Pasarse de vivo

Si el grandulón de la secundaria lo zapeaba con entusiasmo desbordado, créame que usted reirá al último.

20 de agosto, 2015

Si el grandulón de la secundaria lo zapeaba con entusiasmo desbordado, créame que usted reirá al último.

Prohibida en los setentas por tener la primera escena de bondage japonés en el cine, Esperanza de vida es una de las más bellas y extrañas películas de la segunda mitad del siglo XX. En ella un médico suizo descubre una sustancia que evita el envejecimiento y luego, qué más se puede hacer, se suicida ahorcado. No sabemos si tiene intensiones suicidas o afición a los nudos marineros pero Cathy Slack y su equipo de la University College London tal vez encontraron una sustancia que alarga la vida. Esperemos no se emocione demasiado con los nudos.

Con frecuencia se piensa que la falta de la sustancia llamada hormona del crecimiento da lugar a la baja estatura e inclusive a algunas formas de enanismo. El caso de Leonel Messi ha vuelto popular esta idea. La realidad es más compleja. Para empezar hay otra sustancia que regula a esta hormona, el llamado factor de crecimiento.

El IGF o factor de crecimiento de la insulina es una proteína parecida a la insulina, pero fabricada, principalmente en el hígado. Esta sustancia es una de las principales promotoras del aumento de estatura durante la adolescencia. El estirón que le llamaban las abuelas y le hacía a usted larguirucho lector andar de brinca charcos en un afán paterno de que sus nuevos pantalones duraran más que la quincena, es consecuencia del IGF.

Si alguien produce poco IGF en la pubertad, con dificultad alcanzará una gran talla.

La disminución en la producción de esta sustancia y de la insulina está relacionada con padecer menos deterioro celular y envejecimiento. A menos insulina y factor de crecimiento, más esperanza de vida. Morris White del Boston Childre´s Hospital de la Universidad Harvard dice en la revista Nature de esta semana que “A nivel celular, altos y constantes niveles de insulina pueden retardar los sistemas de reparación de tejidos(…)”A más carbohidratos, más insulina, más envejecimiento. Así que por más que se le antoje, recuerde que cada que se desayuna ese pleonasmo calórico que es la torta de tamal pierde como tres años de vida.

En 2011 Cynthia Kenyon de la Universidad de California descubrió que un gene, un fragmento de ADN, asociado a la producción de factor de crecimiento en gusanos se relacionaba con la esperanza de vida. Algunos gusanos en los que el gene no funcionaba bien y por lo tanto se fabricaba poco de esta sustancia, llegaban a vivir el doble.
Toda hormona, ya sea insulina, factor de crecimiento, testosterona o progesterona, se producen en una parte del organismo y tienen efecto en otra. Para que esto pase debe existir otra sustancia que la reciba en cada célula; si esta falta, la hormona no tiene efecto. Ejemplo de esto son los ratones que no producen receptores al factor de crecimiento y viven el doble.
Lo anterior explicaría en parte por qué algunos expresidentes en retiro han resultado extremadamente longevos.
Dejando de lado a los gusanos y los ratones, las mosquitas que se forman en los plátanos maduros son excelentes para estudiar el envejecimiento. Viven poco y solo tiene un juego de genes.
Cathy Slack publicó a principios de julio en la revista científica Cell  sus resultados sobre el envejecimiento en estas moscas. Expuso a las moscas a un medicamento llamado Trametinib que se usa contra el cáncer de piel. Este bloquea parte de los mecanismos celulares del factor de crecimiento. Y sí, las moscas viven más. Mucho más.
Esto concuerda con la existencia de personas que de forma natural no fabrican receptores para el factor de crecimiento y viven mucho tiempo; tienen el Síndrome de Laron, una forma de enanismo.
Uno de los personajes de Freaks, la inquietante película de 1932 posiblemente padecía el Síndrome de Laron. Llamado así por el médico israelita que lo describió, es común entre personas de origen judío y árabe, aunque curiosamente en Ecuador están la mayor cantidad de casos en el mundo. Hace años el doctor Jaime Guevara Aguirre descubrió que estas personas eran extremadamente longevas y no padecían cáncer.

Pero no se emocione, de las moscas de frutero a comprar su alargador de vida en la farmacias de similares hay un trecho que tal vez nunca se salve. Mientras tanto en México la población vive más gracias a la medicina pero eso no se refleja en nuestras políticas de salud. Por ejemplo recientemente fue establecido el Instituto Nacional de Geriatría, alojado en un edificio barato, diminuto y con escaso personal proveniente de otras instituciones. Sin comparación con el Instituto Nacional de Medicina Genómica. Envejecer es poco espectacular y atrae insuficiente presupuesto. Eso debe cambiar. Reparar genes y cromosomas no evitará que envejezcamos y muramos.

Por cierto, adivine usted, hincha lector, lectora, quién vivirá más, Leonel Messi o Christiano Ronaldo.

Comentarios






Más de categoría

¡Aficionados que viven…!

Si usted sospecha que su cura hace cosas raras a solas cada noche, tranquilícese; tal vez está construyendo un...

junio 2, 2016

¡Ay, madre!

¿A que no se imagina cómo rayos llegamos a que cada 10 de mayo una fila de Cabecitasblancas estén...

mayo 12, 2016

¿Tránsito o transito? Esa es la cuestión

A que nunca imaginó que su auto y una máquina tortilladora podrían parecerse. Ni siquiera teniendo un Pacer.

abril 28, 2016

Antes muerto que peatón

No me lo va a creer, pero el consumo de té negro y el comercio de tulipanes se parecen...

abril 14, 2016