03 : 47 : 22  HRS MARZO 26, 2025

Seis cárteles mexicanos son oficialmente organizaciones terroristas. ¿Ahora qué? ¿“Un soldado en cada hijo te dio”?

No veo por ningún lado al ejército de Estados Unidos interviniendo militarmente en nuestro territorio. Nuestro gobierno está cooperando con Estados Unidos, y eso no es deshonroso.

20 de febrero, 2025

Otra vez Masiosare a sus anchas: 

“Mas si osare un extraño enemigo profanar con su planta tu suelo, piensa, ¡oh patria querida!, que el cielo un soldado en cada hijo te dio… u-un soldado en cada hijo te dio…”

Es oficial: al menos seis cárteles mexicanos son ya considerados organizaciones terroristas por el gobierno de los Estados Unidos. Y eso –no podía ser de otra manera– ha dividido aún más a los mexicanos. Y los ha dividido de extrañas maneras. 

Por ejemplo, en tiempos en que coincidieron al frente de sus gobiernos Donald Trump y Andrés Manuel López Obrador, tenía la impresión de que los simpatizantes de la Cuatro T estaban conformes con Trump; “AMLO ya le halló el modo a la bestia rubia”, decían. Vaya, hasta pensaron que sí le habían hecho trampa los demócratas en la elección de 2020, y los demócratas, para sus entenderes, eran algo así como el PRIAN de allá. Pero ahora las cosas han cambiado. Los simpatizantes de la Cuatro T están llamando a la unidad nacional y a cerrar filas en torno a Claudia Sheinbaum contra el abusivo imperialista que hasta se atrevió a cambiar el nombre de “nuestro” Golfo.

Y por otro lado, los que odian a la Cuatro T, en tiempos de Trump y López Obrador le pegaban duro al republicano. Algunos legisladores panistas se llegaron a poner camisetas en apoyo a Hillary, a Biden y a Kamala. Porque si los simpatizantes de la Cuatro T amaban a Trump, pues entonces la oposición por default debía odiarlo y estar con Clinton, Biden y Kamala. Y mire usted cómo son las cosas: como ahora Trump ha puesto en predicamento al gobierno de México, el hombre naranja se ha convertido en paladín de la oposición mexicana. Ya nada más falta que Lily Téllez salga cantando “Trump, hermano, ya eres mexicano”.

Todo esto muestra el grado de estulticia al que conduce el fanatismo, la polarización y la renuncia de la inteligencia. Me recuerda el título original de “Elogio de la locura”: “Moriae encomium, sive stultitiae laus”: Encomio de Moria (estupidez en griego), o elogio de la estulticia. Algunas ediciones de esta obra aparecen como “Alabanza de la estupidez”, y muchas veces eso es lo que termina pasando a los facciosos de uno y otro bando.

Un momento difícil como el que ahora enfrenta nuestro país exige inteligencia y cabeza fría. Y no solo en los funcionarios del gobierno, sino en cada uno de nosotros. Las cosas se pueden complicar, y podríamos salir todos perdiendo, usted incluido, idolatre o maldiga a López Obrador y su movimiento.

Como dije hace unos días en otro artículo, con independencia de si en Estados Unidos hay muchos drogadictos; sin perjuicio de si las armas que nutren a los ejércitos de los cárteles vienen de Estados Unidos; sin importar si allá también hay cárteles que distribuyen la droga en todos los Estados; sin que tenga la menor trascendencia si la culpa es de México o de Estados Unidos… con independencia de todo ello, el gobierno de México tiene que hacer su tarea. Y su tarea es connatural a su esencia: brindar seguridad pública. Un bolígrafo que no sirve para escribir es un bolígrafo fallido, se le tira a la basura y se le sustituye por otro. Si un gobierno no sirve ni para proveer seguridad pública, pues también es un gobierno fallido que hay que sustituir por otro. Eso ya se hizo en México varias veces. El PRI fue sustituido por el PAN; el PAN fue sustituido por el PRI; el PRI fue sustituido por Morena. Pero el problema sigue ahí. Desde 2006 mucha gente ha creído que la culpa entera de la inseguridad y de la entronización de los cárteles es de Calderón –y claro que hay mucha razón en ello–, pero ahora Morena está en lo que ellos llaman el “segundo piso de la transformación” y van por otros seis años, de tal forma que ya no es tan convincente seguir culpando a un gobierno que terminó hace más de doce años.

