Presidenta, 100 mujeres te escriben

Al llegar una mujer a la presidencia estamos seguras de que la situación tendrá que mejorar para las mujeres.

25 de junio, 2024

Barbara Lejtik

En estos días tuve el gusto de asistir como invitada a la presentación de este magnífico libro coordinado por la periodista Yuriria Sierra, quien se dio a la tarea de convocar a 100 mujeres representantes de nuestra sociedad, 100 mujeres profesionistas y con voz propia que se han desarrollado en diversos ámbitos como la comunicación, el sector empresarial, las artes, el activismo y la política; 100 mujeres que ofrecen su voz para hacer llegar a la primera mujer presidente de México.

Cuando se redactó el libro no se sabía todavía quién ganaría las elecciones, pero sí que sería una mujer quien nos gobernará a los mexicanos durante los próximos 6 años. Estas mujeres dieron tinta a sus ideas y escribieron 100 cartas con pedimentos, anhelos, inconformidades, dudas y también inquietudes.

Por demás interesante e ilustrativo, he disfrutado mucho la lectura y en cada carta puedo adivinar lo que está detrás de cada firma. Hay quien, sin proponérselo, habla por las mujeres de los sectores más desfavorecidos y quien habla por sí misma; quien no desperdició la oportunidad de cerrar filas o tirar un tanto de mala vibra, pero en general todas son cartas honestas y legítimas.

Una servidora quiso hacer su propio ejercicio y en este fin de semana platiqué con varias mujeres a quienes estimo y reconozco, me tomé el atrevimiento de copiar un poco el concepto aunque no tan elaborado y les solicite a las mujeres de mi tribu que me contarán en pocas palabras qué esperan de la primera mujer presidente de México.

Grato y sorprendente resultó el ejercicio. Me di cuenta de que la gran mayoría (no todas lamentablemente) piensan en las demás, que al llegar una mujer a la presidencia estamos seguras de que la situación tendrá que mejorar para las mujeres, que habrá más oportunidades y mejores métodos de justicia, protección, seguridad y visibilidad para nosotras, amigas y familiares que trabajan y estudian cada día esperan de corazón un país equitativo y un ambiente de seguridad e impunidad.

Mi hija, por ejemplo, exige un gobierno feminista que se resuelvan los temas de violencia de género y que dejemos de ser noticia por morir 10 mujeres al día por causas de feminicidio. Mi amiga Tatiana solicita mejores retribuciones y prestaciones para las mujeres que trabajan de forma independiente. Francis que se dé continuidad al proyecto de la 4T. Mis amigas de la primaria y secundaria quieren seguridad y oportunidades. Mi colega y amiga Lolita piensa en las oportunidades y Mir en la empatía que nos dará tener al mando a una mujer, madre, hija, esposa y abuela. Amigas mías también están preocupadas por los temas ambientales y no están de acuerdo en los apoyos económicos por lo que esperan se inviertan nuestros impuestos en temas de mejoramiento ambiental y social.

Sin duda y eso me reconforta, todas estamos desde nuestra trinchera pensando en tener un mejor país para todos aunque no estemos muy de acuerdo tal vez en la definición de “MEJOR” ni de “TODOS”.

En fin, estimada Doctora Claudia Sheinbaum, no la tendrá fácil, las expectativas, exigencias y esperanzas de las mujeres de México están sobre usted. Quiero pensar que a cambio estamos todas dispuestas a ser aliadas y no de partido social sino de género, a que usted en cada ámbito cuente con mujeres conscientes, no podemos estar todas en el gobierno pero sí en nuestros trabajos, en nuestras casas, en las calles, en las escuelas, en las instituciones. Y que desde cada espacio las mujeres vigilemos la seguridad y el respeto a la demás mujeres.

Quiero cerrar con una reflexión que escuché en la presentación y que me conmovió muchísimo: “Que los techos de cristal que derribemos las mujeres no se conviertan en más trabajo para que otras mujeres sean quienes tienen que limpiar los restos del piso”.

Que si llega usted lleguemos todas.