Desde hace ya algunos años me ha brincado un dato que bien puede ser mera coincidencia o tener otra explicación, pero conociendo que la perspectiva que guardamos desde la Tierra de una falsa, pero aparentemente exacta similitud entre el tamaño del sol y de la luna se debe a que nuestro astro rey está 400 veces más lejano que la luna de la tierra Tierra y a su vez a la luna es 400 veces más pequeña que el sol. Bien, pues esta relación pudiera guardar nexos con la constante repetición de este mismo número, el 400, en lo concerniente a la cosmogonía prehispánica, específicamente la tenochca (lo más seguro es que jamás tengamos certeza, debido a la masiva destrucción de fuentes de primera mano, en este caso, códices por los europeos).
La repetición de dicho número se puede encontrar, en (digamos) su primera parte en un texto escrito para este mismo portal (RHT) que se encuentra en la red: https://ruizhealytimes.com/gines/el-numero-400-en-la-cosmogonia-prehispanica/
En esta nueva colaboración para RHT presento una segunda parte, que contiene otras apariciones de la misma cifra.
– Los Pueblos, que a la llegada de los españoles estaban sojuzgados al implacable y cruel yugo del imperio Azteca, eran justo 370, y que iba en aumento constante. Tan sólo durante el reinado del Tlatoani en funciones (Moctezuma II) se habían sumado 44, y es seguro que hubiese ido en aumento, ante la naturaleza guerrera e imperialista de la metrópoli del Anáhuac, ya que aún existían no pocos pueblos con el estatus de “independientes”, por ejemplo, Tlaxcala. Otras pocas, reales, como los imbatibles tarascos en lo que hoy es Michoacán. ¿Sería una suerte de objetivo para los mexicas el llegar al referido número 400 en cuánto a pueblos vasallos, y de ser así, tendrán lugar importantes festejos de orden ritual al alcanzar la cifra que estaba ya tan poco lejana?
– Bien es sabido, por las crónicas recogidas y llegadas por algunos frailes de la orden franciscana, llegados en el año de 1524, de las señales y malas señales que presagiaban los peores augurios que hubo pocos años y/o meses antes de la llegada de los supuestos “Teules” (Dioses), que según profecías antiguas se esperaban, justo por los mares de oriente, como la aparición de un cometa por los cielos, gritos desgarradores y misteriosos de una mujer por las noches en la Ciudad, la aparición de un ave (una grulla) con un tipo, se dice, de espejo en su cabeza y otros, que si bien pudieron tratarse en parte de presagio tomados por ciertos, dado que era una Civilización demasiado influenciada por supercherías (en ese aspecto por cierto, no muy distinta a la de los extraños visitantes extranjeros), lo mismo se pudo tratar –y de esto hablaré en otro artículo aparte– de justificaciones de parte de la clase gobernante a sus Ciudadanos, sabiendo ésta lo que se venía.
Desde no pocos años antes (específicamente la llegada de Balboa a tierras continentales) seguro tenían noticias. Así que al entrar los invasores españoles, luego de largas peripecias y obstáculos, y contar que el número de “Teules” con extraños animales (caballos), trajes de metal (armaduras) y seres que lanzaban fuego y rugidos haciendo temblar la tierra (cañones y arcabuces) eran, ni más ni menos, que 400, ya que así dejó constancia Bernal Díaz del Castillo, en un párrafo que reza: “No ha habido hombres en el universo que tuvieren nuestro atrevimiento. Mira que CUATROCIENTOS entremos en esta Ciudad con tal multitud (…)”. Este número en realidad tenía una significación divina para los Aztecas, más aún sería el misterio, de por sí ya traumático y con aires metafísicos, para muchos.
– Otro hecho histórico de la época de la llamada Conquista (yo le llamaría fusión de dos mundos), en un texto publicado recién en 2009 por el maestro e investigador Leonardo López Luján, respecto al atestiguamiento del conquistador Francisco Hernández de Salazar de lo que, supone ser, la remoción de la Diosa Coatlicue, ni más ni menos, que de lo alto del Templo Mayor que dice así:
“(…) vinieron muchos indios con muchas maromas y unos y unos vasos qué son como los con que varan los navíos, y subieron a lo alto donde el gran ídolo estaba casi CUATROCIENTOS hombres, con mucha cantidad de esteras de enea y de asentaderos de a braza (…)”.
Si bien, insisto en la obvia posibilidad de otra coincidencia, el destinar justo a 400 hombres para tan sagrada tarea, no es imposible guarde relación (causalidad) con todo lo antes expuesto, habida cuenta de los enormes conocimientos astronómicos y matemáticos de nuestras Civilizaciones originarias, mismos que demeritarlos supone haceler el juego al indeseable eurocentrismo, mismo que también, en alguna otra oportunidad abordaré en siendo artículo periodístico.
Te puede interesar:
¿Sabrá como acabar con la corrupción la próxima presidenta?
Pensar la vida
Construir nuestra vida a partir del planteamiento de un propósito nos permite insertarnos en el mundo a partir de...
noviembre 22, 2024México regresa al complejo escenario mundial
El regreso de México al escenario internacional se da en medio de una realidad global que se ha modificado...
noviembre 21, 2024Presupuesto educativo. Obras y no buenas razones
Si quieres conocer el valor del dinero, trata de pedirlo prestado – Benjamín Franklin
noviembre 21, 2024IMPULSA CLAUDIA SHEINBAUM UN GOBIERNO CON ENFOQUE HUMANISTA: SERGIO SALOMÓN
En México, la desigualdad y división que existían en el pasado van quedando atrás con una autoridad con enfoque...
noviembre 20, 2024