Como país, tenemos una tarea pendiente: liberarnos del imperio de los cárteles. Yo no me atrevería a acusar a López Obrador de haber sido un narcopresidente, pero sí puedo darme cuenta de que su estrategia no funcionó; y no solo no funcionó, sino que dio la impresión a muchas personas, entre ellas a muchas personas que ahora ocupan los cargos más trascendentes en materia de seguridad en el gobierno de Estados Unidos, de que López Obrador se hizo de la vista gorda, o fue muy laxo con los cárteles, o que de plano los impulsó y se benefició de ellos como estructura electoral. No creo que haya pasado eso, pero entiendo que muchos lo aseguren: “abrazos no balazos” fue un fracaso.

No soy tan tonto como para no entender que personajes como Trump, Musk, Vance (Vicepresidente), Marco Rubio (Secretario de Estado), Kristi Noem (Secretaria de Seguridad), John Ratcliffe (CIA), Pam Bondi (Fiscal General), Tom Homan (zar anti-inmigrantes) o Gregory Gillot (Comando Norte) entre muchos más, tengan la impresión de que el gobierno mexicano sostiene una alianza con los cárteles. Y ahí está el comunicado de la Casa Blanca de hace unos días. No es que la sospecha de estas alianzas con el crimen sean gritos furibundos y ardidos de un Alazraki, un Javier Lozano, un Pedro Ferriz o una Laura Zapata en Atypical TV, o miedos escandalizantes de señoras católicas panistas. No. Se trata de declaraciones y acusaciones de los más importantes funcionarios en materia de seguridad del gobierno de Estados Unidos, empezando por su presidente. La impresión que tienen se debe a lo que ellos consideran una laxa permisividad del gobierno de López Obrador. Si usted es devoto de López Obrador, no le pido que crea las sospechas de estos funcionarios americanos, pero sí que entienda por qué las tienen. Si usted es devoto de López Obrador a lo mejor le parecía muy inocente y hasta divertido que fuera seguido a Badiraguato y saludara a la madre de “El Chapo” Guzmán, pero, créame, a ninguno de estos funcionarios americanos les hizo la menor gracia.

Decía hace dos párrafos que como país tenemos la obligación de liberarnos del imperio de los cárteles. Desde que entró Claudia Sheinbaum las cosas empezaron a enderezarse. No estoy diciendo que ya esté solucionado el problema, pero tómemela por buena si le digo que Sheinbaum cambió los “abrazos, no balazos” por una estrategia inteligente, responsable, que está empezando a dar frutos. En una de sus conferencias hace un par de semanas dijo con claridad que su gobierno está “combatiendo” a los grupos criminales. Ya no los está abrazando ni acusando con sus abuelitas. Si usted no quiere a Sheinbaum va a decir que no es cierto, y si acaso concediera, incluso ad cautelam y de modo parcial, diría que se debe a la presión de Trump, que de motu proprio seguiría ella aliada a los cárteles, como su antecesor. Y claro que Trump ha metido y seguirá metiendo mucha presión, pero desde el día uno Sheinbaum está atacando el problema, y desde luego no sostiene alianzas con los criminales, cosa que no podría asegurar de otros personajes de la clase política, de todos colores y sabores.

Lo que más queremos los mexicanos es que nuestras ciudades sean seguras y podamos vivir en paz. Ningún mexicano de buena voluntad quiere que sus hijos sean reclutados ni voluntaria, menos forzosamente, por los cárteles; ningún mexicano de buena voluntad quiere pagar extorsión (lo llaman “derecho de piso”, pero ni es derecho, ni es piso); ningún mexicano de buena voluntad quiere huir de sus poblaciones por la violencia de los criminales; ningún mexicano de buena voluntad quiere ser secuestrado ni asesinado; ningún mexicano de buena voluntad quiere que sus hijas sean violadas y prostituidas; ningún mexicano de buena voluntad quiere que sus hijos caigan en las garras de las adicciones; ningún mexicano de buena voluntad desea que los cárteles influyan en la vida pública de México. Ninguna madre quiere andar buscando a sus hijos en fosas clandestinas. Pero nuestros gobiernos han permitido a los criminales extender su imperio, ensalzar su señorío, exhibir su poder y dominar abiertamente amplias regiones de nuestro territorio. Lo han permitido, ya sea por miedo o por complicidad. Es momento de que este gobierno –el de Claudia Sheinbaum– nos devuelva la paz. Y si para eso es necesario colaborar, cooperar y coordinarnos con el gobierno de Estados Unidos, pues que así sea. No hay nada deshonroso en eso. 

