Desde siempre, los procesos de urbanización, planificación y diseño urbano han sido liderados por varones, dejando de lado las necesidades de las mujeres, los niños, los adultos mayores.
Algunos datos que ilustran la desigualdad:
- La carga de trabajo asociado al hogar es en promedio de 3.5 horas diarias mayor para las mujeres.
- Las mujeres que trabajan en particular, las que son madres, asumen adicionalmente una sobrecarga de trabajo que pone en riesgo su salud física y mental. Los problemas de ansiedad por equilibrar y balancear su vida se agravan en las ciudades, donde además deben proveer de víveres, preparar alimentos, ayudar a los niños en sus tareas, cuidar su salud, etc.
- Sus salarios haciendo labores iguales a los de los varones son en promedio 20% inferiores.
- En los hogares de bajos recursos, el liderazgo lo asumen las mujeres, en viviendas de precaria calidad, con bajo acceso a servicios públicos en particular agua potable, lo que provoca acarrear cubetas u otros depósitos servidos con pipas al interior de su vivienda.
- El espacio público, se vuelve sitio para la agresión, violencia de género, violación… y sin iluminación adecuada, sucio y muchas veces inaccesible.
- El transporte público, sobre todo en colonias populares, viejo, incómodo, saturado, maloliente, es ideal para el manoseo y las conductas agresivas de todo tipo.
- Los servicios de salud, siempre saturados, pobremente equipados, incómodos donde niñas y niños, mujeres adultas mayores, discapacitados, esperan muchas horas para recibir atención…
- La cancelación de las guarderías pone en múltiples aprietos la actividad laboral de mujeres con niños que no pueden trabajar si no los dejan en algún sitio al cuidado de alguien.
- Calles y banquetas en ruinas o plagados de obstáculos que impiden la circulación de carriolas y sillas de ruedas.
- La dificultad de las mujeres para participar en la gobernanza urbana, siempre a cargo de varones poco empáticos con las necesidades puntuales de mujeres, niños y población vulnerable.
- La discriminación a causa de la preferencia sexual de las personas es muy alta y promueve de acciones hostiles contra las comunidades LGBTI. A pesar de los avances logrados, no se ha erradicado el maltrato, la agresión y hasta la muerte provocada por conductas discriminatorias.
Muchos y variados son los riesgos que acreditan la inequidad y la casi nula perspectiva de género en las ciudades.
Qué hacer
-Dejar de insistir en lo productivo solamente para voltear a un concepto de sostenibilidad de vida.
-Poner en el centro de la acción del planificador una visión donde la vida de las personas cuente más y que los urbanistas, los arquitectos e ingenieros nos pongamos al servicio de una sociedad lastimada por la pobreza, la marginación, el encono y la falta de oportunidades, donde las mujeres desgraciadamente sufren la peor parte.
¿Qué significa una ciudad con perspectiva de género?
Evitar que las ciudades sean espacios de exclusión social, discriminación, abuso, violencia y explotación sobre todo contra las mujeres.
Qué hacer en forma puntual
Aunque la ciudad ya existe, la planeación y realización de acciones inmediatas, debe priorizar:
- La participación social en las decisiones que tiene que ver con los programas de gobierno a través de lo que alguna vez llamamos acupuntura urbana.
- Mejorar banquetas y andadores para favorecer al peatón.
- Alumbrado público.
- Adecuación de pequeños parques, plazas y espacios públicos en general.
- Instalación de dispositivos y cámaras de seguridad en barrios populares.
- Instalar y operar guarderías seguras.
- Facilitar la instalación de servicios médicos para mujeres, de bajo costo en colonias y barrios populares.
- Instalar y operar comedores comunitarios para adultos mayores y personas vulnerables.
- Impulsar transporte público con más unidades solo para mujeres, niños y personas con discapacidad.
- Ubicar rampas en banquetas eliminando escaleras.
- Impulsar que el personal de servicio doméstico esté dado de alta en el IMSS.
- Salarios iguales a trabajos iguales
- Apoyar a migrantes con información, canalización a albergues seguros
Las ciudades deben ser aptas para favorecer la convivencia de una sociedad diversa y plural.
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