Soy su asesor de:
Tarjetas de crédito, de préstamos, de seguros, de servicios…
Para informarle que:
Ha sido seleccionado, ha obtenido un premio, se le ha otorgado un préstamo, le toca renovar su equipo…
Solicitamos que:
Nos facilite su nombre completo y fecha de nacimiento, siga tal enlace, nos devuelva la llamada, deposite en la siguiente Línea de captura…
A mí ya me pasó casi de todo, no hay una modalidad de fraude que no me haya elegido como posible víctima. A veces he caído otras veces no.
Solo por mencionar: en este mes recibí un mensaje de Facebook de parte de una muy querida amiga llamándome incluso por el apodo de cariño que nos decimos ella y yo, pidiéndome un favor enorme: 4,000.00 para hacer un pago urgente. Al principio me llamó la atención que no era el típico texto copiado de este tipo de mensajes sino que me llamaba por nuestro nombre de cariño. Pero la verdad es que es mucho más fácil que yo le pida dinero a ella que ella a mí.
Aun así seguí la conversación en la cual me pedían que hiciera un depósito en una tienda de autoservicio. Obviamente me comuniqué con mi amiga, quien me dijo que le habían hackeado la cuenta y que no podía siquiera entrar a su perfil, o sea que no hicieron una cuenta apócrifa como suele suceder, sino que se apoderaron de todo su contenido desde su propia cuenta, por eso leyeron los mensajes anteriores entre nosotras y me llamaban con nuestro sobrenombre.
En la misma semana recibí mensajes de otras tantas amistades en redes sociales con el mismo discurso y que además hablaban en sus historias de rifas de televisiones, bicicletas y tiempos compartidos para solventar gastos emergentes obviamente con el consiguiente mensaje aclaratorio posterior que les hackearon la cuenta. Me han llegado mensajes diciendo que si reconozco pagos, que no tengo saldo, que no se autorizó un pago que todavía no vence y que hago por otros medios, todos con su liga de seguimiento.
Todos los días sin excepción recibo por lo menos 10 llamadas de números desconocidos. Como siempre he sentido empatía por la gente que no encuentra un buen trabajo y tiene que emplearse haciendo las cosas que todo mundo detesta como telefonista de Call Center, antes las contestaba y trataba de ser amable diciéndoles que de momento no me interesaba lo que me ofrecían, pero seguían y seguían. Cuelgas una llamada e inmediatamente entra otra de un número de procedencia desconocida. Como no me gusta ser grosera ni déspota, tomé la decisión de ya no contestar ni una sola llamada de un número que no conozca… Y ni modo, en la certeza de que no voy a solucionar absolutamente ningún tema relacionado ni con mis cuentas ni con mis créditos ni con mis servicios en una llamada que yo no hice, con una persona que por muy amable que sea no conozco y mucho menos dar mis datos a alguien de quien no tengo la seguridad de donde me está llamando ni con qué intención.
Aún así las llamadas siguen llegando todos los días desde las 7:00 am. Claro que alguna vez caí en la trampa de hacer depósito para pagar algún trámite en una página inicialmente oficial pero que me redireccionó a otra, he recibido llamadas de extorsión, me han pedido dinero para agilizar trámites o para suspenderlos y eso que soy una microempresaria promedio. No me imagino la cantidad de extorsiones que reciben las grandes empresas, las Pymes como la mía que cada año pagamos viejos y nuevos permisos que la delegación se saca de la bolsa cada año y que muchas veces no notifica por ningún medio más que cuando te llega a cobrar la multa, como cuando me sancionaron por tener un anuncio fuera de mi negocio y no haber pagado el permiso, trámite que solo estuvo en vigencia un año.
Pero de todo lo que me ha pasado probablemente lo más molesto es esto que me sucedió la semana pasada: en mi estado de cuenta del banco se ve reflejado un cobro de más de cinco mil pesos por un seguro dinámico de no sé qué, afortunadamente yo que soy especialista en dejar las cosas para mañana hablé ese mismo día para ver de qué se trataba y por qué me lo habían cobrado sin que yo lo solicitara y efectivamente el banco te lo endosa ese disque seguro del que no se te notifica nada y que entre otras bondades te otorga el apoyo de un electricista o un plomero por $750.00 una vez al año, asistencia vial una vez al año que no necesito porque ya lo incluye mi seguro del coche y otro par de cosas que no tengo por escrito en ningún lado. El banco supone que si no llamas en los primeros tres días lo estás aceptando y por consiguiente al siguiente semestre te hace otro cobro por la misma cantidad porque el pago es en dos exhibiciones.
¿Así o más abusiva a cosa? O sea que no estamos seguros ni con los defraudadores anónimos ni con las instituciones supuestamente serias y oficiales con las que manejamos los servicios que necesitamos. A una amiga le tuvieron que practicar una histerectomía para la que ya había pactado con su aseguradora, le habían informado que le extirparían un ovario y a la mera hora le extirparon los dos por seguridad. ¿Pues no la aseguradora le cobró dos operaciones? Dos deducibles y dos coaseguros. Cuando fue una sola entrada al quirófano, una sola anestesia y una sola estancia en el hospital.
Como que en esta vida la cosa se trata de ver quién se transa a quién y eso no depende de la necesidad económica ni del gobierno sino de la falta de escrúpulos y el amor al dinero fácil y al menor esfuerzo de mucha gente, aun cuando a un punto de vista muchas veces sería más fácil ponerse a trabajar que estar ideando tantas modalidades de fraude que también implican tiempo, organización y esfuerzo. Pero que seguramente a estas personas le dan mucha más satisfacción, pues incluyen el engaño a otros ciudadanos.
Busqué algunas recomendaciones para protegernos de los fraudes más comunes, aunque honestamente pienso que no estamos seguros en ningún lado. De acuerdo con la Asociación de Bancos de México, un banco jamás te pedirá por teléfono el número de tu tarjeta, NIP o contraseña de confirmación enviada a tu celular.
Por otro lado, según la Comisión Nacional de Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (CONDUSEF) las técnicas de fraude por llamadas telefónicas son:
– Alerta de clonación. Simulan contactarse de parte del sistema de alertas del banco para decir que han detectado cargos no reconocidos en tu cuenta y pedir que des tu información para verificar tu identidad.
– Transferencia falsa. Señalan que has recibido un premio y debes dar tus datos para que te depositen el dinero.
– Cuenta bloqueada. Indican que tu cuenta ha sido bloqueada por motivos de seguridad y debes entrar a un enlace que te enviarán para desbloquearla poniendo tus datos.
– Encubrimiento de número. En tu identificador de llamadas puede parecer que te están contactando de tu banco, pero existe una técnica para hacer que un número desconocido aparezca con otro nombre.
– Vishing. Este término viene de combinar las palabras voice (voz) y fishing (engaño) e implica que usen grabaciones de llamadas que suele hacer tu banco para engañarte.
Que la temporada decembrina y el año. Ir o nos encuentre confesados y alertas a todas y todos.
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