpo de un humano.
El 3 de febrero de este año, David Bennett un paciente de 57 años recibió un xenotrasplante de corazón proveniente de un cerdo en la Universidad de Maryland. Dos meses después, el paciente murió; desafortunadamente no se han dado a conocer los detalles. Lo más intrigante fue que tanto la noticia del trasplante como el deceso fueron hechos con gran reserva, con mucha discreción, algo poco usual en los medios informativos norteamericanos.
Ya después se supieron algunos detalles de este asombroso episodio, entre ellos se reveló la existencia de una compañía llamada Revivicor (con sede en Blackburn, Virginia) que es un criadero y laboratorio experimental donde varios animales (monos, perros, cerdos, gatos, etc.) reciben un minucioso tratamiento de ingeniería genética llamado Gene Editing (desarrollado en laboratorios separados por Emmanuelle Charpentier y Jennifer Doudna) que consiste en la manipulación genética del DNA de una especie que implica la remoción de un fragmento de DNA y la inserción del mismo en otra especie diferente. En pocas palabras, es una reprogramación del genoma en la especie receptora que se traducirá en cambios favorables en la fisiología y la bioquímica del organismo receptor.
Los antecedentes y algunos detalles de la tecnología del Gene Editing han sido descritos en un artículo previo. 1
Los medios de comunicación pintan esta tecnología como algo muy fácil, pero existen muchos antecedentes que deben atenderse plenamente para evitar sorpresas inconvenientes. Es prudente advertir que la interacción de dos genomas, aunque sea en su mínima expresión pudiera implicar cambios en la inmunología que propician un desajuste o un rechazo del trasplante. Esto hace necesario un exhaustivo análisis de ambos genomas para determinar algún sitio conflictivo y/la corrección de algún problema. Estas granjas/laboratorios producen/acondicionan cientos o miles de órganos para el trasplante, son un gran negocio que cuenta con una amplísima red distribuidora en todo el mundo que se ha mantenido gracias a excelsa calidad de su trabajo; Sin embargo, existe un aspecto de estas corporaciones que ha permanecido en la penumbra, cerca del silencio que acusa. Ese factor tan importante es el inaudito volumen de carne y piel que se genera y que literalmente son considerados como desechos. Algunas de estas compañías han respondido que desearían vender la carne a través del correo privado, otros de plano se han sentido muy incómodos con la pregunta y no han dado respuesta.
El periódico británico The Guardian ha sido más incisivo y ha preguntado directamente a las corporaciones y a la United Therapeutics Corporation quienes enfáticamente han respondido: no estar interesados en vender la carne. Otras organizaciones oficiales como el US Center for Food Center han declarado que ni siquiera han examinado los cadáveres para determinar si existiera alguna anomalía para los posibles consumidores de ese tipo de carne. En términos generales nadie desea emitir comentario alguno sobre este tema.
Obviamente, la credibilidad de estos ejecutivos y los oficiales encargados de regular la calidad de los alimentos está en ciernes, máxime cuando el periódico The Guardian publicó en diciembre del 2020 un artículo donde la FDA validó la calidad de la carne de cerdo sometida a estos tratamientos como apta para el consumo humano 2, inclusive les dio la categoría de GalSafe en referencia a la posibilidad de adquirir el desajuste inmunológico llamado Alpha-gal, transmitido por algunos cerdos. Es extraño que una serie de corporaciones privadas y la misma FDA avalen el registro de un órgano para su uso como material de trasplante y como comestible; y más inverosímil que después declaren que solo están interesados en su uso para trasplantes.
Es una situación incómoda e increíble que significa una gran fortuna que estas compañías no estarían dispuestas a perder, es un misterio que implica y requiere explicaciones y evidencias más convincentes.
Otro problema que acaba de publicarse y ha causado un gran disgusto a nivel mundial es el escándalo promovido por Martin Shkreli, VP de Turing Pharmaceuticals fabricantes de Duraprim, un excelente producto usado por pacientes de SIDA y cáncer. Cuando Shkreli se convirtió en copropietario de la compañía aumentó el precio unitario de las píldoras de $13.50 a $750.00; un incremento del 5000 %. Después de innumerables quejas y denuncias, M. Shkreli fue acusado y condenado por fraude a 7 años de prisión y al pago de una indemnización de 64 millones de dólares en 2017. Supuestamente debería cumplir su condena en una prisión federal en Pennsylvania; sin embargo, el pasado día 14 fue transferido a una prisión más laxa en New York. 3 donde finalmente cumplirá su condena. Aunque, dadas las relaciones e influencias exhibidas es muy probable que obtenga su libertad en 2-3 años más.
Estos dos casos revelan la nueva tendencia de estas poderosas compañías y la laxitud y benevolencia de las agencias reguladoras federales y judiciales que administran estos asuntos. No es necesario ser experto para percibir el extraordinario poder corporativo legal y su influencia en la conducta de los diversos núcleos sociales.
Las industrias farmacéuticas, alimenticias, del transporte, de artículos de consumo, medios de comunicación, etc. están sobreprotegidas por verdaderos expertos y empleados de alto nivel de las agencias reguladoras en todos los países. Sin duda, ellos serán los máximos riesgos de las futuras generaciones, ellos serán los dueños de los tiempos difíciles.
La pregunta clave sería: ¿qué podríamos hacer?
¡Más vale tarde que nunca!
REFERENCIAS
1 Trejo Antonio G. “El Trasplante Xenofóbico” Ruiz Healy Time. Febrero 3 del 2022.
2 Kevany Sophie., “US FDA declares genetically modified pork safe to eat.” The Guardian. December 17, 2020.
3 Yang Maya., “Pharma Bro”” Martin Shkreli released from prison early.” The Guardian. May 18, 2022.
Correo electrónico: [email protected]
Los peligros de la Inteligencia Artificial
Estamos viviendo una revolución digital sin precedentes. En su nuevo libro, Yuval Harari reflexiona acerca de la posibilidad de...
noviembre 15, 2024La alerta viral
El Programa de Sobrevigilancia Sanitaria busca establecer una serie de acciones para minimizar los efectos nocivos de los patógenos...
noviembre 7, 2024PERPLEXITY – Una gran opción de IA
La elección entre estas herramientas dependerá del tipo de interacción que busques y tus necesidades específicas.
noviembre 1, 2024PERPLEXITY – Una gran opción de IA
La elección entre estas herramientas dependerá del tipo de interacción que busques y tus necesidades específicas.
octubre 31, 2024