“Abuelita, no caigas en la trampa”

La historia de cómo los cibercriminales están estafando a nuestros adultos mayores.

7 de julio, 2025

Jose Luis Garcia

Érase una vez… en el chat de la familia

Doña Lupita tiene 72 años. Todas las tardes se conecta al grupo de WhatsApp con sus hijos y nietos para mandar bendiciones, compartir recetas y ver fotos de los bebés. Un día recibió un mensaje que la hizo temblar:

“Abuela, soy tu nieto. Me secuestraron. Manda $10,000 o me lastiman. No le digas a nadie.”

Sin pensarlo, corrió al banco a transferir. Solo que su nieto estaba en la escuela. Nunca estuvo en peligro.

¿Qué nos dicen las cifras?

Como ella Lupita, miles de adultos mayores son víctimas de estos engaños todos los días que no se denuncian por pena o miedo. Con datos de la CONAPO, la población de 60 años y más en México representa aproximadamente el 12% de la población total en nuestro país y según Internet Society México en 2023, México registró un promedio de 15,000 fraudes financieros al día, afectando a cerca del 15 % de la población adulta.

Además, datos de la CONDUSEF muestran que el 35 % de las reclamaciones bancarias por posible fraude en 2023 corresponden a personas mayores de 60 años. Esto evidencia una fuerte vulnerabilidad de la tercera edad frente a ciberdelincuentes.

¿Por qué son blanco fácil?

No es que nuestros abuelos sean ingenuos. Más bien:

Confían en la gente.
No crecieron con Internet.
Les da pena preguntar.
A veces se sienten solos.
Los criminales lo saben y se aprovechan.

Las trampas más comunes que usan los cibercriminales con adultos mayores

1. Vishing (Voice Phishing)

Técnica: Engaño telefónico haciéndose pasar por personal de confianza.
En qué consiste: Llaman fingiendo ser del banco, gobierno o policía. Asustan o presionan para que la víctima entregue datos o haga pagos.
Ejemplo:
— “Señora, soy del banco. Detecté un fraude en su cuenta. Necesito su número de tarjeta y NIP para cancelarlo.”

2. Suplantación en WhatsApp

Técnica: Ingeniería social para robar la cuenta de mensajería.
En qué consiste: Los criminales consiguen el código de verificación de WhatsApp y toman control de la cuenta para escribir a sus contactos pidiendo dinero.
Ejemplo:
— Doña Lupita recibe un mensaje de un supuesto “nieto” diciendo:

“Abue, me hackearon. Te va a llegar un código, mándamelo para recuperarlo.”
Después usan su cuenta para pedir dinero a sus amigos y familia.

4. Fraude del familiar

Técnica: Suplantación de identidad familiar.
En qué consiste: Llaman o escriben haciéndose pasar por el nieto en problemas. Buscan generar pánico para que manden dinero sin verificar.
Ejemplo:
— “Abue, me arrestaron. Mándame $10,000 o no me sueltan. No le digas a mis papás.”

5. Phishing y Smishing

Técnica: Suplantación por correo o SMS.
En qué consiste: Mandan mensajes que parecen oficiales para robar datos o instalar malware. Incluyen links engañosos y con sentido de urgencia.
Ejemplo:
— “Confirme sus datos bancarios para evitar el bloqueo de su cuenta” con un link falso.

6. Fraudes de Inversión o Promociones

Técnica: Engaño financiero que promete grandes ganancias o promociones con descuentos sorprendentes.
En qué consiste: Ofrecen inversiones en criptomonedas, oro o bienes raíces con supuestas ganancias rápidas y seguras. Presionan para meter dinero de inmediato.
Ejemplo:
— “Invierte $10,000 hoy y te devolvemos $100,000 en un mes.”

7. Suplantación y estafas híbridas

Técnica: Combinan varias formas de fraude.
En qué consiste: Mezclan llamadas, mensajes, visitas en persona y amenazas para estafar o intimidar.
Ejemplo:
— Llaman diciendo ser de una dependencia de gobierno como el SAT o IMSS para “regularizar pagos o adeudos” y amenazan con multas si no pagan enseguida.

¿Cómo podemos cuidarlos?

Te dejo tips para hablar con tus papás o abuelos sin regañarlos, sino apoyarlos:

Educar sin miedo

Explicarles con calma qué es un fraude.
Contarles ejemplos reales.
Hacerles saber que no es su culpa.

Reglas sencillas

Nunca compartir contraseñas ni NIP.
Desconfiar de llamadas urgentes que piden dinero.
Verificar con familiares antes de transferir.
No dar datos a desconocidos por teléfono o chat.
Enseñarles a usar gestor de contraseñas o tener un block de notas para uso en casa.
Ayudarles a registrar en su navegador las direcciones habituales que usan en internet como bancos, plataformas de comercio electrónico y de streaming para evitar errores al teclearlas.

Blindar sus dispositivos

Actualizar el celular o la computadora.
Instalar antivirus. Activar bloqueo con huella o PIN.
Usar doble verificación en apps.
Evitar apps raras o no oficiales.
Hacer respaldos.

Filtrar llamadas

Registrar números conocidos.
Bloquear números desconocidos o usar apps que identifican spam.
Enseñarles a colgar si algo suena sospechoso.

Acompañarlos

Ayudarles a revisar estados de cuenta, detectando oportunamente cargos no reconocidos.
Conversar de sus gastos, sin juicio.
Que sepan que pueden contarnos todo.

Saber denunciar

En México, acudir a CONDUSEF o Profeco.
Avisar al banco.
Compartir el caso para prevenir a otros.

Conclusión

Nuestros adultos mayores merecen disfrutar la tecnología sin miedo. Necesitan paciencia, cariño y un poco de guía para no caer en trampas. Hablemos con ellos. Acompañémoslos. Porque protegerlos es también decirles “te quiero”.

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