En la actualidad, la comunicación se ha convertido en un tema de gran trascendencia para los diversos procesos que permiten el funcionamiento de las empresas debido a que facilita que se tengan efectos positivos en su operación y a que se mejore su posicionamiento en el mercado.
Para que dicha comunicación sea efectiva es preciso que evolucione con la organización, que aporte nuevos conocimientos y que haga énfasis en la capacidad de escucha. Con esta metodología, la Comunicación Organizacional se transforma y se integra al plan estratégico de cada empresa.
La finalidad de este tipo de comunicación consiste en ofrecer a los receptores elementos que les ayuden a una oportuna resolución de controversias que afecten los resultados esperados por la empresa. Desde este enfoque la comunicación se torna como un encuentro sociocultural que convoca a los colaboradores a diseñar estrategias que incluyan las problemáticas comunicacionales existentes.
La Comunicación Estratégica debe ofrecer transformaciones para potenciar las habilidades de los empleados y para que sean agentes de cambio al interior y al exterior de la empresa. Además, crea valor en las compañías.
Es considerada como un instrumento de gestión al servicio de la Planeación Estratégica de las organizaciones, ya que a través de una adecuada comunicación se puede alcanzar una imagen de marca atractiva que haga que sus productos o servicios encuentren un espacio importante en los sectores del ramo al que pertenecen.
La Comunicación Estratégica integrada a la planeación general de la empresa es una herramienta de gran relevancia para expresar su visión y aquellos temas que considere claves. Su éxito va a depender de su implementación para que sus lineamientos puedan encauzar el rumbo ordenado de las nuevas decisiones e ideas que estarán surgiendo entre los diferentes grupos de trabajo en su cotidianidad.
A través de ella se van a direccionar según sus políticas y valores, los procedimientos y canales de comunicación de la compañía. No hacerla puede llevar a las organizaciones a un despliegue de actividades que les impidan alcanzar las metas que se hayan planteado.
El proceso de comunicación así entendido debe comprometer a la totalidad de los empleados, ya que su legitimidad y su grado de adhesión dependerán en gran medida del nivel de participación con que se implemente.
Los colaboradores deben tener claro los objetivos a corto y largo plazo de la empresa y el papel que juegan en este proceso; también deben saber qué se espera de ellos y que tengan conocimiento de los recursos y parámetros con los que cuenta la organización para realizar sus labores. Asimismo es fundamental que tengan espacios de intercambios formales e informales para que se relacionen entre sí y que reflexionen.
La Comunicación Estratégica debidamente planificada se convierte en un instrumento de gestión, de negociación y de control. Orienta a la toma de decisiones, ayuda a reconocer las potencialidades y limitaciones al interior de la empresa para aprovechar los desafíos y a encarar los riesgos.
Es fundamental que se le dé continuidad y seguimiento constante y que sea considerada como parte del quehacer cotidiano de las empresas para que se mantengan competitivas y vigentes.
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