Actualmente, los empresarios y directivos de muchos negocios se están enfrentando a un nuevo reto que en ocasiones puede provocar, además de una reducción de la productividad en sus colaboradores causada por un mal ambiente laboral, una responsabilidad que puede ser tanto administrativa como penal.
El “mobbing”, que se refiere al acoso laboral y a un repetido maltrato moral y verbal que muchos individuos padecen con mayor frecuencia en diversos ámbitos de su vida profesional, es uno de los temas que ha cobrado un alto nivel de importancia en el mundo empresarial y se ha convertido en un factor de desequilibrio en empleados y en diversas organizaciones.
El mobbing reduce la salud física y psicológica de quien lo padece, y lo afecta en su bienestar emocional. Además, va deteriorando la autoestima de la persona y su autoconfianza en sus capacidades profesionales. El individuo empieza a experimentar un proceso de desvalorización personal e incluso problemas con sus parejas o familiares.
Las relaciones interpersonales pueden ser una fuente de conflictos entre los individuos.
El hostigamiento de manera sistemática y recurrente a un compañero de trabajo afecta su desempeño, por lo cual, es fundamental que las empresas identifiquen estas actitudes para mantener un ambiente sano en cada una de las áreas que las conforman.
Una carga excesiva de trabajo, los recortes de personal que un gran número de empresas están viviendo, la crisis económica por la que nuestro país está atravesando, la idea que muchas organizaciones mexicanas emplean, la del “terrorismo laboral”, que para ellas hace que un ser humano pueda realizar un esfuerzo extra si experimenta un profundo miedo a equivocarse ya que podría ser despedido, han hecho que el mobbing sea una práctica cada vez más común al interior de una gran cantidad de compañías.
Algunos ejemplos de actitudes que hacen que una organización tenga un problema de mobbing, y que hay que identificar para mejorar la competitividad y las relaciones laborales en las empresas, son los siguientes:
- Asignarle a un empleado objetivos a cumplir en un plazo inalcanzable.
- Sobrecargar de actividades a un colaborador.
- Quitar responsabilidades a un trabajador para que realice tareas rutinarias, se canse y se vaya de la empresa.
- Guardar información crucial para el trabajo del colaborador para inducirlo a que cometa equivocaciones en su labor diaria.
- Bloquear el ascenso profesional de un trabajador.
- Criticar continuamente el desempeño de un empleado.
- Comentarios hostiles y humillantes de descalificación profesional hacia un colaborador en presencia de sus compañeros de trabajo o de clientes.
- Insultos.
- Intimidación.
- Amenazas continuas.
- Abuso de poder.
- La negativa a otorgar permisos al empleado en casos de enfermedad y para tomar sus vacaciones.
- Chantajes.
- Rumores malintencionados para afectar la imagen del empleado.
- Discriminación.
Es de vital relevancia que las empresas se apoyen en los profesionales de Recursos Humanos para desarrollar e implementar estrategias de comunicación que permitan una mayor inclusión de valores como la tolerancia, el respeto, la honestidad y la paciencia, y que den a conocer mediante cursos y en su comunicación organizacional, qué es el mobbing y qué secuelas puede tener en un empleado y en la empresa a la que pertenece.
El reconocimiento a los logros de sus colaboradores puede traer resultados muy positivos a las empresas e incluso, puede sembrar en los trabajadores el deseo personal a la mejora continua.
El establecimiento de un Código de conducta puede generar grandes beneficios en los negocios y puede ayudar a combatir la violencia que se haya suscitado entre los trabajadores.
Cada vez más empresas están elaborando programas para que sus trabajadores tengan una ventana en la que puedan denunciar conductas laborales inapropiadas.
Que un empleado tenga la confianza para ser escuchado y para poder manifestar los abusos por los que esté pasando, va a facilitar el crecimiento de la empresa y a evitar el ausentismo y la pérdida de personal calificado, que se va a traducir en un ambiente de trabajo óptimo y en un alto rendimiento en la organización.
Mientras las denuncias se hagan en base a argumentos sólidos con los cuales el empleado pueda demostrar que el mobbing que vive día a día está influyendo negativamente sobre su desempeño en el trabajo, mayor oportunidad de éxito van a tener.
Las encuestas de salida que realizan los profesionales de Recursos Humanos son de gran utilidad, ya que determinan las causas por las que un trabajador es despedido.
Es necesario que los empresarios y directivos de empresa salvaguarden el bienestar de sus empleados, ya que el no hacerlo, puede tener graves consecuencias para las organizaciones en sus procesos productivos, en el clima laboral y en su imagen al exterior.
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