La Constitución y los derechos sociales

La Constitución no es un instrumento para que el gobierno controle al pueblo, es un instrumento para que el pueblo controle al gobierno. -Patrick Henry

6 de febrero, 2024

La palabra constitución tiene un significado conocido por todos. Suena a algo solemne y es tan antiguo como la historia de la humanidad. Desde que empezamos a reconocernos como semejantes fue necesario implementar ciertas primitivas normas de convivencia, desde quiénes salían a cazar y quiénes cuidaban a las familias. Después cuando nos empezamos a agrupar en tribus fue esencial establecer reglas de conducta que evitaran vivir en el caos; establecer límites territoriales y normas comunitarias.

No siempre las constituciones actuaron en favor del Pueblo, de hecho durante miles de años sirvieron para que el pueblo tuviera claro que debía obediencia a la autoridad y a la Iglesia, cuánto y qué tipo de impuestos debía pagar y cómo sería castigado en caso de incumplir las leyes.

Hubo constituciones de todo tipo, desde los 10 mandamientos, la carta normativa de los judíos que atravesaban el desierto en busca de la tierra prometida en la que se establecían diez puntos básicos de convivencia, obediencia y respeto hasta el Código de Hammurabi, probablemente el más antiguo del que tenemos conocimiento en el que se describía la famosa ley de Talión, que establecía que del tamaño de tu falta y agravio sería el tamaño de tu consecuencia, el conocido “Ojo por ojo y diente por diente”.

Conforme las civilizaciones fueron constituyéndose como reinados, países y municipios según el caso fue siempre necesario dictar la serie de normas que indicaban a los ciudadanos cómo comportarse. Cada constitución ha ido perfeccionándose y renovándose con el tiempo adaptándose a la época y circunstancia.

Ahora nos parece raro y absurdo enterarnos de reglas que fueron inatacables en otros tiempos y por difícil que parezca de creer, hay lugares en el mundo en donde todavía hay mandatos que en ocasiones resultan inhumanos como la pena de muerte, la amputación de miembros, la lapidación, el encarcelamiento por no vestirse de forma indicada, hablar mal del gobierno, expresar formas de pensar opuestas a las establecidas por sus mandatarios; hasta absurdos como cantar en la calle, vestir de ciertos colores, bailar después de cierta hora, usar agua corriente o comer ciertos tipos de alimentos animales.

Nuestras vidas diariamente se rigen por Constituciones, contratos y reglamentos en los que no siempre somos beneficiarios, pero que dictan generalmente las personas que tienen el poder y en todo caso el dinero para imponer sus puntos de vista.

Este lunes se celebró el aniversario de la Constitución Mexicana de 1917, una de las más completas y mejor redactadas del mundo y la primera en observar y establecer derechos sociales en todo el mundo; artículos que defienden la libertad incuestionable de todos los ciudadanos que nazcan en su territorio, la libertad de culto, el derecho de los niños a educación y cuidados por parte de sus padres o del gobierno en caso de ser necesario, la igualdad entre ciudadanos que por lo general no se respeta pero que está allí escrita, la libertad de tránsito, de expresión y de elección.

La Constitución mexicana que se firmó en Querétaro en tiempos de Venustiano Carranza defiende y vigila los derechos y los deberes y obligaciones de los mexicanos tanto habitantes de las ciudades como de los pueblos originarios como de los extranjeros que transitan o establecen su vivienda en nuestro territorio.

Nos lo enseñaron en la escuela y todos debemos saber que:

La Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos de 1917 es la carta magna y norma fundamental, establecida para regir jurídicamente al país, la cual fija los límites y define las relaciones entre los poderes de la federación, poder Legislativo, Ejecutivo y Judicial, entre los tres órdenes diferenciados del gobierno, el federal, estatal y municipal, y entre todos aquellos y los ciudadanos. Asimismo, fija las bases para el gobierno y para la organización de las instituciones en que el poder se asienta y establece, en tanto que pacto social supremo de la sociedad mexicana, los derechos y los deberes del pueblo mexicano.

La Constitución de 1917 es una aportación de la tradición jurídica mexicana al constitucionalismo universal, dado que fue la primera Constitución de la historia que incluyó derechos sociales, expresados en los artículos 3, 27 y 123, producto de las demandas de las clases populares que protagonizaron la Revolución mexicana.

En total, el texto constitucional cuenta con nueve Títulos que contienen 136 artículos y 19 transitorios. El texto sigue los lineamientos clásicos de las doctrinas políticas al contar con una parte dogmática, que abarca los primeros 38 artículos y establece derechos y obligaciones, y una parte orgánica, contenida en los 98 artículos restantes y que define la organización de los poderes públicos.

Es menester del gobierno brindar la información completa y clara en el idioma o dialecto de cada comunidad a los ciudadanos sobre sus derechos y obligaciones y es responsabilidad de cada uno de nosotros conocer este edicto que fue creado para garantizarnos paz y justicia social.

Si no conocemos nuestras leyes es fácil que incurramos en delitos pero sobre todo que no sepamos cuándo somos víctimas de abuso y que podemos exigirle al gobierno para sentirnos seguros, apoyados y protegidos.

Mucho más que disfrutar de un día de asueto, las mexicanas y los mexicanos debemos respeto, reconocimiento a la Constitución, empezando por darnos un tiempo para leer y conocer cada uno de sus artículos y transmitirles esa información a nuestros hijos.

Es más que un deber un derecho y una responsabilidad como ciudadanos conscientes de que entienden la necesidad de cooperar y respetar para juntos lograr una convivencia sana y equitativa.

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Barbara Lejtik
Soy Bárbara Lejtik, Queretana Licenciada en ciencias de la comunicación, columnista, poeta, Mujer de mediana, que busca el punto medio entre la media vida Y la vida a medias, medio entiende y medio olvida que la clase media es como la media talla medio parece medio no convence y las medias tintas a medias permanecen. Facebook: Bárbara Lejtik Twitter: barbarlejtik Instagram: Labarbariux Sitio web: www.barbara Lejtik escribe.com
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