El inusitado crecimiento de la sociedad mexicana ha generado una infinidad de contrastes, numerosas muestras culturales y grandes desigualdades sociales.
Un gran número de mexicanos no respetan las normas y muy pocos se interesan por lo que sucede en el país y en su comunidad.
Cada vez más, nuestra sociedad se ha hecho susceptible a prácticas nocivas que están teniendo graves consecuencias en múltiples sectores de la población.
El papel que muchos ciudadanos juegan en el día a día, contribuye a la descomposición social que estamos viviendo; evadiendo impuestos, ejerciendo actos de corrupción y de violencia; ésta última, en sus hogares, en sus lugares de trabajo, en lugares públicos y durante sus traslados en automóvil o en transporte público.
Hay un ambiente de violencia en todo el país. La violencia se ha convertido en algo cotidiano y el umbral de tolerancia que muchos mexicanos tienen ante ella es muy elevado y preocupante. Los niveles que ha alcanzado en los últimos años son alarmantes.
La delincuencia y la falta de seguridad que imperan en nuestro país se han vuelto problemas endémicos que requieren de una atención inmediata y eficiente.
Es común escuchar experiencias de muchas personas que hemos sufrido de algún tipo de delito y como siempre, nunca pasa nada.
Es fundamental que en los hogares y en las escuelas se formen ciudadanos con un sentido de solidaridad, con apego a la legalidad; fomentarles valores para que aprendan a conducirse con honestidad en su vida personal y profesional. Es primordial que crezcan con una cultura de paz, que conozcan sus derechos y sus obligaciones, e inducirlos a que aprendan y que tomen como ejemplo a la gente que triunfa en lo que hace en base de un profundo esfuerzo, y a no atacarlos.
Se ha hecho común que en nuestra sociedad se comparta en redes sociales, información no verificada, lo cual genera miedo, paranoia y acciones reactivas, por lo cual, es imprescindible manejar cada instrumento de comunicación que usemos en lo cotidiano con responsabilidad.
La violencia en las redes sociales se ha vuelto una práctica común en nuestra sociedad, a través de opiniones ofensivas que los usuarios vierten sobre cualquier publicación difundida en la web. Muchos comentarios cuestionan, y no argumentan y otros propagan mentiras por razones personales contra alguna persona o empresa.
Hagamos una retroalimentación constructiva sobre aquello que se publica, siempre con una adecuada información en la mano, y no ataquemos por el simple hecho de no estar de acuerdo con algún asunto que no responda a nuestra forma de pensar.
Muchos ciudadanos se quejan de lo mal que estamos como sociedad, y sin embargo no se han preguntado qué es lo que están haciendo para mejorarla.
Hacen falta planteamientos propositivos para lograr un cambio significativo en nuestra sociedad y que se basen en un cuidadoso e informado análisis de las coyunturas que estamos viviendo.
La corrupción y la impunidad son temas de magistrales magnitudes.
La gran mayoría de los funcionarios públicos, partidos políticos y las instituciones responden a intereses personales y económicos, y se olvidan de la razón por la cual fueron elegidos, y su función en la vida política nacional. Han perdido legitimidad ante la sociedad.
Es intolerable que la clase política de México siga enriqueciéndose a costa de millones de mexicanos que viven en una pobreza extrema y que no se le castigue por sus actos, que ocasionan la escasez de recursos públicos y un precario desarrollo en gran parte de los estados de la República.
Es urgente que el Estado desarrolle una política integral de desarrollo social basada en una educación competitiva, en una mejora de la calidad en los servicios básicos de la población y en estrategias que cohesionen a la sociedad de una forma más equitativa y con una mayor integración, para facilitar la convergencia entre los intereses individuales y los intereses comunes.
Nuestra sociedad necesita una convivencia basada en el respeto; una colaboración ciudadana más crítica que actúe con la ley como estandarte y más espacios para la acción popular.
El conocimiento y actuar con inteligencia, son poderosas herramientas para una efectiva participación de la sociedad en los problemas que nos aquejan.
No permitamos que las percepciones de la realidad que estamos viviendo como sociedad se vuelvan cotidianas y naturales.
¡No más violencia, hagamos conciencia!
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