Urge transparencia

Ahora resulta que el grupo que promueve las reclamaciones que hacen los padres de los difuntos 43 normalistas de Ayotzinapa va a recurrir a foros… Ahora resulta que el grupo que promueve las reclamaciones que hacen los...

10 de marzo, 2016

Octavio de Jesús Rebollar

Ahora resulta que el grupo que promueve las reclamaciones que hacen los padres de los difuntos 43 normalistas de Ayotzinapa va a recurrir a foros…

Ahora resulta que el grupo que promueve las reclamaciones que hacen los padres de los difuntos 43 normalistas de Ayotzinapa va a recurrir a foros internacionales para tratar de conseguir que se les considere como desparecidos y poder así continuar con sus movilizaciones, reclamos y demandas per sécula seculorum.

Pregunto: ¿cuánto dinero ya se les ha dado?; ¿cuánto han costado las movilizaciones?; ¿la intervención del grupo de extranjeros inútiles y tendenciosos?; ¿las afectaciones sociales de los bloqueos y plantones?; ¿hasta dónde vamos a llegar?

Los fondos que han apoyado todo esto proceden de las arcas públicas, de nuestros impuestos, petróleo y endeudamiento y no hay forma de investigarlos con certeza.

La famélica izquierda recalcitrante lo único que busca es más dinero, de donde sea y como sea, por ejemplo el cambio de régimen de la ciudad de México cuyo principal objeto es tener acceso a mayor participación del presupuesto federal para fortalecer la posición de poder del grupo gobernante, incrementando la burocracia y los montos disponibles a los funcionarios quienes se encargarán de desaparecer esos fondos sin beneficios reales a una ciudadanía que continuará sufriendo de pésimos servicios; metro de tercera cuando llegó a ser orgullo de la ciudad, pavimento con viruela que lo hace parecer víctima de bombardeo, tráfico que roba dos horas de promedio a quienes transitan por la ciudad, impunidad de toda clase de delincuentes, de cuello blanco y cuello negro, contaminación generada por los vehículos oficiales, camiones de basura, no para basura, de basura, agua desperdiciada por redes obsoletas y no se cuantas etcéteras más.

Pero eso si: “tendremos Constitución” y para eso si tenemos dinero, claro, les va a generar más dinero a ellos, a los dueños del poder en su calidad de dueños de la ciudad.

El ejemplo de generaciones de izquierdistas cunde, Rosario Ibarra de Piedra logró hacerse de un buen hueso en la administración del entonces Distrito Federal como “Asesora de Municipalización” manteniéndose vigente gracias a que logró registrar como desaparición forzada la indudable muerte de su hijo a quien eficazmente educó para ser secuestrador y asaltante en pro de las justas causas de la izquierda.

Durante la administración de AMLO, en una de las siete veces que tuve que acudir a levantar un acta, con ocasión de un asalto a mano armada por una banda de tres vehículos y unos doce maleantes a las cuatro de la tarde en la esquina de San Cosme e Insurgentes, a cuatro cuadras de la Delegación, que se llevaron mi camioneta con la producción de dos semanas y que amablemente me dejaron con el dinero suficiente para que tomara el camión de regreso.

Al llegar al Ministerio Público encontré una fila más larga que la de las tortillas para levantar actas de robo, asalto, abusos de la policía y cosas similares; una mujer joven pasó por un lado de la fila y se dirigió al mostrador directamente para preguntar si allí podía iniciar una averiguación previa por la violación sexual de la que había sido víctima.

Fue tan prepotente, soberbia y humillante la respuesta del encargado del mostrador quien la trató de ignorante por no enterarse que había nuevas agencias dedicadas a ese tipo de delitos. Tan baja actuación del pseudoservidor público me sacó de la fila y me hizo encararlo, ordenó mi detención pero el escándalo llegó a la oficina de la Agente de turno quien tuvo que escuchar mis argumentos, me dio la razón y mandó a la joven con una patrulla a la Agencia correspondiente.

Consecuentemente fui enviado hasta atrás en la cola y el llegar al mostrador se me indicó que debería esperar al especialista en robo de vehículos.

Con la fresca de las 12:00 de la noche llegó el susodicho especialista a levantar mi acta, un formato prellenado donde no pude precisar el número de asaltantes, ni las placas de sus vehículos, ni mucho menos la marca y modelo de la pistola que me pusieron en la sien izquierda.

El hombre estaba realmente apenado por haberme hecho esperar tanto y tardarse demasiado en hacer una corrección en los datos que había tomado, explicando que con antelación había dos personas por turno pero que la nueva administración dispuso de cinco de esos puestos para promover la candidatura presidencial del Jefe de Gobierno, que ya estaban tres de los nuevos y no se si se contrataron los otros o ese presupuesto se utilizó de otra forma.

Díganme si no urge la transparencia.

Me encargó el hombre que con mi denuncia diera aviso a la policía, ofreciéndoles no darme por bien servido en caso de recuperar mi unidad o mercancía.

Con el tiempo seguí preguntando por el resultado de las investigaciones, se juntaron dos asaltos y un buen día me encontré con la noticia de que las agencias del MP se encontraban al corriente y que no había pendientes.

Optimista fui a preguntar por mis actas y me informaron que ya estaban en el archivo en virtud de que habían recibido instrucciones de que aquellas actas que no tuvieran información suficiente para identificar a los delincuentes se turnaran a ese lugar y no hicieran bulto en las Agencias.

Así gobierna la izquierda recalcitrante, esa fue la Honestidad Valiente.

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