Y Empezamos el año 2021: El Plan Nacional de Vacunación

14 de enero, 2021

Enrique Rodríguez-Cano Ruiz

Como no se fue de vacaciones, el presidente de México sigue en lo suyo: en la necia. Descansar unos días es importante para cualquier individuo, pues en ese tiempo se puede reflexionar. Sin duda, el presidente de México, que tiene la responsabilidad de conducir este barco llamado México a buen puerto, debe darse el tiempo para reflexionar si sus decisiones andan con buen rumbo, sobre todo ahora que los “nortes” no amainan —muchos provocados por él mismo— y existe el riesgo de que se vuelvan ciclones. La pandemia del coronavirus ya es grado uno.

El señor presidente no puede dejar de culpar a la “mafia del poder”, a los Claudio´s X. González; al señor Ealy Ortiz del periódico El Universal y al señor Junco del diario Reforma. En sus palabras: “Nuestros adversarios están muy ofuscados, nerviosísimos y los medios de información que están al servicio de la mafia en el poder económico-político de antes están en un plan de mucha desinformación, en vez de ayudar, de solidarizarse. El que no ayuda, que no estorbe, pero no es así desgraciadamente”.

¿Por qué no los invita a tomarse un cafecito…? No lo entiendo. El presidente no puede dejar de recalcar las agresiones —según él— de sus adversarios:

“Les molesta mucho porque ellos eran los que mandaban y saqueaban, y no le llegaba nada al pueblo, se robaban el dinero del pueblo. Por eso es la campaña constante en contra nuestra y por eso también se agrupan y dicen: ‘Le vamos a ganar la elección’, ahora que va a haber elecciones de gobernadores, presidentes municipales, diputados locales, diputados federales.

“No les interesa tanto quién gane en un estado, quién va a ganar en un municipio, lo que quieren es tener mayoría en la Cámara de Diputados ¿para qué?, para que no haya los Programas de Bienestar, para quitarle al adulto mayor la pensión, eso es lo que quieren, porque eso les molesta, eso para ellos es populismo, paternalismo, ese es su concepción”.

Creo que exagera…. No entiendo esa insistencia y no tengo los datos para creer en lo que afirma. Cierto, existen críticas en los medios, y muy duras, al ejercicio del gobierno. Muchas parecen bien fundadas. Por ejemplo, la avalancha de muchos comentaristas en defensa del INAI es apabullante. Soy partidario de que debe seguir siendo autónomo 100%. (En nuestra lucha en defensa de la Industria Hípica hemos obtenido información importante).

Quiero suponer que la estrategia de comunicación del presidente —echándole la culpa a los medios de información—la tiene bien medida, pues le da simpatizantes y tal vez, en junio, votos. En fin, ya veremos…

Lo indudable es que la pandemia del Coronavirus está a punto de convertirse en un ciclón más peligroso —ya lo es—, cuando menos en toda el área metropolitana de la Ciudad de los Palacios y en otros estados de la República. La esperanza para que no siga causando más daño es la aplicación del “Plan Nacional de Vacunación”. Por lo pronto, las autoridades insisten en respetar la sana distancia, quedarse en casa, pero se insiste poco en usar el cubrebocas. Cuando menos, no predican con el ejemplo.

El martes 12 de enero, durante la conferencia mañanera se hizo una amplísima explicación de cómo se va a aplicar el Plan Nacional de Vacunación; el miércoles 13 se amplió ya con hechos: la creación de miles de “Brigadas Correcaminos” compuesta por 12 personas cada una… Deja mucho qué pensar esta decisión. Me parece demasiada elaborada. El hecho es que los pedidos de la vacuna se empiezan a surtir, pero todavía a cuentagotas.

Vacunar a millones de mexicanos requiere de una organización muy compleja y llama la atención que no existe la incorporación —para auxiliar— de la extensa red de hospitales, clínicas y sanatorios privados, así como en la extensa red de farmacias, muchas de las cuales cuentan con un médico privado que podrían vacunar. Se podría explicar que tal actitud es porque no produce votos.

Así pues, la distribución de 439 mil vacunas que llegaron ese mismo día (12) se movilizó a través de aviones y helicópteros de la fuerza aérea mexicana que las llevaron a distintas partes del país: otra vez el valeroso esfuerzo del personal del ejército mexicano movilizándose como hormigas, cargando cajas con vacunas y las “brigadas” ejecutando el plan.

Todavía es muy pronto para saber si el programa de vacunación, como está planteado, va a ser exitoso. La iniciativa privada debe ser parte importante del Plan de Vacunación… es la diferencia entre la vida y la muerte de miles de mexicanos, sobre todo de los más pobres.

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