¿QUÉ ESTÁN ESTUDIANDO NUESTRAS NIÑAS?

Históricamente las mujeres han padecido innumerables obstáculos para poder tener estudios profesionales.

12 de abril, 2022

Barbara Lejtik

En 1886, oriunda de la Ciudad de México, Margarita Chorné abría las puertas del mundo profesional a todas las mujeres de México y América Latina, siendo la primera mujer en graduarse en una carrera profesional, en contra de los prejuicios sociales. Margarita decidió estudiar la carrera de Odontología, convirtiéndose en pionera y ejemplo para todo el género femenino de este lado del mundo.

Pero… ¿Qué tuvo que pasar para que una mujer se convirtiera en profesionista en México?

Pues tuvo que pasar muchísimo y para platicarles un poquito del tema me di a la tarea de investigar un poco sobre la historia de la educación para las mujeres desde la era precolombina, lo que me mostró que no son años, son siglos tal vez milenios los que hemos tenido que luchar para poder ser vistas como entes pensantes, capaces de elegir y ejercer la profesión de nuestra preferencia con talento y responsabilidad.

Resulta que desde la época pre colombina las mujeres ya eran destinadas a servir solo a las divinidades y a sus esposos razón por la cual desde muy niñas eran entrenadas en las tareas del hogar, sus madres y abuelas las preparaban enseñándolas a cocinar, hilar y limpiar a diferencia de sus hermanos varones que asistían a diferentes tipos de escuelas como El Calmecac y El Tepochalli en donde aprendían diversas habilidades y oficios. Las mujeres por lo general en toda Mesoamérica se quedaban en casa preparándose para ser buenas esposas, buenas madres y eran adiestradas en oficios que exaltaran el valor de la obediencia como característica propia de la femeinidad.

Cuando llegaron los conquistadores las cosas cambiaron pero no mucho, los españoles trajeron un nuevo régimen, una nueva jerarquía social y un nuevo eje religioso con una nueva vertiente de dogmas, Los Frailes como la mayoría de los colonizadores pensaban que los indígenas debían recibir una educación que unificara el castellano como único idioma y el catolicismo como religión universal, fue por eso que algunas mujeres tuvieran acceso a la enseñanza con el fin único de que pudieran transmitir los valores de la época a sus hijos. Hubo escuelas especializadas solo para mujeres, en donde eran aceptadas solo niñas españolas y criollas que podían aprender algunas doctrinas como música, aritmética y lectura. Las indígenas por su parte podían asistir a escuelas en donde aprendían oficios como: coser, encuadernar, cocinar, entre otras actividades que las prepararan para casarse con hombres también educados por españoles y formar familias monógamas, católicas y bajo los dogmas de la iglesia y las creencias de la época.

Ya en el México independiente el panorama no mejoraba mucho para la mujer, eran recibidas en institutos donde aprendían artes y oficios siempre y cuando estos fueran considerados aptos para las cualidades femeninas y no representarán una amenaza de ningún tipo para la conservadora sociedad.

Fue hasta 1896 que se fundara La Escuela Teórico práctica de Obstetricia para mujeres, en donde podían asistir señoritas que tuvieran la primaria terminada, contarán con el permiso de sus padres y una carta de buena conducta a aprender técnicas para asistir en los partos y dedicarse también a la puericultura.

No muchos años han pasado; sin embargo, la lucha ha sido ardua, las mujeres hemos peleado por ganar un espacio en el ámbito laboral y hoy en día es derecho de cualquier mujer que así lo desee estudiar una carrera en el campo que elija.

Pero ¿qué están estudiando las jóvenes hoy en día?

Según estudios del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO).

Las mujeres de hoy se siguen inclinando en su mayoría por las carreras que originalmente se nos permitió estudiar; aunque es cierto que qué jóvenes se matriculan todos los años en cualquier tipo de carrera y la deserción escolar universitaria es cada vez menor, las carreras de las que más mujeres se gradúan y ejercen son: en primer lugar “Formación docente para la educación básica preescolar” con un 98% de su matrícula constituido por mujeres, en segundo lugar, “Trabajo de Atención Social” en tercero, “Diseño Gráfico” en cuarto “Formación docente para otros estudios educativos” y en quinto “Enfermería y cuidados”

Hoy en día no existe ningún tipo de reestructuración para que cualquier persona de cualquier género elija la carrera de su preferencia, no así en el campo laboral en donde queda mucho por hacer todavía para combatir la desigualdad en temas como contratación y remuneración.

Es interesante observar las razones que tienen influencia en las estudiantes para elegir la profesión a la que se dedicarán en su vida adulta ya sin la presión familiar ni las restricciones sociales.

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