Hablemos claro…

Aprendamos de esta amarga experiencia y escribamos la historia con una verdad auténtica, mostrando la dignidad y solidaridad que todos nos merecemos.

2 de mayo, 2024

Antonio G Trejo

Hace una semana se inició una gran conmoción en la Ciudad de México cuando una estación de TV mostró una playera negra con un estampado en vivos colores que exhibían una calavera con unos dedos cerca de la boca que sin duda alguna exigían silencio. La ilustración estaba rematada con la siguiente leyenda:

Un verdadero Hombre

Nunca Habla Mal de

López Obrador.

Lo más peculiar del incidente es que la prenda había sido adquirida en un puesto ambulante, en pleno Zócalo, a unos metros de la puerta principal del Palacio Nacional; zona absolutamente prohibida para cualquier actividad comercial.

De inmediato empezaron las interpretaciones y las especulaciones, todo mundo tenía algo que decir. De repente se volvió el incidente más comentado del día. Tal vez, todo hubiera quedado ahí de no ser porque el propio presidente comentó al día siguiente durante su conferencia mañanera: “…no hay por qué alarmarse, todo era una buena ocurrencia de algún bromista que quería llamar la atención”.

Las interpretaciones siguieron su curso, inclusive hubo quien hizo alusión a la presencia de la muerte; dándole un giro religioso al incidente. El presidente celebraba los comentarios y el temor que la aparición de la muerte había causado en algunos. En un momento determinado exclamo: “…la santa muerte es santa”. Y agregó no tener opinión acerca de los asuntos religiosos.

Los medios de comunicación dieron rienda suelta al incidente, las redes sociales se saturaron con el tema, había todo tipo de versiones; de temor, religiosas, festivas, empezaron a surgir los jocosos memes, en fin; fue la entretención de varios días la gran mayoría pareció haber disfrutado esta inesperada distracción. Al mismo tiempo, también se mencionó la intervención del grupo llamado de la Santa Muerte, con gran aceptación en los diversos medios sociales.

Asimismo, empezaron a llegar otras informaciones que cambiaron el espíritu original del incidente; una de ellas fue que esta propaganda ya había sido usada en Venezuela, inclusive se mostraron ilustraciones con el presidente Chávez. Otro detalle que sugiere el plagio del tema estampado es la redacción del texto. El uso de el verdadero Hombre, no es un término usual en la estructura del idioma que se habla en México. ¿Quién o cuál es el verdadero hombre al que se está refiriendo?

Otros comentaristas han expresado que el dedo que invita al silencio es una clara amenaza y que el supuesto autor del texto está advirtiendo a todos los desobedientes, algo muy indigno para cualquier gobernante de cualquier país.

No se vaya a pensar que nuestro mandatario tuvo una mala tarde y se le ocurrió probar el nivel de temor y miedo que podía provocar con su perversa playera. En los cinco años que ha estado al frente de nuestro país, ha mostrado antecedentes infrahumanos y perversos que han dañado enormemente a todos los niveles de empleados, aun cuando prometió que serían los más beneficiados.

Acciones tales como cancelar el abasto de medicamentos anticancerígenos para los pequeños, eliminar miles de intervenciones quirúrgicas ya programadas para las mujeres, manipular el sistema de justicia social que protegía a las mexicanas, cerrar los miles de guarderías que significaban un gran beneficio para todas las familias, el desabasto total de todo tipo de medicinas y accesorios biomédicos en todo el país y otro grupo más de deficiencias operativas y administrativas en perjuicio para la sociedad no fueron actos aislados sino una serie de acciones diseñadas y ejecutadas con una malicia inaudita, ilimitada, sin razón.

La definición de GENOCIDIO de Raphael Lemkin^1, no siempre la considera como el exterminio de una población en particular, también contempla el ataque sostenido y sistemático hacia un núcleo de población mediante el control de los víveres, el agua potable, la energía eléctrica, las medicinas, las vacunas, la seguridad, la información, en fin; necesita satisfacer todas las necesidades básicas de una población para mantener y procurar su vida diaria.

¿Pareciera una lista extraída de la agenda presidencial, no es así?

Es muy posible que una acción represora deliberada y sistemática de estos satisfactores induzcan o incrementen la desconfianza, la violencia y la inseguridad emocional y pudieran ser el preámbulo de un genocidio. No es necesario hacer más conjeturas ni seguir incubando nuevas actitudes quejosas; los sucesos arriba mencionados son una lista de conductas criminales que de manera indirecta hemos permitido con nuestra actitud indolente, sin protesta y una enorme falta de confianza y solidaridad con nosotros mismos.

Los súbditos de la Teocracia Morenista presumen de estar escribiendo una historia fiel a la realidad, cuando lo único que nos han mostrado en los recientes debates es una pervertida versión contraria a los hechos presenciados por millones de mexicanos en los últimos treinta meses.^{2, 3.} Dichas conductas y estrategias tan siniestras aún perduran en la conciencia y el recuerdo de las familias afectadas por la desgracia y no deben echarse al olvido. Alguna comisión de los valores y la ética médica debía denunciar esta tragedia ante las organizaciones internacionales especializadas en el análisis y el juicio de estos casos.

Mientras tanto, aprendamos de esta amarga experiencia y escribamos la historia con una verdad auténtica, mostrando la dignidad y solidaridad que todos nos merecemos.

REFERENCIAS: