La Dirección General de Juegos y Sorteos estrena Directora, mientras, los caballistas del Hipódromo de las Américas se resisten a morir

Un amigo, especialista en el tema comenta:

Dieciséis reguladores en 16 años. El común denominador es el mismo: “llegan sin tener idea del sector y cuando aprenden los remueven” (para bien o para mal)…

Cabe informar que a lo largo del sexenio de Andrés Manuel López Obrador, la Dirección General de Juegos y Sorteos de la Secretaría de Gobernación (DGJyS) soportó las disposiciones de seis directores. La mayoría de estos funcionarios dejaron un mal recuerdo en su desempeño en la Industria del Juego con apuesta que, vaya, es una importante actividad económica por los empleos, impuestos, derechos y aprovechamientos que genera. 

Particularmente me refiero a la actividad que se genera en el Hipódromo de las Américas en donde particularmente las determinaciones del quinto director fueron nefastas. En el artículo del 1 de abril, de este mismo año, relato quién es esta persona y por quién venía recomendado.

La DGJyS es “la autoridad competente para autorizar, controlar, vigilar, tramitar y resolver los asuntos relacionados con el cumplimiento de la Ley Federal de Juegos y Sorteos y su Reglamento, incluyendo todos los procedimientos administrativos y sancionatorios que deriven de juegos con apuestas y sorteos”.

Ahora, doña Rosa Isela Rodríguez designada por la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo como su Secretaria de Gobernación, acaba de nombrar a la licenciada en Trabajo Social, María de Lourdes Ramírez García como la nueva titular en la mencionada dirección. Al parecer llega sin experiencia en el ramo… ¡ya aprenderá!

Así pues, lo primero que tendrá que revisar doña María de Lourdes son las condiciones del permiso que goza la permisionaria de este bien del dominio público (cincuenta y dos hectáreas) que lo único que ha hecho es destruir la Industria Hípica de carreras de caballos e incumplir con los términos de su autorización, cuestión que hemos denunciado por años en este espacio. 

En esta liga se pueden leer todos los artículos publicados desde 2014. En noviembre de ese año, publiqué un artículo en donde señalo los problemas de esta actividad. Para nuestra desgracia nada ha cambiado y la esperanza vuelve a renacer con la llegada de una nueva directora de la autoridad reguladora.

Ahora bien, después de que la empresa ha ido salvando mil obstáculos, probablemente corrompiendo a algunas autoridades, la permisionaria llegó al límite, se encuentra en quiebra técnica y sus cuentas bancarias están inmovilizadas de acuerdo al texto que se puede leer en esta liga. En Milenio, el columnista Jesús Rangel también toca el tema.

Lo que más llama la atención son los nuevos “acuerdos” que el pasado 26 de agosto, la DGJyS determinó “separar” el permiso a favor de Administradora Mexicana de Hipódromo, S.A. de C.V. en que la empresa, mañosamente, solicita “con la finalidad de realizar una planificación operativa, financiera y estratégica acorde a la época actual con el objetivo de eficientar las actividades respecto al Hipódromo y de los centros de apuesta remotas…”

Todo ello podría suponer que las salas de apuesta que tienen autorizadas no dependieran del permiso que obtuvieron en 1997 para la operación de la planta hípica. Conociéndolos, podríamos suponer que quieren quedarse con la pechuga del pavo y dejarles la rabadilla a los caballistas. El hecho es que no han cumplido con los permisos incumplidos y se le deben revocar, máxime a que la empresa no tiene dinero.

La revocación del permiso se justifica, entre otras cosas, por la falta de mantenimiento en la zona de caballerizas del Hipódromo y solo faltará que el programa “bachetón” que acaba de anunciar doña Claudia Sheinbaum en su mañanera, se aplique en las calles de dicha zona. ¡Parece zona minada! A las mismas caballerizas no se les ha invertido un peso por años y su estado deja mucho que desear.

Así pues, los pocos caballistas que subsisten se niegan a morir: están fritos ̶ vaya que hay que admirar su afición. En el Hándicap de las Américas que se corrió el pasado 28 de septiembre, los participantes contribuyeron con más del 62% del premio, lo cual es inaceptable. A don Germán Larrea   ̶que sin él no habría carreras de caballos Pura Sangre– le costó 300 mil del águila participar y francamente a ninguno de sus caballos les veía oportunidad de figurar. En la liga se puede ver el chart de la carrera.

El reto que tienen doña Claudia Sheinbaum, Rosa Isela Rodríguez y María de Lourdes Ramírez García es mayúsculo. La actividad hípica no es para fifís ni nada parecido, pues dentro de la Industria del Juego es la que mayor empleo genera y toda la Industria Hípica merece la atención del nuevo gobierno. El rescate de la única planta hípica que perdura en nuestro país es obligado.

¡¡¡Veremos si hay respuesta…!!!

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