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La Homeopatía: una pseudociencia diluida en la sociedad

En la actualidad las pseudociencias cada vez ganan más terreno ya que ofrecen respuestas inmediatas y reconfortantes. La Medicina no ha sido ajena a esta tendencia.

12 de noviembre, 2021

Jareth Lassard

Según la Secretaría de Salud de México, la homeopatía es un “modelo médico clínico terapéutico de más de 200 años” que utiliza sustancias obtenidas de vegetales, animales y minerales en concentraciones muy pequeñas disueltas en agua y alcohol, presumiendo que entre más diluida la preparación más potente es, y que una sustancia administrada a dosis muy diluidas puede tratar síntomas.

Para poner un ejemplo siguiendo dicha retórica, se dice que una gota de tequila diluida en un garrafón de agua es más potente que una botella de tequila para lograr el efecto embriagante de éste. ¿Suena lógico? Para una cada vez más creciente comunidad médica y científica, no existe evidencia que la homeopatía cause algún efecto en el organismo, por lo que se le considera una pseudociencia. Ejemplo de esto es la Colaboración Cochrane, la base más grande e importante de revisiones a la literatura científica en el mundo. Actualmente se encuentran de homeopatía nueve revisiones Cochrane (que es un artículo que recolecta a todos los artículos de un tema en particular y los analiza para determinar su efectividad o daño), y de estos ninguno demostró que la homeopatía tuviera algún efecto significativo en el manejo de: trastorno de déficit de atención, asma crónica, síndrome del intestino irritable, demencia, enfermedades del tracto respiratorio, cáncer de mama, enuresis nocturna, inducir el parto o la osteoartrosis.

Estos artículos se obtuvieron tras la revisión exhaustiva de cientos de artículos científicos con rigurosa metodología, por lo que apuntan de una manera objetiva y concisa la falta de evidencia de que la homeopatía sea efectiva. Para otorgar otro ejemplo, el National Health Service (NHS) de Inglaterra en colaboración con el Australian National Health and Medical Research Council (NHMRC), hizo una revisión de 68 enfermedades que se usa a la homeopatía como un tratamiento alternativo. No hubo ninguna evidencia de calidad suficiente para que dicha afirmación fuera verídica.

El consumo de los llamados “chochitos de árnica” no causa ningún perjuicio al organismo per se, dado a que son inertes para el cuerpo. Pero, la demora para que un paciente acuda a un médico, por haberse tratado con ésta “medicina alternativa” es altamente importante. Pacientes que acuden con un homeópata para tratar enfermedades como diabetes llegan con complicaciones irreversibles al consultorio médico, dichas que pudieron ser prevenidas con un diagnóstico temprano y tratamiento oportuno.

No solo existe la homeopatía, gran parte de los tratamientos “alternativos” están erróneamente relacionados a la cura de un padecimiento, y desde ese momento se vuelven el punto de partida para varios al presentar un nuevo síntoma, dejando en segundo plano a los medicamentos que se ha demostrado su efectividad.

Un truco muy famoso de estos tipos de “tratamientos” es la denominación de “suplemento alimenticio” en lugar de medicamento. Tiendas naturistas, homeópatas o de medicina alternativa carecen de tratamientos estudiados y evaluados científicamente como para poder ser denominados “medicamentos”, por lo que la “vía rápida” y que carece de protección al paciente es la denominación de suplementos alimenticios, que a su vez incluyen la leyenda: “Este producto no es un medicamento. El consumo de este producto es responsabilidad de quien lo recomienda y de quien lo usa”.

Por lo que, para finalizar, le recomiendo al lector que piense dos veces antes de usar la homeopatía y a sus hermanos (acupuntura, fitoterapia, hipnosis, reflexología, orinoterapia, nueva medicina germánica, EFT, sonoterapia, apiterapia, vinoterapia, reiki, iridología, johrei, radiónica, moxibustión, bioenergética, ayurveda, tui na, shiatsu, sonoterapia, talasoterapia, balneoterapia, entre cientos más) para tratar una enfermedad o síntoma. Mejor acudan a su médico, que tantos años se ha preparado para tratar dichos padecimientos basándose en evidencia científica.

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