Viene Viene | ¡Nos están Wachando!

Con su peculiar estilo y humor, Federico Cabrera nos proporciona su visión satírica de la política mexicana.

29 de mayo, 2023

Federico Cabrera

Nota aclaratoria “Wachar” Expresión derivada de la época de los braceros y los “pachucos” en los años 40. ¡Qué pasó, wacho! Del inglés: “To Watch”, mirar. Por extensión, te veo, me ven, nos ven. Nos están viendo. ¿’Ta claro?

Bienvenidos (as) (es) a esta sapiencial Columna “anti-social” de las redes sociales. La única, la auténtica, la original que permite que sus ojos –sin tener la vista fija- le abran la boca. Columna vertebral de Ruiz-Healy Times; que aclara, limpia y da esplendor a todo lo que ahí se puede leer.

Siguiendo la expresión tan de moda sobre “la narrativa” que todo mundo utiliza para referirse a lo que “se dice”, quienes lo dicen y cómo lo dicen. Suena muy “tuyú”; es decir muy “intelectual”, recurrir a “la narrativa”. Según “mi narrativa”, ¡hoy por hoy!, ¡mañana por mañana! Y ¡pasado por pasado!, este Viene Viene narra lo que narra, según lo “wacha” desde la banqueta. Sin recurrir a la tartamudez que utiliza la mayoría de los comentaristas usando muletillas como: ¡Ah!, ¡Eh! ¡Mhh! Como queriendo aparentar que piensan y repiensan lo que van a decir.

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Una vez aclarado lo necesario, oremus:

Con estricto apego a “la narrativa” actual, muchos están re-preocupados porque los espían y por espiar. ¡Ya parece! ¿Qué esperaban…? ¿Que nadie estuviera pendiente de lo que andan haciendo? Antes al contrario. Brincos dan todos por que los tomen en cuenta. Con el riesgo de que salgan a ventilarse algunos trapos sucios y calzones balaceados.

Según consta en actas, desde la época de las cavernas, el ser humano ha hurgado en lo que hace el vecino y sobre todo si se trata de “la vecina”. Somos –conforme a nuestra esencia de changuitos- tendientes a husmear y en su caso, “imitar” lo que hacen los demás. ¡Qué admiración nos causa que hoy sigamos haciendo lo mismo! Nada puede ir en contra de nuestra naturaleza. ¡Mirar e imitar!

Si no queremos ser espiados, pongámosle una tapia a nuestro cantón; o en su caso, abstengámonos de hacer aquello que no queremos que los demás vean. ¡Discreción! Según La Madre esa, Discretio onis. Sensatez para formar juicio y tacto para hablar u obrar. ¿Tá claro…? Si no quieres que se “te vea” ¡No enseñes! Si no quieres que te tilden de pen%&/jo, ¡no abras la boca!, para evitar que lo confirmen. En mi caso, ¡imposible!

En la época del “Big Brother” –ese que todo el tiempo nos está viendo- lo más inteligente es ¡No hacer nada que no queramos que se sepa! “Pero qué necesidad” –Juanga Dixit- y para qué tanto problema que los demás se tomen la molestia espiarnos y nosotros de escondernos. Como en el poker: abramos nuestras cartas, bajemos nuestro juego y dejémonos de blofear. ¡No hay “sistema de espionaje” que pueda superar lo “evidente” y “la verdad”. Si no hay materia para espiar, el espionaje per-sé queda desactivado.

¿Temes ser espiado? ¡Déjate ver! Y se te quitará el miedo.

¿Deseas mantener incólume, sin lesión ni menoscabo tu “intimidad”? Mantén en la “intimidad” lo íntimo y lo demás que se sepa.

En términos muy de este Viene, Viene: “Si quieres ir al baño sin ser visto, encuentra un reservado y cierra la puerta. Todos en su momento lo podemos hacer”. En caso de “embarazo”, por mucho que se intente ocultar, tarde o temprano se notará. ¡Por sus obras y actos los conoceréis! ¡Pácatelas!

Moraleja: mujeres, hombres y lo que proceda, si quieres dedicarte a la “vida pública” haz pública tu vida. De lo contrario, mantente al margen. Es como tener tu “INAI” personal. Y no me vengan con que “la ley es la ley”. ¡La Ley, es LA LEY! La Ley de la “privacidad”, Vs, la Ley de la “publicidad”.

Y “al carajo” (Andrés Manuel Dixit) con que “nosotros no espiamos”. TODOS ESPIAMOS y volteamos a ver a cada rato al de junto. Gracias al “espionaje” se han sabido ¡tantas porquerías! Casas blancas y casas grises edificadas sobre tanta obra negra. Benditas “redes espías”.

Más aún, recordando al Clásico y la patraña populista de: “separar al poder político del poder económico. ¿Cuándo han estado separados? El “poder” es el “poder” y no diferencia en qué punto termina lo “económico” y comienza lo “político”. Viceversa, al revés y ¡de reversa mami, de reversa! Lo demás son más “turbaciones” sobre la misma cosa.

No hay un solo “poder” que escape a determinada “economía”. Ni “economía” alguna que no conlleve “poder”.

El “poder” somos todos. “We The People” Parafraseando la expresión de la constitución de los Estados Unidos de Norteamérica –nosotros tan proclives a fusilarnos y a “plagiar” ideas de otros- ¡Escuchad Ministras y Ministros! ¡Nosotros, La Gente!, somos y seguiremos siendo los responsables de los “dirigentes” que nos demos. Ya sea por designación o por elección. Falta que lo asumamos.

Profesemos la religión que profesemos. Aún cuando seamos agnósticos, si nos vamos a dormir con algún “ocultamiento” en mente, no vamos a alcanzar el sueño tranquilo y reponedor. La Paz que todos buscamos como fin último de nuestra efímera existencia.

Máxime si tenemos un cargo público y un salario pagado por “el pueblo”. Sea bueno o malo. El “pueblo” tiene todo el derecho de saber qué se hace con sus dineros y en qué se ocupan los dineros que el pueblo gana a cambio de su trabajo.

Y a mí no me vengan con que lo que se hace con los dineros del pueblo, queda “restringido” o sin acceso por causa de “seguridad nacional”

En toda “democracia” que se respete a sí misma, todo acto, palabra u omisión es propiedad de la Nación y principio de “interés público”.

¡Siempre! Nos han “wachado” o lo seguirán haciendo. Creyentes o no creyentes, la “existencia” es una misma, Urbi et Orbi Universal: Lo que existe, siempre estará a la luz de la existencia misma.

Por mucho que se oculte, La Verdad siempre saldrá a la luz. Joan Manuel Serrat dixit: “Al derecho y al revés, cada quién es lo que es, más lo que lleva puesto. Nunca es triste la verdad, lo que no tiene es remedio”.

Conclusión: Nada está oculto bajo el sol. Mucho menos los “actos” de quien se crea que “El Estado es él” (Ya saben quién) Y a quién me refiero. “…y si así no lo hiciere, que la Nación me lo demande…” Pegasus o no Pegasus ¡Wáchenla!

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