Para mí Claudia Sheinbaum entiende la situación y actúa con responsabilidad. Sabe que cooperando, colaborando y coordinándose con Trump tendrá una coyuntura histórica quizá irrepetible. Porque si López Obrador, o Peña o Calderón o Fox, etcétera, fueron ineficaces ante los criminales, sin duda también lo fueron Bush, Obama, el primer Trump y Biden. Ahora se sabe que todas esas administraciones americanas tuvieron informes de nexos entre cárteles y funcionarios del gobierno mexicano, entre ellos García Luna, y de financiamientos de grupos criminales a candidatos mexicanos de todos los niveles, desde cargos municipales y gobernadores, hasta diputados, senadores y probablemente hasta de presidentes, y se hicieron de la vista gorda, sea para no causar un escándalo, ora para no entorpecer la relación bilateral. Si en este momento Trump quiere atajar enérgicamente el problema, Claudia Sheinbaum sabe que puede usar esa circunstancia a su favor. Una de las frases más interesantes de San Agustín de Hipona –cuando aborda el problema del mal– es aquella de “no hay mal que por bien no venga”.

Debemos evitar a toda costa caer en la vulgar romantización del patriotismo. El problema que tiene Trump y su gobierno no es con los casi 130 millones de mexicanos que somos, en su gran mayoría personas trabajadoras y honestas, sino con los cárteles. Nosotros también deberíamos estar tristes y enojados con los criminales por todo el daño que causan.

Es un hecho consumado la declaración de seis cárteles mexicanos como organizaciones terroristas. Y en breve también Canadá emitirá una declaración similar. Así que de nada sirve ponernos a llorar, que además nos veríamos muy mal. Hay que defender a México con todo, sí, porque cada uno de nosotros es uno de los soldados que el cielo en cada hijo a la patria dio (un poco de sarcasmo). Y si Estados Unidos llegara a profanar con su planta nuestro suelo, la inmensa mayoría de los mexicanas protestaría inmediatamente. Pero de ahí a defender a los cárteles, porque, pobrecitos, el hombre naranja ahora los cataloga de terroristas, y pensar que eso es patriotismo… ¡ni qué decir, caray! Claro que sabemos que los americanos tienen un largo historial de intervenciones en el mundo, y que una declaración como la que se acaba de hacer oficial puede ser un arma de dos filos; pero es que las cosas no podían seguir así indefinidamente. Alguien –ellos o nosotros– tenía ya que pararse de la comodidad de la silla presidencial, dar un manotazo duro a la mesa y decir “¡Ya fucking-pinches basta!” Tocó que fuera el hombre naranja, ni hablar.

Mientras estamos cogitando y algunos hasta padeciendo tribulación, estoy seguro que Sheinbaum y Trump alcanzarán un acuerdo benéfico, si no es que ya lo alcanzaron. No veo por ningún lado al ejército de Estados Unidos interviniendo militarmente en nuestro territorio. Nuestro gobierno está cooperando con Estados Unidos, y eso no es deshonroso. Al contrario, si ello es ocasión para poner en orden nuestra casa, hay que aprovecharlo.

Comentarios


Nueva época

Nueva época

El panorama no es alentador, pero al menos la dirección fría y paciente de la presidenta ha evitado una crisis inmediata. Por...

marzo 11, 2025

Tensión y amenazas: la visita de Zelensky a la Casa Blanca acaba de la peor manera

La visita de Volodymyr Zelensky a la Casa Blanca no salió según lo planeado por el presidente de Ucrania. La conferencia de prensa entre...

marzo 4, 2025




Más de categoría

“Aduelescencia”

Una brecha generacional que siempre ha sido complicada ahora se vuelve infranqueable.

marzo 25, 2025
La puerta de Kiev

La puerta de Kiev

Pronto veremos quién va a entrar por la puerta de Kiev, el único que sabe que va a salir...

marzo 25, 2025
Verdades oscuras

Verdades oscuras

En un país donde la verdad ha sido tantas veces negociada, el gobierno de Sheinbaum tiene la oportunidad de...

marzo 25, 2025
Necropolítica: La racionalización de la violencia

Necropolítica: La racionalización de la violencia

La necropolítica es el uso del poder social y político para dictar cómo algunas personas pueden vivir y cómo...

marzo 24, 2025