Sensaciones… recuerdos… nostalgias…

En estos días, en los que los recuerdos fluyen y las nostalgias resbalan por la piel, escribo un relato y dos poemas...

12 de junio, 2018

En estos días, en los que los recuerdos fluyen y las nostalgias resbalan por la piel, escribo un relato y dos poemas con pinceladas de mi vida con mi papá.

 

Soledad

 

La niebla terminó por ahogar el sol. Desde el alba al crepúsculo, a la débil luz de un escaso brasero, el viudo sentó su soledad.

Nunca estuvo solo. No sabe estar solo. Desde su escuela secundaria Delia fue su amiga, su novia, su esposa, su compañera. Y ya no está.

Ni la compañía de sus amigos, ni las charlas de café, ni las exigencias de los hijos, ni la algarabía correntosa de los nietos, logra hacerle esquivar esa niebla que se le mete por el alma, le estruja las entrañas, se le hace ácido en la boca y emerge en lágrimas suaves y monótonas. Sólo escucha voces calladas, palpa vacíos, ausculta sombras, saborea sinsabores.

Se sienta al lado del teléfono. Ese viejo y negro aparato con el que compartió arrumacos. Lo acaricia, se lo cuelga en el pecho, se enrosca en su cable espiralado. La voz de ella no está, apenas el soplido de un recuerdo sonoro, más imaginado que percibido.

Abandonándose sin pudor a las tristezas, busca el viejo cofre de las cartas de amor. Ve la letra varonil de él y la chiquita, femenina, dibujada de ella en los sobres con extrañas estampillas, las acaricia. Enreda los trazos en sus dedos, las palabras en su mente, los recuerdos en su ser.

Ansía que pronto llegue la hora de los encuentros infinitos e inciertos. Busca en la cama matrimonial su perfume, su hueco, su aliento, sus rezongos. Sólo nada. Enrolla entre sus dedos la cadenita de oro con la medalla de la Virgen que le había regalado y que sólo le quitaron cuando entró a terapia. No sintió el frío del metal, él estaba cada vez más frío. No sintió la dureza del metal, estaba sin sentidos.

–Mi Delia…– y el suspiro esculpió de ébano sus músculos inertes.

 

 

Collage

 

Recortadas, incompletas, superpuestas,

de tonos sepia en el papel y en el alma,

me llegan, me aprietan, me invaden,

 en la retina estallan,

se espiralan en el recuerdo,

 en mis jugos se amalgaman.

 

Son las fotos de mis padres, eternas,

de la familia, mías. Nadas…

 

Ella con su tímida sonrisa

y su pelo de rulos esmerados

mira cándida, sutil, evanescente

a él, a los sueños, ¿a mí?

Sus vestidos serios, cerrados.

de mangas cortas

y faldas largas

muestran su cintura de avispa

y toda su elegancia.

 

Y él, de riguroso traje,

-¿dónde su uniforme ha guardado?-

acompaña gentil y caballero

a la mujer elegida

allá en la ternura

de sus amaneceres plegados.

 

Collage de imágenes…

Recortadas, incompletas…

¿Dónde están ellos? ¿Dónde se han ido?

¿Desde qué lejana estrella me siguen iluminando?

¿Desde qué espacio me miran?

¿me ven? ¿me acompañan?

 

Yo los tengo siempre, en collage

de momentos, de caricias,

de voces y arrumacos,

de mesa tendida y cobija acomodada.

Los tengo siempre, en imágenes,

en collage del alma.

 

Porque me dieron la vida, me regalaron los sueños,

me llevaron de la mano por los inciertos senderos,

me dejaron la vida, los sueños intactos,

las responsabilidades y los miedos,

los trofeos y las mieses

 los azules y los dorados,

las sonrisas y las lágrimas.

Se llevaron la niña,

las bicis al viento, la moto Puma

y el Fiat 600.

Me dejaron las ansias, las esperanzas,

las alas.

 

¿Dónde están ellos?

Collage de imágenes…

Collage del alma…

 

 

Qué

 

Qué hace que el sol se opaque,

la luna se torne negra,

la estrella titile y se desplace fugaz.

    Qué hizo que tu regazo me abandone

    y en tu frío lecho

    ya no te pueda encontrar.

Qué hace que el tiempo consuma

Inexorable sus segundos

y la corriente del río

no vuelva atrás.

    Qué hizo que tus ojos se cerraran

    y pierda para siempre

    la palabra papá.

Qué hace que mi sombra me persiga

y aún con su compañía

me quede en soledad.

                   Qué hará que la noche eterna

                   diluya milagrosa tu recuerdo

                   y yo deje de llorar… soñar… amar…

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