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Sin Seguridad… Nada

Las fuerzas de seguridad en México deben ser reformadas para asegurar que estén a la altura de los retos que enfrentan.

8 de octubre, 2024

Para cuando estés leyendo esto, la Señora Presidenta #ClaudiaSheinbaumPardo ya debió haber dado a conocer su Plan Estratégico de Seguridad. Ante esto, muchos opinadores estarán comentando que será lo mismo que el sexenio pasado. Aunque la realidad en el terreno es que las detenciones de presuntos culpables se están dando rápidamente en medio de espectaculares operativos, muy herméticos de información.

Exmilitares comentan a DE FRONTERA A FRONTERA que la mejor estrategia de seguridad es la siguiente:

La seguridad en México ha sido un tema prioritario en la agenda pública durante las últimas décadas. Con la creciente incidencia del crimen organizado y los altos niveles de violencia en diversas regiones del país, encontrar una estrategia efectiva que logre mitigar estos problemas es fundamental. La mejor estrategia de seguridad en México no puede limitarse a una solución única, sino que debe ser multifacética, abordando tanto los factores sociales que impulsan la violencia como la operación directa de las fuerzas de seguridad. Una combinación equilibrada de prevención social, inteligencia, cooperación interinstitucional y fortalecimiento del estado de derecho parece ser el enfoque más prometedor.

Prevención Social como Eje Central

Una estrategia de seguridad eficaz debe comenzar por atacar las causas profundas de la violencia. La desigualdad económica, la falta de oportunidades educativas y laborales, y la desintegración del tejido social son factores que alimentan el crimen en México. Es esencial implementar políticas públicas que se enfoquen en la creación de empleos, acceso a la educación y programas comunitarios que fortalezcan los valores sociales. Invertir en infraestructura social puede ayudar a reducir la influencia de los grupos criminales, quienes encuentran en la falta de opciones un caldo de cultivo perfecto para el reclutamiento.

Inteligencia y Tecnología

El uso de inteligencia y tecnología avanzada también es clave en la lucha contra el crimen. México ha dado pasos importantes al incorporar tecnologías de vigilancia, como cámaras y sistemas de reconocimiento facial, pero aún hay mucho por mejorar en la coordinación y análisis de los datos recolectados. La mejor estrategia implica crear centros de inteligencia donde se procesen en tiempo real las informaciones de seguridad y se coordinen operativos de manera más efectiva. Además, la cooperación internacional con agencias como la DEA y Europol, en el intercambio de información y tecnología, fortalece la capacidad del país para anticiparse a las operaciones del crimen organizado.

Profesionalización y Coordinación de Fuerzas de Seguridad

Las fuerzas de seguridad en México deben ser reformadas para asegurar que estén a la altura de los retos que enfrentan. La profesionalización de policías, militares y fuerzas de seguridad privada es fundamental.Esto incluye no solo una mejor capacitación, sino también mejoras en sus condiciones laborales, que han sido tradicionalmente precarias, facilitando la corrupción. Un cuerpo policial bien pagado, con entrenamiento adecuado y acceso a recursos tecnológicos, es menos vulnerable a las tentaciones del crimen organizado.

Además, la coordinación entre los diversos niveles de gobierno y las distintas fuerzas de seguridad es indispensable. Actualmente, la falta de comunicación efectiva entre las policías municipales, estatales y federales, así como con las fuerzas armadas, resulta en una duplicidad de esfuerzos y falta de contundencia en los operativos. La creación de un mando único o la centralización de la información podría mejorar significativamente la efectividad de las acciones.

Fortalecimiento del Estado de Derecho

El elemento final y más crucial es el fortalecimiento del estado de derecho. México tiene un problema grave de impunidad: muchos delitos no se denuncian y, cuando lo hacen, pocos son resueltos. El sistema judicial necesita una reforma profunda que asegure la transparencia y eficacia en la persecución de delitos. Sin justicia, cualquier esfuerzo de seguridad será inútil, pues la percepción de impunidad fomenta la reincidencia criminal.

En conclusión, la mejor estrategia de seguridad en México pasa por un enfoque integral que ataque las causas del crimen, profesionalice las fuerzas de seguridad y fortalezca el estado de derecho. Solo así el país podrá dar pasos significativos hacia la paz.