El futuro sobre sus hombros

Hoy quiero detenerme un momento, y rendirles homenaje a los padres que veo representados en la imagen que ilustra estas líneas.

Gracias al trabajo honrado e incansable de ese organillero, su hijo puede soñar sobre sus hombros, arrullado por la música del México inmortal.

Ese padre, se las ingenia para sostener su cilindro, al mismo tiempo que el changuito de peluche que recuerda los monitos que ayudaban a los cilindreros de otros tiempos a recoger los donativos de los transeúntes.

Yo veo en este retrato reflejada la  grandeza de la paternidad de un hombre que se multiplica por amor en el cuidado de su pequeño cuya placidez es evidencia de su confianza porque se sabe amado y protegido.

 

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Ese humilde padre de familia, se mueve guiado por el amor, sin imaginar que lleva sobre sus hombros el futuro de una patria.

Una patria que será gobernada por esos niños que aprenden lo que viven. 

Si los niños viven con tolerancia 

Aprenden a ser pacientes.

Si los niños viven con estímulo 

Aprenden a confiar. 

Si los niños viven con alabanza 

Aprenden a apreciar. 

Si los niños viven con honradez 

Aprenden la justicia. 

Si los niños viven con seguridad 

Aprenden a tener fe. 

Si los niños viven con aprobación 

Aprenden autoestima. 

Si los niños viven con aceptación y amistad 

Aprenden a hallar amor en el mundo. 

A juzgar por la belleza de la imagen de hoy, estoy seguro que ese pequeño mientras duerme, sueña arropado por el amor de su madre y de su padre; cobijado por muestras de cariño.

Su padre dedicará el tiempo necesario para fabricarle un teléfono mágico, compuesto por dos latas de sopa vacías y un cordón de unos diez metros de longitud.

Él será de los pocos niños que puedan conversar sin necesidad de Wifi, ni de grandes avances tecnológicos. Él hablará y será escuchado.

Su padre hallará la manera de fabricarle un paracaídas con un paliacate y cuatro cordones, de los que penderá un aventurero capaz de las más grandes proezas, llevado por el viento a distancias que al recorrerlas, le parecerán a este niño, más enigmáticas que la ruta de la seda.

Cuando despierte,  descubrirá  un balero, un trompo y unas cuirias para jugar con sus hermanos, acompañado de su changuito cilindrero.

Por algo será que los antiguos romanos, calificaban la conducta de un hombre en torno a la idea del bonus vir.

El bonus vir era un buen padre de familia.

Hoy en día, los bancos incluyen en las cláusulas de sus contratos de fideicomiso la obligación de servir a sus clientes COMO UN BUEN PADRE DE FAMILIA, exactamente en esas palabras.

Ahora que he mencionado esos inexplicables teléfonos de latas, recuerdo que mi padre en una ocasión, trajo hasta nuestra sala la música y las voces de la lejana Rusia, de la misteriosa China, de la brumosa Inglaterra, de Alemania, de Argentina con los tangos de Gardel, y lo hizo con dos palos de escoba y un alambre de cincuenta metros.

Con esos rudimentos fabricó una antena para nuestro radio que era de onda corta, y con eso, nos abrió un horizonte mágico sin fronteras.

Hoy quiero solamente agradecer a mi papá, y a mi abuelo materno, (papá Pepe), por haberse multiplicado cada uno a su estilo, en darnos la certeza de ser queridos, a mis hermanas y a mí.

Desde este espacio que agradezco, hago llegar mi felicitación a esos padres que día con día, llevan la patria sobre sus hombros, asegurándonos que México verá sin duda, tiempos mejores.

   …

*Dedico estas líneas a mi amigo-hermano Ramiro López García, que junto con su esposa Margarita, es un bonus vir y un patriarca, del que tuve el honor de atestiguar su boda, y de apadrinar a su primogénito.

Es un privilegio que agradezco con el alma.

Stahringen am Bodensee, Baden Wurttemberg

Día del padre, 2023

Pecos A

 

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