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Terror Escolar

El secretario de Educación Pública, Esteban Moctezuma Barragán, anunció que los estados en color verde (del semáforo epidemiológico) regresarán a clases presenciales el mes entrante. Con 111 mil muertos por el COVID-19 en el país, los chiapanecos...

9 de diciembre, 2020

Manuel de Jesús Ruiz Nettel

En Chiapas estamos en semáforo epidémico verde desde hace un mes, por lo que la SEP ya presiona a toda la cadena de la educación, para que los alumnos regresen a clases. Pero no todo es tan fácil. El semáforo verde solo está en el papel. En Chiapas estamos viendo un genocidio pandémico que las autoridades se niegan aceptar. Mientras tanto, la gente muere súbitamente de enfermedades manejables en estos tiempos modernos. Así es, aunque el nivel de muertes sea todavía alto en Chiapas, el Gobierno Estatal de Rutilio Escandón está ensimismado en hacer lo que le dicte la federación, es decir, volver a la normalidad a pesar de todo y contra todo.

Los chiapanecos somos el laboratorio de las ocurrencias de la 4T. En este escenario desde hace unos meses, los maestros chiapanecos de los sistemas federal y estatal están siendo presionados para regresar a clases. Les retienen el pago, hacen intentonas de leyes para manejar los recursos de la caja de ahorro del sindicato magisterial, amenazan con cerrar planteles si los maestros no se someten de manera estoica a los deseos de Andrés Manuel López Obrador y Rutilio Escandón para que los niños, niñas y jóvenes regresen a clases.

Por otro lado, está la doble cara. El secretario de Educación Esteban Moctezuma Barragán dice que solamente los alumnos de los estados que estén en semáforo verde volverán a clases, esto solo si hay consenso en los planteles. Así como Poncio Pilatos se lavó las manos ante la crucifixión de Jesucristo, hoy, el gobierno de Andrés Manuel López Obrador deja que la gente decida por sí sola el regreso a clases, lo malo es que lo hace en un estado donde la pandemia sigue haciendo sus estragos.

¿Cómo le vamos a hacer con la pandemia? Le pregunté a un maestro líder sindical de Tapachula, a lo que me contestó que con la compañía de Dios se tendrá que ir a clases. Ahondando en el comentario que el regreso a clases será un contagio masivo que será cubierto con comentario como ¡Ah, estaba enfermo de otra cosa! ¡Ah, estaba gordo! ¡Ah, era muy flojo! Y por eso se murió y no se murió de COVID-19 ya que no hay en Chiapas… Pero ¡mienten! Porque no hay aplicación masiva de pruebas.

Los gobiernos de Rutilio Escandón y López Obrador están engañando a la gente porque el semáforo verde en el que está Chiapas debería de ser comprobado con una campaña masiva de pruebas COVID-19.

El regreso a clases debe de ser de manera segura. Ciertamente los alumnos ya lo necesitan, porque el encierro está afectándolos en la salud mental, pero los alumnos no quieren regresar a clases por miedo a infectarse. Tienen miedo de infectar a sus familiares después de contagiarse del COVID-19 en la escuela.

Desgraciadamente, para el Gobierno Federal de Andrés Manuel López Obrador la pandemia ya quedó atrás con el anuncio de una campaña de aplicación de vacunas COVID-19 y ¡sálvense quien pueda!

Lo que no dijeron, es que los jóvenes no figuran en el plan de vacunación del gobierno federal de Andrés Manuel López Obrador. Esta situación pone en riesgo a este grupo de población y demuestra que la vacuna no resuelve en nada la pandemia que está diezmando la población de manera lenta pero segura.

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