México y su tormenta de populismo y keynesianismo en campañas electorales “que no son campañas electorales”

¿Qué puede salir mal si un país adolece o pierde el interés de los fundamentales de la economía como lograr el crecimiento económico, la inversión y la conservación de las empresas o representar el interés público en seguridad y educación?:  ¡todo! (diría mi abuelo).

Por allá del 3000 ac en Egipto se creó el concepto de tributación o impuestos. Surge no como una obligación autoritaria sino como la perfecta necesidad del Estado de crear bienestar a sus ciudadanos, en ese tiempo como ahora se protegía el abasto de alimentos esencialmente y con ello la sobrevivencia de la sociedad.

Según el #chatgpt:

(AI) Dice: “El populismo es un término amplio que se utiliza para describir una serie de movimientos políticos que buscan representar los intereses de “la gente común” frente a las élites establecidas. Los líderes populistas a menudo hacen promesas de cambios radicales y utilizan un lenguaje que apela a las emociones y las preocupaciones populares. Si bien algunos pueden considerar que el populismo tiene el potencial de abordar las desigualdades y dar voz a los sectores marginados de la sociedad, otros argumentan que puede llevar a políticas simplistas, divisiones sociales y daños a largo plazo a la economía y las instituciones democráticas.”

 

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También nos dice la Inteligencia Artificial:

(AI) “El keynesianismo, se basa en las ideas del economista británico John Maynard Keynes y se refiere a un enfoque de política económica que aboga por la intervención estatal para estimular la demanda agregada y estabilizar la economía. Según los keynesianos, durante las recesiones, el gobierno debe aumentar el gasto público o reducir impuestos para estimular la inversión y el consumo, lo que puede ayudar a superar la recesión. Por el contrario, en períodos de alta demanda, se propone la reducción del gasto público para evitar el sobrecalentamiento de la economía. Algunos argumentan que el keynesianismo es beneficioso para evitar crisis económicas y promover la estabilidad, mientras que otros lo ven como una intervención estatal innecesaria y que puede llevar a problemas fiscales a largo plazo.

“Es importante tener en cuenta que el impacto del populismo y el keynesianismo puede variar según el contexto y la forma en que se implementen. Los resultados pueden ser positivos o negativos dependiendo de la situación económica, las políticas específicas adoptadas y la eficacia de su implementación.

“En general, la evaluación de si el populismo y el keynesianismo son buenos o no es subjetiva y está sujeta al debate. La comprensión y el análisis de los enfoques políticos y económicos deben tener en cuenta múltiples perspectivas y considerar los resultados y consecuencias a largo plazo.”

Yo escribo que ósea, no maaa…la AI (Inteligencia Artificial) nos salió más política que “inteligente” -sujeto a debate- oiga usted. 

Coincido con la AI de que en lo malo. Los efectos negativos del populismo y un modelo injerencista del estado (KEYNES) son a largo plazo, ni siquiera se trata de volver a empezar en un sexenio o dos. Cuando las oportunidades de una persona, o un país se dejan pasar, la mayoría de las veces esas oportunidades no regresan, se olvidan y cuesta tanto en voluntad y recursos que se pierden para siempre.

Nos hallamos en un momento de un México preelectoral (si seguimos al Estado de derecho y los mandatos constitucionales). Pero está sucediendo que solo se mira populismo y pocas propuestas desde los instrumentos democráticos, tanto en los partidos como en el activismo de las instituciones y de la sociedad civil. 

Somos una sociedad cansada de ir y venir a lo largo del centro, la derecha y la izquierda. Somos un país dando vueltas y soltando y soñando cada trinche año que pasa con la realidad abstracta y cruel que es la falta de oportunidades y de igualdad; dejamos ir la grandeza que México se merece y no importa el color, lo rojo, lo azul o lo moradito.

La mitad de los mexicanos vamos a votar, la otra mitad nos vale un pepino quien gane o pierda, total en nuestro microsistema familiar somos lo que queremos ser “según nosotros”.

Olvidamos lo que nos hace bien a todos: crecer, invertir, dar empleos, ayudar al prójimo con nuestro entorno, aunque sea un poco. Nos hemos convertido en un país de dos colores, un país de blanco y negro, donde si eres feliz vives del lado blanco, pero si eres pobre o migrante vives del lado de la ausencia de bienestar, eres del otro lado pero dentro de México.

Todo esto para decir que necesitamos producir bienes y servicios de calidad y para decir que el rol del Estado y de los que nos van a representar cuando sean las elecciones debe ser de apoyo decidido a la empresa mexicana y al campo, apoyo a la producción de alimentos y los insumos básicos. Para que la economía se mueva hay que producir la energía y la educación que se necesita. Ese es el inicio del crecimiento; sin energía no hay movimiento, sin educación no hay orden social.

Yo creo que #esclaudia o #esmarcelo es lo de menos, México necesita menos keynesianismo y menos populismo, acá se necesita aprovechar lo que tenemos en este generoso país, que es nuestra mano de obra y nuestra cultura. Hagamos los empleos, paguemos pues nuestros impuestos puntualmente y ayudemos al Estado y que el Estado nos regrese alimentos a buen precio, seguridad y educación y la energía para seguir con las ganas de vivir y de no ir hacia la nada de la aventura del sueño americano, que no es sueño, es una chinga y nostalgia.

 

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